• Sergio Mastretta
  • 02 Mayo 2013
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Por: Sergio Mastretta

2013

“Manejamos un robot, por ejemplo, con KuKa me toca abastecer la línea, Kuka es el nombre, así le dicen los alemanes, kukas, así le llaman a todos los robots, por ejemplo los que aplican silicón y tapan las cabezas, trabaja y la pasa, así, hay robots que preparan el cárter, lo ensamblan al monobloc. El trabajador nada más abastece al robot, hace prácticamente todo, uno nada más lo manual, preparar el material, llenar los tornillos, así, pero el trabajo pesado lo hace el robot, por ejemplo agarra al motor, lo abraza, lo carga, lo pasa a otro lado, Así trabajamos en Motores, somos la división 6, la nave 6, y somos como 120 trabajadores en mi turno, nos encargamos de todo el proceso, desde preparar la cabeza hasta el terminado del motor. Tengo 28 años de planta, me han tocado todos los cambios, todo lo que ocurrió por ejemplo en el 92. Y ahí seguiré hasta llegar a la pensión, con mi sueldo de planta, 280 al día, muy independiente de las prestaciones, varía, va por categorías, va por el tiempo, porque aunque se haga lo mismo va subiendo con el tiempo, pero ponga usted unos ocho mil pesos al mes. Los eventuales no, ellos entran ganando como 120 pesos diarios, pero van ascendiendo.



“Está bien gritar aquí que somos explotados, que hay que darle en la madre a la burguesía, porque en la planta, aunque se gana bien, hay que desquitarlo desde que llega uno, echarle ganas hasta que se acaba el turno, sales agotado, bastante, el robot sólo te da media hora de comida, tienes que ir a su ritmo, a fuerza, no te puedes retrasar, porque si no te regañan, tienen que mandar a uno a apoyarte, pero el chiste es que eso no pase, si hay una falla, tienes que reponer el tiempo, tienes que vaciarte ahí… Sí, claro que se desquita lo que gana uno. La verdad es una chinga trabajar en la línea, incluso hay eventuales que no aguantan, abandonan, se van. Y cada vez es más pesado, no, mucho más que hace veinte años, porque antes estabas más al tiro, pero ahora van quitando gente y uno tiene que cubrir ese trabajo. Mire, nosotros sacamos promedio de 450 motores por turno, más o menosunos para exportación, otros para los de aquí, pero hace diez años, la mitad de motores. Refuerzan la línea con eventuales, pero entran y salen, ahora de los 120 fácil la mitad son eventuales, sí fácil, y si baja la chamba, salen ellos. Los chavos que ves aquí, todos eventuales, las bases se sacan por revisión, las pelea el sindicato, y hasta que les toque.

“A ver, ¿mejor o peor el trabajo hoy que hace veinte años? Mire, cada vez está más difícil, cada vez más presión, actualmente se desquita lo que se gana. Pero siempre he trabajado en Volkswagen, desde los diecisiete años, y fíjese que es un orgullo, tener este trabajo, un trabajo estable, eso es bueno, no tan fácil se consigue. Afuera está difícil, por eso digo que hay que conservarlo, cuidarlo al máximo.

“Hoy nos dieron el día… Es un orgullo venir a desfilar con toda la gente. ¿Conciencia de clase? No cualquiera tiene este trabajo, hay que cuidarlo. La gente de dinero, lo tienen todo, no saben lo que cuesta ganarse la vida, ellos nacieron con dinero, no saben lo que es ganárselo.”

1989

Pasan incontables maestros. Los veo gritar que no aceptan el 25 por ciento de aumento que les ofrece la SEP. Los escucho repudiar a los líderes charros de la Sección 23. Son los maestros del sur, y marchan antes que los profesores de Puebla y San Martín Texmelucan, antes que los de Tehuacan y Huauchinango. Me dice al pasar una mastra de Atlixco: “Somos los maestros de los pueblos, por eso nos aventamos más que los de la ciudad. El aumento que nos ofrece representan tres mil pesos más, y con eso no se resuelve el problema del sostenimiento de nuestras familias.” Por eso han apoyado el paro indefinido. Por eso han dejado claro que si un líder no abandera el movimiento, la base lo rebasará.

“Otros compañeros de la secundaria en Atlixco no nos siguieron. Decían: convénzanos, maestra. Y yo les dije: no, que los convenzan sus necesidades.”



2013

Antonio Flores Trejo es un hombre en sus cincuenta, pero se ve joven. Tiene 35 de trabajar en la Vocho. Es el líder del sindicato de trabajadores de la Volkswagen, y por lo pronto supervisa la entrega de  las tortas a los obreros desfilantes. Es la esquina de la 2 Sur y la 5 Oriente, y contra lo que se diga, este momento bien parece una romería, persisten los chiflidos y las arengas. Es una masa azul y blanca que ha cumplido. Al parecer, todos amanecerán mañana en sus puestos de trabajo.



Flores Trejo no le interesa quién lo entreviste. Una declaración al final de la marcha no le quita nada. Conversa y cumple como dirigente de un sindicato que representa a 13 mil trabajadores, diez mil de ellos de planta. En el 2012 llegaron a ser 13,500, el número más alto en la historia. Sube y baja según la producción, entran y salen los eventuales. Esa fue una de las principales conquistas empresariales cuando la armadora alemana, de la mano y con la fuerza armada de la policía mexicana, mutilaron el contrato colectivo de trabajo. Fue el paso que tenían que dar para convertir a la planta de la Volkswagen en exportadora de autos a Estados Unidos, para pasar de producir 90 autos de cada cien para el mercado mexicano, a 90 de cada cien para el mercado norteamericano.

En 1993 el gobierno de Salinas firmó el Tratado de Libre Comercio con el gobierno del presidente Geroge H. W. Bush. Ese año se producían no más de 500 autos al día en la planta. En el 2013 rebasan los 2,500.

--Eso era impensable en 1992 --me dice Antonio Flores Trejo.

--¿Qué significa esta marcha obrera en el 2013?

--Significa prácticamente todo, es el compromiso que tenemos con la clase trabajadora.

--¿Cuál es el compromiso?

--Ah, sobre todo que se respeten los derechos de los trabajadores, sobre todo que se mejore su calidad de vida.

--Un compañero suyo me ha dicho que hace diez años sacaban la mitad de motores que sacan hoy, ¿cómo es eso?, ¿es más la chinga hoy?, ¿los procesos tecnológicos han cambiado?

--Exacto, eso no es desconocido para nadie, los procesos han cambiado, la tecnología ha evolucionado, trabajamos en una empresa  que usa tecnología de punta y eso mejora sus procesos productivos. Nuestro compromiso es cuidar que las condiciones sean mejores. El año pasado fue uno de los mejores años en la historia de la planta, esto se debe a que la tecnología y los equipos con los que trabaja Volkswagen son de un nivel de punta.

--¿Son mejores las condiciones de trabajo hoy que hace unos años?

--Por supuesto, al cien por ciento.

--Su compañero, en pocas palabras, me dice “nos chingamos más”.

--Los compañeros siempre van a considerar que, aunque haya modificaciones y adecuaciones, sobre todo en temas de ergonomía, y ahí nosotros cuidamos mucho ese aspecto, bueno, ellos consideran que nunca será suficiente. Al final, nuestro compromiso como Comité Ejecutivo es vigilar que se cumplan las mejores condiciones para que nuestros compañeros puedan cumplir con su trabajo.

--Entonces, para usted, hoy son mejores las condiciones de trabajo.

--Por supuesto, en todos los aspectos, no nada más en el trabajo, también en el ámbito social, hoy nos preocupamos por que se cuenten con mejores estacionamientos, mejores vestidores, mejores sanitarios, y más, como la Unidad Deportiva. Nuestra preocupación es global…

--¿Cuáles son las principales necesidades de los trabajadores de la Volkswagen?

--…

--Las principales demandas… --le digo.

--Ah, sabemos que la reforma laboral que fue aprobada nos deja en desventaja, por eso nuestras principales demandas son que se respeten los derechos de los trabajadores, los contratos colectivos, porque estos contratos los hemos ganado luego de cuarenta años de lucha del sindicato independiente, y no vamos a permitir que ni el gobierno ni nadie venga a tratar de echar abajo estas conquistas.

--Pero eso ocurrió en 1992, cuando prácticamente borraron el contrato, ahí tronaron al sindicato, tronaron el contrato colectivo…

--Sí, mutilaron el contrato…

--Lo único que dejaron fue el nombre del sindicato… --le digo.

--No, no es así, mutilaron el contrato, sí, pero hoy seguimos contando con un contrato colectivo muy bueno, que dentro del sector automotriz es de los mejores. U seguiremos luchando por nuevas conquistas, pero también por mantener las que ya tenemos.

--¿Qué hubiera pasado si en el 92 no les mutilan el contrato?

--Desafortunadamente el gobierno nos dio un golpe muy duro en el 92.

--¿Usted lo sufrió?

--Por supuesto, yo tengo treinta y cinco años, me tocaron todos los movimientos, todas las huelgas…

--Al final quién gana, ¿la empresa de los alemanes?, ¿los trabajadores mexicanos?

--La balanza nunca estuvo equilibrada. Nuestro objetivo como Comité Ejecutivo es el de buscar un equilibrio entre el Estado, el capital y el trabajo, si lo logramos, los trabajadores podrán disfrutar del resultado que da el esfuerzo que dejan en su lugar de trabajo todos los días. Todos buscamos que ese reconocimiento no sea nada más una palmada, sino que sea una remuneración para mejorar la calidad de vida de todos los trabajadores.

--Todavía tiene sentido marchar el 1 de mayo?

--Es una marcha conmemorativa, recordamos a aquellos trabajadores en el siglo XIX que nada más por pelear por sus derechos los mataron. Los empresarios y las autoridades, como siempre ha sido, abusaron del poder. Por eso marchamos, por eso luchamos para buscar la unidad y para decirle al gobierno que no estamos dispuestos q que ellos hagan uso de la represión, que no vamos a consentirlo. Nosotros somos un sindicato independiente, libre de partidos políticos, eso es lo que nos ha caracterizado.

Me aplico más tarde, voy a la wikipedia: La ergonomía es la disciplina tecnológica que trata del diseño de lugares de trabajo, herramientas y tareas que coinciden con las características fisiológicas, anatómicas, psicológicas y las capacidades del trabajador: ergos, trabajo, ignomos, ley.

Y hago mis cuentas: 450 motores diarios por turno, 2,500 autos al día.

1989

Los notables han dejado de pararse para honrar a la bandera cada que pasa un contingente sindical. Más o menos a las 11.15 de la mañana ven venir una columna apretada, múltiple, vienen en ella los universitarios y los campesinos, pero también ese verdadero fenómeno social que la ciudad tiene metida en su fibra más débil, y que pasa por el estómago, los comerciantes ambulantes y no organizados en la 28 de Octubre.

La 28 pasa organizada, con ánimo de unidad, con la tarea de mostrar fuerza. Me fijo en sus mantas: “Sector verduras, muera el imperialismo”; “Mercados del olvido” (la manta se acompaña de dibujos: el expresidente municipal Murad como angelito, al alcalde Pacheco Pulido impávido, al líder Simitrio con greña y huarache, casi como Jesucristo); “Primero de Mayo, Revolución Proletaria Mundial, viva el marxismo leninismo Pensamiento Mao Tse Tung”. Con ello todo está dicho. Lo demás para los notables fueron los larguísimos minutos con carros alegóricos con inquilinos, combis, taxis y una multitud a pie de poblanos de todos los barrios jodidos gritando con rima forzada contra la tribuna: “Aquí está el 28, gritando bonito y padre, aquí está el 28, gritándole a los priistas que su gobierno vale madre.”


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