• Dra. Julia Mundo Hernández
  • 24 Octubre 2013
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Por: Dra. Julia Mundo Hernández/UDLAP

 

En San Andrés Azumiatla, en el extremo sur de la ciudad, existe un proyecto exitoso de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, desarrollado por la Escuela de Enfermería, llamado Centro Comunitario de Atención al Cuidado de la Vida (CECACVI), y que merece una investigación periodística aparte. Las enfermeras maestras del Centro llamaron a Julia Mundo, doctora en Arquitectura, para que las ayudara a enfrentar una de las principales causas de enfermedad de las familias de Azumiatla: la precariedad de las viviendas campesinas. Y con ella han creado un prototipo de recuperación y renovación de las casas sin hacer a un lado usos y modos que guardan una cultura antigua.

Un modelo a la espera de ser impulsado por la sociedad poblana.

La Dra. Julia Mundo Hernández es Licenciada en Arquitectura por la Universidad de Las Américas Puebla. Realizó estudios de Maestría en Tecnologías en Arquitectura y Energía Renovable en la Universidad de Nottingham en el Reino Unido. Doctora en Arquitectura por la misma universidad. Ha trabajado en la constructora Refinsa y como asesora de desarrollo institucional en el Colegio Universitario de Puebla y en la Universidad Xilotzingo. En Londres trabajó como consultora para la firma AMA (Alexi Marmot Associates). Ha publicado artículos sobre confort, vivienda, estructuras ligeras y energía renovable. Actualmente es profesora de tiempo completo del Departamento de Arquitectura de la UDLAP, desarrolla el proyecto de investigación: Vivienda sustentable y de autoconstrucción para el Municipio de Puebla. Es miembro del SNI (candidato).

Un grupo de investigadores de la Facultades de Arquitectura y Enfermería de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y del Departamento de Arquitectura de la Universidad de las Américas Puebla, trabajan en el desarrollo de una vivienda sustentable de autoconstrucción que ayude a mejorar la calidad de vida de quienes la habiten.

El proyecto de investigación se ha desarrollado en una comunidad de bajo desarrollo social llamada San Andrés Azumiatla, localizada a 11 kilómetros hacia el sur de la ciudad de Puebla. El proyecto incluyó un estudio diagnóstico a 46 familias de la zona para analizar las condiciones arquitectónicas de sus viviendas, dimensiones, tipo de ocupación, los niveles de iluminación natural, temperatura, ruido y humedad. Se observó que éstos no son adecuados principalmente por los acabados de las viviendas, la mayoría tienen piso de tierra, y no tienen ventanas ni baño, tampoco cumplen con los niveles mínimos de confort lumínico y acústico para una vivienda. Además existe el problema de hacinamiento, ya que el tamaño promedio de las familias es de 6 integrantes y las viviendas en su mayoría son de una sola habitación donde se realizan actividades como: cocinar, comer, dormir, almacenar granos.           

El estudio diagnóstico también incluyó un análisis del clima (para ello se instaló una estación meteorológica en la comunidad), una encuesta a las familias y un taller con gente de la comunidad para entender su estilo de vida y su opinión sobre la calidad de sus viviendas. Uno de los objetivos del proyecto es realizar propuestas arquitectónicas de un modelo de vivienda que realmente responda a la forma en cómo los habitantes de Azumiatla viven.

A partir de estos estudios, se desarrollaron 5 propuestas, tomando en cuenta el tamaño de las familias, de los cuales sólo uno terminará en prototipo de vivienda. La idea es que la gente de Azumiatla participe en la construcción de la misma ya que aproximadamente el 40% de los habitantes se dedica a la construcción.

Cabe destacar que este prototipo está basado en un modelo de vivienda donde se han especificado materiales de construcción de la zona y cuyas características permitan un aislamiento térmico y acústico, además será equipada con sistemas que aprovechen la energía solar para calentar agua. Se ha considerado que se pueda construir en tres etapas: primero el pie de casa constituido por una habitación, cocina, salón de usos múltiples y baño; la segunda, las habitaciones para los hijos; y, la tercera, los espacios exteriores como gallineros, huerto o almacén de granos, los cuales dependerán de las necesidades de cada familia.

El objetivo central de este proyecto es contribuir a mejorar la calidad de vida de los habitantes de esta comunidad –San Andrés Azumiatla­­­­­­­­­­­­– a través de mejorar la calidad de sus viviendas y por lo tanto, contribuir a mejorar su salud y bienestar.

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