• Ramírez Rojo Daniel Alejandro
  • 30 Enero 2014
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Por: Ramírez Rojo Daniel Alejandro/Taller de Periodismo Narrativo

Los escombros del pasado reposan inertes frente a mí. Estoy en la 6 Norte y 6 Oriente, el barrio del artista. Lugar que recuerdo por los cuadros expuestos al aire libre, sitio de pintores.

Contemplo las ruinas de una antigua casa. Desde donde alcanza mi mirada veo una estructura metálica. Las varillas parecen atravesar los restos de la Casa del Torno. Como cuchillas salidas de las entrañas de la tierra, sólo se puede observar la fría imagen de fierros cercenando a la vieja edificación. El viento me llena de polvo. 



Algunos turistas pasan por la calle. Las miradas de la gente se desvían hacia los cuadros que resguardan bosquejos de los artistas. Tablas de madera ocultan la obra arquitectónica a media elaboración.

¿Por qué la vieja casona simula tal imagen? La causa es un proyecto de obra arquitectónica a medio hacer.



La construcción del Teleférico se planeó sobre La Casa del Torno, a donde se plantaría la estación terminal. Se comenzó la construcción, se alteró la estructura de la casona antigua, un grupo de ciudadanas se movilizó, se fue a los tribunales amparo enmano, y se armó tal revuelo que obligó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a intervenir con la negativa de cualquier permiso. Se colocaron sellos de clausura en la obra en construcción.  Fue así como comenzó la batalla legal que postuló como protagonistas al Gobierno estatal con el objetivo de llevar un teleférico de la zona Los Fuertes hacia el centro histórico de la ciudad, para así crear un atractivo turístico; mientras que en la contraparte se encontraron las doctoras en historia y los funcionarios del INAH, que defendían la infraestructura de La Casa del Torno, argumentando que se trata de un patrimonio histórico que era afectado por la construcción del teleférico turístico.

Después de la queja interpuesta por el INAH se suspendió la construcción del Teleférico. La construcción se detuvo. Mientras la casa yacía en escombros su destino se debatía en un juzgado. Durante el conflicto la Secretaría General de Gobierno (SGG) informó que el Juzgado Noveno de Distrito había dictaminado una autorización para continuar con la construcción. El gobernador Rafael Moreno Valle prometió continuar y ya no intervenir en el inmueble histórico.  Sin embargo el INAH manifestó su oposición a la sentencia del Juzgado Noveno y argumentó que no era prudente continuar con una construcción mientras no se resolvía el destino de la casa antigua.

El 21 de agosto de 2013 el Gobierno del estado refirió que el Juzgado Noveno de Distrito emitió una sentencia en la que ordenaba al INAH retirar los sellos de clausura, pero no se notificó a éste último. El pleito continuó.

Al conflicto se sumaron aproximadamente 50 vecinos de la zona de San Francisco. En el mes de septiembre del año 2013 habitantes de una de las zonas de construcción del teleférico manifestaron su inconformidad con la construcción.  El asesor legal de dichos ciudadanos manifestó que se presentaría una queja ante el Consejo de la Judicatura federal contra el Juzgado Noveno de Distrito, debido al favorecimiento que éste le ha otorgado al Gobierno estatal.

El miércoles 30 de octubre de 2013 los representantes de la oposición al Teleférico Lucio Ramírez Luna y Lucio Eduardo Ramírez Corona informaron que el segundo Tribunal Colegiado en materia Administrativa ordenó la suspensión de la obra del Teleférico de Puebla en todas sus torres.

¿Qué pasó con el teleférico? Como dice el dicho, con la música --los fierros, los cables, las góndolas-- a otra parte: al estadio Cuauhtémoc de esta ciudad. Se planeó continuar con la obra del teleférico, sólo que ahora volará desde los Fuertes a la explanada del estadio. Diremos adiós al Barrio del Artista. Y a ver quién reconstruye la Casa del Torno.

¿Y quién viajará en el Teleférico? Encuentro la declaración de Alejandro Cañedo Priesca, titular del Instituto de Turismo del Estado de Puebla: ahora ya no se podrá aspirar a construir un medio turístico, sino un simple medio de transporte.

 

La zona de Los fuertes de Loreto



Me encuentro en los Fuertes del estado de Puebla, sitio que se planeó para que partiera un teleférico que llegaría al barrio del Artista. Le pregunto a un policía sobre el teleférico y éste me dice que tiene poco tiempo que se retiró la estructura desde la cual partiría tal transporte. Respecto a la casa me dice que sólo sabe sobre el hallazgo de un lugar histórico.  La vista sería muy buena según la opinión del guardia de seguridad. El también se quedó con las ganas de volar en el teleférico.

El poli me dice que ha escuchado opiniones acerca de no detener el paso del futuro. Me encuentro ante opiniones encontradas: por un lado los que quieren salvaguardar los monumentos históricos, por el otro, los que dicen que buscan el progreso. 

La Casa del Torno

(Imagen de Agencia N22  http://www.agencian22.mx/2013/01/la-casa-del-torno-en-puebla-ya-se.html)

Regreso a la Casa del Torno. Y algo averiguo de su historia: su nombre se deriva a los tornos de hilar que funcionaron en la antigua casona. La Real Academia Española define el Torno como la máquina simple que consiste en un cilindro dispuesto para girar alrededor de su eje por la acción de palancas, cigüeñas o ruedas, y que ordinariamente actúa sobre la resistencia por medio de una cuerda que se va arrollando al cilindro.

Pienso en ello y veo lo que quedó de la antigua casona. Es difícil imaginar que ocurrió ahí a lo largo de tantos años.

En el siglo XVII hospedaba a mercaderes de México y Veracruz, mismos que vendían sus productos en Puebla. A mediados del siglo XX la casa fue donada a José Márquez Figueroa, quien uso el espacio para instalar su taller. Pasados los años la vieja casona albergó oficinas del gobierno del estado. Las autoridades municipales y estatales argumentaron que la casa ya no tenía un valor histórico porque ya había sido intervenida hace 20 años, se conectó esta casa con un puente peatonal que conduce al Centro de Convenciones Puebla, al otro extremo del boulevard 5 de mayo. Y que cuando entubaron el río, a la casona le quitaron la mitad del terreno que ocupaba.

Ahora ante la casa no sólo me encuentro yo, también existe la promesa de reconstrucción. Lo anunciaron el pasado 23. Se promete que a más tardar en dos meses se iniciará la reparación, por lo menos así lo dice Francisco Ortiz Pedraza,  titular del INAH del estado de Puebla. También menciona que los gastos serán responsabilidad del Gobierno estatal.

Será. Pero ya todo es pasado. Hasta la idea del Teleférico.

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