No creo que la literatura sea un ente utilitario dentro de la cultura. No existe PARA algo o POR algo. Es justamente el asunto místico que la postra como uno de los grandes desafíos al ateísmo (y yo soy ateo): la capacidad de crear sentido, significado de la nada. La capacidad de interferir, desde la creación, en la realidad concreta. ¿Sirve para algo? ¿Comprender mejor un proceso te permite abordarlo de mejor manera? Porque la literatura nos ayuda a comprender mejor nuestro paso por el mundo. ¿Alivia algo esto el dolor inmanente de habitarlo? No lo sé. ¿Podemos construir una mejor sociedad desde la lectura? No. Una mejor sociedad pasa por muchísimas más variables que el mero ejercicio de leer. Puede, a un individuo que esté dispuesto a mirarse a sí mismo con ojo crítico, ayudarlo a tener una vida más llevadera. ¿Nos vuelve mejores personas? Definitivamente no. Conozco grandes seres humanos que jamás han leído un libro y también viceversa. No podemos hacer juicios tan generales. Pero la mente crítica pugnará siempre por un orden de cosas mejor. Y, en general, la lectura es gasolina para la mente crítica.
Mi experiencia en Profética ha sido siempre estimulante. Un permanente recordatorio de que no todo está perdido. De que no estamos solos. De que la virtud no siempre no es recompensada, como decía Roberto Calasso. Valoro este esfuerzo desde la dimensión de todos sus clientes: como un lector convencido de que la diversidad cultural es un componente clave en el desarrollo de cualquier sociedad. ¿Qué debemos hacer para multiplicarlo? Aprobar la ley del precio único del libro.
(Diego Rabasa, Editor en Editorial Sexto Piso)
Conversación con Diego Rabasa:
http://www.youtube.com/watch?v=SnbF8Oal91c