• William Bullock, 1823
  • 03 Abril 2014
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            Del libro La ciudad de Puebla y sus viajeros entre los años 1540 a 1960, Antología realizada por el maestro poblano Ignacio Ibarra Mazari.

            Hacia las ocho de la noche, llegamos a Puebla. Entramos por el puente de San Francisco que tiene un hermoso convento a un lado y la Almeida (sic), o paseo público del otro, y fuimos a través de calles ruidosas y atestadas, cuyo bullicio y prisa mostró a nuestros ojos una nueva escena de América. Cruzamos la gran plaza o plaza-mercado, y de paso la catedral, y a los pocos minutos llegamos a la casa de un comerciante amigo nuestro, el Sr Hall, quien nos alojó durante nuestra estancia. Aquí todo era motivo de satisfacción con nuestro hospedaje: nuestra mesa era bien servida a la verdadera usanza española, con cinco comidas por día, y todo era muy hospitalario, respetable y comedido. 

            A la mañana siguiente a nuestra llegada, muy temprano iniciamos nuestros vagabundeos por los alrededores, y mi hijo eligió una eminencia a corta distancia de Puebla hacia el sur-este (sobre la cual está la hermosa iglesia de nuestra Señora de Guadaloupe) (sic), con el propósito de lograr una vista general de la ciudad, la cual puede verse con la mayor facilidad desde este punto. Por la tarde ascendimos a torre de la catedral, y gozamos la espléndida vista de Puebla y sus alrededores. Algunos de los más famosos volcanes y montañas se hallan en las inmediaciones, pero desde aquí, el Popocatépetl pierde mucha de su grandeza. La pirámide de Cholula está solamente a seis millas de distancia y se ve claramente, -su base excede la de la gran pirámide de Egipto-; pero la obra del hombre, cuando se compara con las naturales pirámides circundantes, cuyas cumbres están cubiertas por eternas nieves, disminuye hasta lo insignificante. El trabajo de ascender la torre es compensado ampliamente por la vista de esta regular y hermosa ciudad, la fundación de la cual fue asentada por los españoles en 1533. Tiene ahora una población de 90,000 habitantes, muchos de los cuales son acaudalados y viven a lo grande. Es en el esplendor de sus iglesias y otros edificios religiosos y en la grandeza de sus dotaciones, que Puebla debe tomar el primer rango en el mundo cristiano. En los profusos ornamentos de los altares, los casos y vestiduras sagrados, los costosos tallados y dorados de los interiores de los templos en las pomposas procesiones y otras ceremonias religiosas, no desmerece ante ninguna ciudad de América o Europa. El anticuario sentiría aquí una particular gratificación; se encontraría trasladado a la época de nuestros Enriques y Eduardos, nos solamente en el estilo de los edificios de aquellos tiempos, sino también por la similitud de usos y costumbres, la misma religión y ceremonias, el mismo acatamiento de las festividades, con las procesiones religiosas que alguna vez fueron el solaz y entretenimiento de nuestros antepasados. En las iglesias verá (como si hubiese sido hecha ayer), la misma profusión de escultura, pintura, dorado, ahora solamente hallado fragmentariamente en nuestros más antiguos templos. Las estatuas, balaustradas, candiles, candelabros, etc. de oro y plata macizos, desaparecidos de Inglaterra hace mucho, están aquí en uso cotidiano, y el vestuario y atavío de los caballeros de la región nos recuerdan fuertemente el período del descubrimiento de América, la moda ha sufrido muy poco cambio desde su primera introducción por los españoles: la misma militar silla de montar con su cabeza elevada, con sus arzones defensivos y la cobija para el caballo, como fue usada por Cortéz (sic), y las enormes espuelas de nuestro Enrique Séptimo, son ahora de uso constante por los paisanos o caballeros del campo.

 

           

            La primera impresión

 

            Las calles de la ciudad son rectas, anchas, y se cruzan una a otra en ángulo recto, dividiendo todo el conjunto en cuadrados de considerable dimensión. Están pavimentadas con grandes piedras, de manera peculiar y altamente ornamental, con un diseño romboidal y de cuadrados como en forma de diamante, estando formado primeramente de grandes piedras angostas, colocadas de canto sobre camas de arena y los intersticios llenados con piedras cuadradas, colocadas juntas tan cerca como es posible; después fragmentos de piedra muy delgados están firmemente calzados, haciendo a todo el conjunto compacto, durable y hermoso. El grabado anexo puede aclarar nuestra descripción.

            Tienen amplios pasos para peatones a uno y otro lados, lo cual hace que se conserven notablemente limpias.

            Las casas son espaciosas, la mayor parte de ellas de tres niveles, con techos planos, y muchas de ellas cubiertas con mosaicos vidriados de fina loza de varios colores, algunos formando pinturas, (temas bíblicos principalmente), y dando la apariencia de un rico mosaico. Esto produce un hermoso efecto, y difiere de todo cuanto vi en Europa. Algunas de las casas están pintadas al fresco, similares a las de Génova, y la mayor parte de ellas tienen al frente balcones de hierro, muy elegantemente forjados, doseles y forradas con mosaicos de porcelana. Cada casa usualmente forma un patio cuadrado en su centro rodeado de corredores abiertos, las balaustradas de los cuales están recubiertas con tiesos de porcelana con flores y plantas, lo cual produce un agradable efecto y refrescante frescura. Las casas son en general grandes y altas, con muros revocados pintados al temple; no vi ninguno empapelado; el mueblaje no elegante, al menos al estilo de un inglés, pero cada sala o estancia tiene un modelo en cera del Niñito Redentor o algún Santo o la pintura de la Virgen de Guadaloupe (sic), una Magdalena o la Crucifixión, cuyos marcos son frecuentemente de plata. Los pisos están enlosados de manera semejante a los de Francia y descubiertos, no se usan tapetes ni son ciertamente necesarios con semejante clima. La mayoría de las residencias en la ciudad tienen una fuente de buena agua la que es conducida por tuberías de barro –un gran lujo en la estación calurosa. La familia de un propietario usualmente reside en el piso alto, la planta baja está ocupada por tiendas, almacenes, oficinal, etc., etc., y el entresuelo por empleados y sirvientes.

 

           

            Los templos

 

            Puebla de los Ángeles tiene sesenta iglesias, nueve monasterios, trece conventos de monjas, y veintitrés colegios, la detallada descripción de los cuales debe ocupar volúmenes y aún quedará mucho por describir. Son lo más suntuoso que jamás he visto. Los de Milán, Génova y Roma están construidos con mejor gusto, pero la rica decoración interior, la cantidad y valor de los ornamentos del altar y la riqueza de las vestiduras, son superadas por las iglesias de Puebla y México.

            En un trabajo rápido y general comprendo que sería tan imposible como contradictorio registrar detalles minuciosos de la historia, la arquitectura, etc., etc., de cada templo en particular; y, de verdad confieso mi incompetencia para tarea semejante, lo cual probablemente la mayor parte de mis lectores no habrá de lamentar. Mucho también del minucioso detalle de una iglesia católica sería incomprensible en un país protestante; me daré por satisfecho, por tanto, con no dar más que un esbozo de unos cuantos de los más notables edificios que me fue posible visitar en el breve lapso que permanecí en la ciudad.

 

            La catedral

 

            La Catedral que forma uno delos lados de la gran plaza es una gran mole con pequeños adornos arquitectónicos en su exterior, pero su mueblaje interior, si puedo llamarlo así, es de una riqueza que rebasa toda descripción. Está tan cubierto de adornos, que la totalidad de su hermoso efecto está considerablemente disminuida. El centro del cuerpo, por ejemplo, está tan recargado que obstruye la vista de su longitud.

            Hacia el sur está situado el altar mayor, el más magnífico templo de exquisita factura manual, de diseños romanos pero ejecutado en México y con materiales nativos. Es de dimensiones tales que ocupa una parte considerable de la catedral y aún se prolonga dentro de la cúpula, El error estriba en ser tan grande, siendo desproporcionado para el edificio dentro del cual está situado, y también demasiado moderno para armonizar con los objetos que lo circundan. Los materiales son el más hermoso mármol y preciadas piedras que pueden encontrarse en Nueva España; sus numerosas y altas columnas con plintos y capiteles de oro bruñido, el magnífico altar de piedra tupido de estatuas, etc., etc., poseen un efecto inigualado. He viajado por la mayor parte de Europa y no conozco nada como esto; y sólo me apena que no pertenezca a un edificio más digno de él.

            Los altares laterales están todos llenos en demasía con estatuas, tallados, dorados, candeleros de plata, balaustradas, candelabros de oro, etc., etc. Entre las numerosas pinturas que están montadas en paneles, enmarcadas en espléndidos marcos, hay algunas que parecen ser de gran calidad, pero todo acercamiento hasta ellas está impedido por barandales y, se permite la entrada de tan poca luz, que se pierden en la oscuridad. Era Semana Santa y por la noche acompañé al Sr. Furlong y a su esposa al oficio de tinieblas y nunca pensé tan espléndida escena: Verdaderamente sobrepasó en magnificencia a todo cuanto conocí en las pompas cortesanas: Toda la catedral y sus costosos adornos y su intrincado techo dorado, estaban dispuestos e iluminados por miles de velas de cera que reflejaban su luz en candelabros de oro y plata de finísima hechura manual; un altar cubierto con un servicio de plata maciza tan reluciente como salido apenas de las manos del artesano; un grupo de clérigos que oficiaban portando las más ricas vestiduras; el ondear de los estandartes, la música solemne, y una gran y bien dirigida orquesta; aquel corazón que se haya mantenido indiferente entre semejante escena. Debe ser en verdad un corazón de veras frío; - aquel que quisiera presenciar el lujo de una ceremonia religiosa debería visitar Puebla.

 

           

San Felipe Neri

 

            El Sr. Furlong a quien ya presenté antes y es muy respetable en el condado de Wicklow, y es un magistrado, nos acompañó a la iglesia de San Felipe Neri, la cual, a excepción de la catedral, es una de las construcciones más grandes de la ciudad. La arquitectura interior es buena y las decoraciones de muy buen gusto. Como era Semana Santa (según dije antes) los altares estaban vestidos con sus más ricos ornamentos pero de ellos hablaré más adelante. El hermano del Sr. Furlong, que es el Superior me prometió una visita a todo el establecimiento anexo perteneciente a la iglesia. Es un lugar de reclusión religiosa llamado casa de retiro espiritual en la cual personas de ambos sexos, deseosos de alejarse del ruido y confusión del mundo, se alojan para recuperarse por medio de las oraciones en silencio y soledad para los sacramentos y otros deberes requeridos por la religión católica; pueden recluirse gratuitamente por un lapso de ocho días. La construcción dedicada a tan noble propósito está calculada admirablemente para sustraer la mente de todos los eventos humanos y para prepararla a recibir la inspiración divina por medio de la separación de todo lo referente a l temporal y terreno y ha sido ampliamente beneficiada con mayores donaciones que las de cualquier institución de caridad en Europa. La estructura en sí es magnífica y de mayores dimensiones que los palacios de Gran Bretaña. Se compone de dos patios, uno de los cuales tiene un fino jardín al cual ven las ventanas ocupadas por los penitentes. Cada persona tiene una habitación confortable y cómoda conteniendo un crucifijo pequeño y bien trabajado y otros emblemas religiosos y una cama, una silla y una mesa de madera. Pude contar setenta y un apartamentos todos numerados donde pasan la mayor parte del tiempo los penitentes, a excepción de sus encuentros durante las breves y frugales comidas, o durante las horas señaladas de devoción comunitaria en la capilla. Las largas galerías en las que pueden disfrutar del ejercicio son de un esplendor maravilloso, adornadas por crucifijos de plata y oro macizos y otros ornamentos religiosos, formando un contraste muy marcado con las celdas sombrías en las cuales las almas solitarias pasan la mayor parte de tiempo. También están decoradas con pinturas excelentes, la mayoría de la vieja escuela, tomando como tema la Sagrada Escritura o ilustrando las vidas de los más notables patriarcas, santos y mártires. Citas apropiadas en español de los Salmos de David acompañan las pinturas y otros fragmentos de las Escrituras Sagradas adaptadas de la mejor forma para inspirar gratitud por la caridad del omnipotente creador para que después de su reclusión regresen al mundo pecador las almas mejoradas y perdonadas. Las habitaciones son ocupadas generalmente doce veces al año y algunas más a menudo, de manera que más de mil personas gozan el beneficio de esta piadosa fundación anualmente.

            El aposento es ocupado alternadamente por hombres y mujeres viviendo también los religiosos -de ambos sexos en patios separados. El reverendo hermano de nuestro guía estaba en casa pero nosotros entramos a sus habitaciones y las encontramos muy bien amuebladas teniendo algunas buenas pinturas y grabados flamencos con temas sagrados. Me sorprendió bastante ver algunos autores modernos, entre ellos Volney, Voltaire y otros considerados por la iglesia de Roma como inculcadores de principios liberales; pero al fijarnos cuidadosamente encontramos que cada hoja estaba rasgada por la mitad y a lo largo, pues ocurrió que habían sido entregadas por los penitentes a sus directores espirituales, por escrúpulos de conciencia.

           

 

            Un náufrago en Puebla

 

            El hecho siguiente me fue relatado por el Reverendo Superior y su hermano. Ocurrió aproximadamente hace cuarenta o cincuenta años que un caballero escocés de nombre M’Taggart, había naufragado en algún lugar de la costa mexicana  y había encontrado su camino hasta esta ciudad recolectando plantas y hierbas durante su viaje y diciéndose un coleccionista botánico de una sociedad en Edimburgo. Fue retenido en esta ciudad por muchos años; finalmente abrazó la religión católica, ganó considerable estima por su piedad y sabiduría y murió en este establecimiento con gran pesar de toda la ciudad. Muy posiblemente fue un hombre de gran gusto en las Bellas Artes, como puede vislumbrarse por el armario de ricas gemas, antigüedades y algunas pinturas de primera calidad en su colección, dejadas por él a la casa de retiro espiritual.

            Del Reverendo Sr. Furlong que es un hombre de muchos conocimientos y gran erudición, recibí la más cortés atención y hospitalidad. Posee una buena biblioteca particular, a la cual me permitió libre acceso, pero no pude encontrar ni una página que describiera a esta noble ciudad y no hubo nunca un español, que yo sepa, que haya escrito sobre este tema.

 

           

            La biblioteca del Obispo

 

            Uno de los clérigos nos llevó a la biblioteca del palacio del Obispo; es una hermosa habitación de unos doscientos pies de largo por cuarenta y cinco pies de ancho y bien dorada de libros la mayoría de los cuales están encuadernados en pergamino y escritos en idioma español y creo que algunos en francés y uno en inglés.1 Una biblia en español con láminas, nos fue mostrada como una gran curiosidad, pero no había ningún misal iluminado  y manuscrito tan comunes en nuestras bibliotecas. Sobre mi pregunta por los escritos manuscritos, o Pinturas Jeroglíficas del México Antiguo de antes de la Conquista, se me informó que había treinta y dos volúmenes de ellos; pero al insistir sobre el asunto, ellos dijeron que estaban encerrados y no podían ser vistos, y después que “ellos habían sido trasladados a México”. Una parte de la biblioteca consiste en controversias sobre la divinidad, pero esta parte sólo era permitida leer a la clerecía. Nada pudo exceder la atención y cortesía del bibliotecario; en la usual frase española me dijo que todo estaba a mi disposición. El abrió una gran ventana para mostrarme el jardín del Obispo, y quedé encantado con un glorioso espécimen de convólvulos, que crecía en el centro; fue así preparado como para cubrir la totalidad de un gran árbol; sus resplandecientes y abundantes flores encendidas se extendían sobre el oscuro follaje, desde el suelo hasta una imponente altura. Era una de las más elegantes producciones vegetales que hasta entonces había visto; y habiéndome prometido algunas semillas, espero ver un día esta planta en Inglaterra. 2 Después visitamos uno de los colegios cercanos a la biblioteca: contenía muchas habitaciones y amplias estancias para los profesores, etc., recordándome todo el conjunto de Oxford.

           

           

            La Iglesia de la Compañía

 

            La iglesia del Espíritu Santo perteneciente a los Jesuitas, es una construcción amplia y hermosa; y como todos los edificios erigidos por esa culta comunidad tiene buen gusto arquitectónico. Antes de la supresión de esta orden tenía dos colegios anexos a ella; uno de ellos estaba inmediatamente al lado y dispuesto en varias escuelas y apartamentos para profesores y conferenciantes y era tan grande como el palacio de las Tullerías, con largas galerías y corredores, teniendo cada puerta una inscripción de la rama de conocimiento a la cual estaba destinada. Las paredes todavía están cubiertas con pinturas, y, a pesar de la actual condición ruinosa, este colegio da una gran idea de la riqueza de esta orden actualmente reprimida, la más culta e ilustrada de toda la clerecía Católica.

            Los apartamentos de los padres cuando la institución tenía gran prosperidad, estaban dispuestos en forma similar, consistiendo en dos cuartos, uno de los cuales era una biblioteca que contenía algunas obras científicas y, generalmente, una pequeña colección de botánica, minerología y conquiliología:3 la otra apropiada para propósitos generales de la vida, estaba amueblada confortable y sencillamente.

            Anteriormente, cada uno de los adres era atendido en silencio por dos jóvenes estudiantes, los cuales, a través de su conducta, demostraban la veneración que les tenían a sus instructores, mientras que el superior generalmente, les hablaba en el estilo afectuoso de un padre. Hay fundaciones similares de los Jesuitas en Roma.

 

 

            Santo Domingo

 

            Visitamos la iglesia y monasterio de San Agustín, uno de los de primera clase, con un altar cuadrado y en alto hecho de plata, ornamentado con estatuas de mármol de tamaño natural, la sacristía amplia y decorada soberbiamente, con una pintura de más de cuarenta pies de largo. El monasterio es espacioso, pero hoy en día aloja solamente a veinte frailes, con un ingreso de 2,000 dólares, a pesar de que alguna vez tuvo un beneficio de 100, 000. Uno de los hermanos se unió a nosotros, y después de ser informado que éramos Británicos, lo que para él significaba que no éramos Cristianos, dijo una pequeña oración por nuestra conversión y, probablemente como un primer paso hacia tan deseado propósito, nos mostró toda la atención posible, explicándonos una serie de pinturas ilustrativas de la vida de Santa Mónica y de su hijo San Agustín. Posteriormente nos condujo a su celda, presentándonos a los jóvenes que estudiaban bajo su auspicio, y nos explicó las reglas y reglamentos de la casa.

            Nunca había encontrado clérigos tan humildes, amables y corteses hacia los extraños como los clérigos de Puebla de los Ángeles.

            Las ventanas, como las de muchos de los monasterios e iglesias están formados por una sola lámina de fuerte y transparente alabastro, que deja pasar una apacible luz parecida al mejor efecto de la luz de luna, y que se adapta perfectamente al clima estudioso y devoto del lugar. La fuente bautismal y otros recipientes sagrados usados en las iglesias y que generalmente son muy grandes, están compuestos por una sola pieza de esta piedra, a cual al estar cortada muy delgada parece transparente, y deja pasar la luz a través de sus lados. Esta piedra se encuentra a algunas leguas de la ciudad, y algunos bloques de ella pueden ser transportados a Vera Cruz (sic) a un costo insignificante; exportado de esta forma, sería ciertamente un lujo valioso en Inglaterra, Francia y particularmente en Italia. Para las ventanas de una biblioteca no conozco ningún material a través del cual la luz sea más uniforme y agradablemente difusa, -difícilmente se percibe una sombra.

            La iglesia y el monasterio de Santo Domingo –al igual que San Agustín, son grandes y sencillos en su exterior, exceptuando la cúpula del sagrario, la cual está cubierta con mosaicos pintados y esmaltados. El interior es muy espacioso; el altar mayor (el cual está colocado al final de unos escalones), con sus ornamentos, es todo de plata y, cerca de las barandillas, hay dos perros del mismo metal de tamaño natural sobre pedestales de oro y plata. La sacristía, al lado izquierdo de la iglesia, es una masa de relieves, pinturas y dorados en el rico estilo de algunos de nuestros más antiguos edificios. El tabernáculo, en el centro, tiene 30 pies de alto cuyos materiales son oro, plata y mármol, los barandales son todos de plata y, las paredes del claustro, están cubiertas de pinturas con los milagros del Santo patrón.

           

 

            La semana santa

 

            Siendo Jueves Santo, una gran festividad en la religión Católica, asistí a la catedral y presencié la ceremonia conmemorando el lavatorio de pies. El obispo estaba fuera de la ciudad, pero las mismas costumbres se llevaron a cabo como si hubiera estado presente. Después de algunas oraciones y ceremonias, doce indigentes, vistiendo ropa nueva, fueron escoltados cada uno por un caballero de la ciudad hasta donde el deán, ayudado por sus clérigos, se arrodilló y lavó los pies de cada uno en sucesión en una gran palangana de plata. Todo esto fue dirigido con gran pompa religiosa, y, al concluir, cada indigente fue conducido a su casa por el caballero que lo había vestido y presentado, y el cual se responsabilizaba de mantenerlo por un año.

 

           

            Santa Mónica

            La pequeña iglesia del convento de Santa Mónica, por la riqueza de sus techos abovedados y sus muros totalmente incrustados de elaborados relieves, merece ser mencionada. También contiene algunas pinturas, estatuas y ornamentos de plata.

 

 

            La ciudad

 

            Puebla está gobernada por cuatro Alcaldes o corregidores, (y dieciséis oficiales a cargo de ellos), que pueden ser considerados como los concejales de nuestras ciudades. La policía parece ser buena y estar bien organizada. Bellos coces de alquiler tirados por mulas, están parados en la gran plaza, listos para ser alquilados. También aquí el mercado es llevado y está muy bien dotado por los indios con todos los artículos comestibles, excepto pescado, que es muy apreciado y escaso, debido a la distancia que existe entre este sitio y el mar, y la necesidad de ríos y lagos. Incluso el pescado, a pesar de todo, se recibe a menudo de grandes distancias, encerrado en tortas de pasta burda, a medio cocer para preservarlo. Los mercados de aquí, como en la mayoría de las ciudades mexicanas, comienzan al amanecer del día, y es una vista interesante para el extranjero ver apiñarse a los mercaderes en sus diversas tribus indígenas, ocupados en arreglar y disponer las diferentes comodidades para su provecho; todos colocados sobre el piso y protegidos del sol por medio de una burda sombrilla. Las mujeres indígenas, limpias, y pulcramente vestidas, rodeadas por sus hijos, exponían para la venta las frutas y verduras tropicales que son traídas de lejos de los distritos de clima más cálido (Tierras callientes) (sic). Las aves de corral, que son abundantes y baratas, ocupan otra sección del mercado, y las carnes cocinadas una tercera –aquí los indígenas, con fogatas de carbón, preparan en grandes cantidades y variedades, carnes, aves y verduras; su cocina está sazonada generalmente con chile, el ingrediente favorito de los nativos. Grandes cantidades de loza de barro se exponen también en los mercados, y el extranjero quedará complacido al observar la atractiva manera en la que las mujeres indígenas producen una gran variedad de soluciones de todos colores y sabores. Un vaso, mucho más que cualquiera hecho en Europa, de loza roja, parecido a los Etruscos, es llenado con agua y casi enterrado en arena húmeda. Una variedad de flores principalmente amapolas, se introducen en la arena, entre la cual están los vasos conteniendo las bebidas multicolores, las cuales, se sirven por una bicoca con chocolate, pulque o hielos, por pulcras y respetables mujeres. El pan se prepara en muchas variedades y formas, y Europa no podría preparar mejor pan de trigo que el que se encuentra aquí: en verdad todos los menesteres y la mayoría de los lujos (excepto el pescado), pueden obtenerse a precios razonables.

           

           

            La loza poblana, los jabones, los dulces

 

            Puebla fue en otro tiempo celebrada por sus fábricas de tela de lana burda, pero ahora ha descendido en esta rama de manufactura. Visitamos fábricas de loza y vidrio; en la primera vimos grandes piezas ornamentales muy semejantes en diseño y color a aquellas de China traídas de oriente. La pintura es ejecutada por hombres sentados en el suelo. La maquinaria para la molienda de la piedra usada en el barniz, y para convertirla en mercancía, es muy simple y burda. Estaban encantados con nuestra visita, y sin titubeos explicaron todo el proceso. Estaban enterados de su gran atraso con relación a las manufacturas europeas, y nos informaron que aún no se ha encontrado en México una arcilla adecuada para la fabrication de porcelana o cerámica fina; pero en la arcilla roja sí superan a aquellas, tanto en la elegancia de formas y diseños como en el tamaño y brillantez. La totalidad de sus utensilios de cocina está constituida por estas piezas de barro cocido, desconociendo en ellas los recipientes de metal; para el caso lo anterior es preferible, y tan barato, que unos cuantos chelines serían suficientes para satisfacer los requisitos de la cousine de un caballero.

            La manufactura de vidrio se ha incrementado últimamente, y es muy probable que, en poco tiempo, la adopción de alguna de nuestra maquinaria para la preparación de materiales, descontinúe la importación de Europa. Copian muy bien las formas, y en la textura y color de su vidrio ya rivalizan con nosotros.

            El jabón es un artículo de comercio considerable en Puebla y es mandado desde aquí a la mayoría de las ciudades de Nueva España. Se le da forma de pájaros, pescados, animales o frutas; -en verdad le dan miles de formas fantásticas.

            El repostero mexicano se distingue por sus dulces y pasteles que son artículos que gozan de gran demanda en las mesas españolas. Me dijeron que en la coronación del Emperador, más de quinientas variedades de dulces fueron servidas como postre.

            El hecho de que muchos habitantes de Puebla sean acaudalados se confirma por sus equipajes y sus comitivas: bellos carruajes tirados por mulas ricamente adornadas, atendidos por sirvientes con vistosos uniformes, pasean por calles, alamedas o paseos públicos, particularmente los domingos y días festivo; pero el paseo no es digno de tan fina ciudad, y pierde mucho su interés a los ojos de los europeos por la casi total ausencia de damas, excepto aquellas que viajan en sus carruajes; ciertamente sólo en las procesiones, y en su camino de ida y vuelta a la iglesia, se ve a las mujeres de alcurnia den las calles –las cuales en la fecha anterior eran muy concurridas por gente de todos los rangos. Asientos ocasionales y lugares elevados se rentan, y a pesar de que estas ceremonias son tan espectaculares no son infrecuentes, su interés y atractivo se mantienen vivos.

            Se ha recibido el comunicado de que el Emperador ha renunciado a su gobierno y lo ha dejado en manos de los republicanos, y con esta noticia abandonamos la ciudad en un carruaje, tirado por ocho mulas, y conducidos por dos postillones Indígenas, padre e hijo. Evitamos el camino directo con el propósito de visitar a antigua ciudad de Cholula, aproximadamente a seis millas de distancia.

 

1 Era la vida de uno de los de Inglaterra.

2 Bullock, se lleva la planta y en Inglaterra es plantada en el Jardín Botánico de la calle Sloan de Londres. El espécimen de convólvulos es una enredadera, es una planta poligonácea.

3 Es el estudio de los moluscos y de las conchas que cubren a muchos de ellos.

 

Bullock, William

Six months Residence and Travels in Mexico, London, John Murray 1842. Capítulo VI, pp.77-110. Traducción Coral Ibarra Yunez.

 

Bullock inicia su viaje el 11 de diciembre de 1822 desde Portsmouth, llegando a Puebla el 22 de marzo de 1823 se queda en el lugar hasta el día 28. Su visita al país terina el 31 de agosto. Llegó a Portsmouth el 8 de noviembre de 1823.

            William Bullock, fue propietario del Museo de Londres, cuando llega a México, lo hace para buscar curiosidades y antigüedades, o sea que es un hombre de empresa. Conoce la obra de Humboldt, menciona que no es escritor, pero la descripción que hace de nuestro país es amena.

            Reunió algunas antigüedades que se le permitió trasladar a Londres, en calidad de préstamo, la Tira de la peregrinación azteca (Códice Boturini) fue reproducida y publicada en el primer tomo de Antiquities of Mexico en 1831. El original fue devuelto oportunamente.

            Su viaje también obedece al interés de abrir el comercio con Inglaterra, muy especialmente en el aspecto minero, por ello se preocupó por visitar los sitios mineros.

 

(Por la transcripción: Victoria Sandoval/Taller de Periodismo Narrativo)

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