Veracruz: el cementerio de nuestro periodismo
2011 a 2015: 15 periodistas muertos. Una empleada de un periódico también. Al menos dos desaparecidos. El saldo de hacer periodismo en Veracruz.
Noel López Olguín, 45 años de edad. Trabajaba para Horizonte, La Verdad y Noticias de Acayucan. Desapareció el 8 de marzo de 2011. Su cuerpo fue encontrado el 1 de junio de ese año. Se culpó a un supuesto sicario de su asesinato. A la fecha no se ha resuelto el caso.
Miguel Ángel López Velasco, conocido como Milo Vela. 55 años de edad. Periodista deNotiver.
Misael López Solana, de 21 años, fotógrafo de Notiver e hijo de López Velasco. Asesinados por un comando armado el 20 de junio de 2011 en su casa. Se culpó a un supuesto narcotraficante de su asesinato. A la fecha no se ha resuelto el caso.
Yolanda Ordaz de la Cruz, 48 años de edad. Reportera de Notiver. Desaparecida el 24 de julio de 2011. Su cuerpo, decapitado, fue encontrado dos días después. Se culpó a un supuesto narcotraficante de su asesinato. A la fecha no se ha resuelto el caso.
Regina Martínez Pérez, 48 años de edad. Corresponsal de Proceso. Estrangulada en su casa el 28 de abril de 2012. Las autoridades locales concluyeron que fue víctima de un robo y/o un crimen pasional. El gobierno local nunca investigó si su muerte estuvo relacionada con su trabajo.
Guillermo Luna Varela, fotógrafo para Notiver, de 21 años de edad; Gabriel Huge Córdova, fotógrafo para Notiver, de 37 años de edad; Esteban Rodríguez Rodríguez, reportero del periódico AZ, de 30 años de edad y Ana Irasema Becerra Jiménez, de 33 años de edad, empleada administrativa de El Dictamen. Sus cuerpos fueron encontrados el 3 de mayo de 2012, el Día mundial de la libertad de prensa, en bolsas de basura. Las autoridades culparon a supuestos narcotraficantes de los cuatro homicidios y cerraron el caso. Los detenidos fueron presentados con las credenciales de los asesinados. A la fecha se desconoce el motivo de su muerte.
Víctor Manuel Báez Chino, 46 años de edad. Reportero del sitio reporterospoliciacos.com. Desapareció el 13 de junio de 2012, su cuerpo, mutilado, fue recuperado un día después. Al igual que en los demás casos, el gobierno culpó al crimen organizado de su homicidio. A la fecha se desconoce el motivo de su muerte.
Miguel Morales Estrada, 35 años de edad, desaparecido el 25 de julio de 2012. Fotógrafo del Diario de Poza Rica. El caso sigue abierto.
Sergio Landa Rosales, periodista del Diario de Cardel. Secuestrado el 26 de noviembre de 2012, desaparecido desde entonces. El caso sigue abierto.
Gregorio Jiménez de la Cruz, 43 años de edad, reportero del diario Notisur. Desapareció el 6 de febrero de 2014. Su cuerpo fue encontrado seis días después. El gobernador dijo que fue asesinado por “problemas personales”; sus familiares acusan que fue por publicar un reportaje.
Octavio Rojas Hernández, corresponsal del periódico El Buen Tono. Asesinado en su casa en Cosolapa, Oaxaca, en la frontera con Veracruz. El caso sigue abierto.
Moisés Sánchez Cerezo, 49 años de edad, director de La Unión. Secuestrado el 2 de enero de 2015. Su cuerpo apareció el 24 de enero, decapitado. El gobernador lo describió como “un taxista”. Omar Cruz Reyes, presidente municipal de Medellín, fue acusado de ser el autor intelectual de su homicidio.
Armando Saldaña Morales, 53 años de edad, periodista de la estación La Ke Buena. Asesinado el 4 de mayo de 2015. Su cuerpo fue encontrado con cuatro balazos y señales de tortura en la frontera entre Oaxaca y Veracruz. La investigación sigue abierta.
Juan Mendoza Delgado, 46 años de edad, director del portal Escribiendo la verdad. Reportado como desaparecido el 1 de junio de 2015. Su cuerpo, atropellado, fue hallado al día siguiente. La investigación sigue abierta.
Rubén Espinosa Becerril, 31 años de edad, corresponsal de Proceso y Cuartoscuro en Veracruz. Asesinado el 31 de julio de 2015. Se había ido del estado semanas antes tras denunciar amenazas.
Todos ellos muertos durante el sexenio de Javier Duarte, quien el 30 de junio de 2015, dirigiéndose a periodistas en un discurso, dijo lo siguiente: “Se lo digo a ustedes, por su familia, pero también por la mía, porque si algo les pasa a ustedes a mí me crucifican todos (sic). Pórtense bien, todos sabemos quiénes andan en malos pasos, dicen que en Veracruz sólo no se sabe lo que todavía no se nos ocurre. Todos sabemos quiénes, de alguna u otra manera, tienen vinculación con estos grupos… todos sabemos quiénes tienen vínculos y quiénes están metidos con el hampa… ¡Pórtense bien, por favor!, se los suplico. Vienen tiempos difíciles”.
Veracruz, el cementerio de nuestro periodismo.