Un grupo de científicos mexicanos asociados en la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, han hecho pública su postura y nos invitan a respaldar su denucia por el ecocidio cometido por el gobierno federal contra los manglares en Cancún.
(La foto de portadilla fue tomada de El Universal)
Comunicado de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad en relación al desmonte y relleno de Tajamar
25 de enero de 2016.
Externamos nuestra preocupación y rechazo ante los eventos ocurridos durante la madrugada del 16 de enero de 2016 cuando se talaron al menos 22 hectáreas de manglar para continuar con el proyecto Malecón Cancún Tajamar. Este es sólo un caso que refleja la crítica situación de pérdida de manglares a nivel nacional.
El manglar es considerado uno de los ecosistemas con mayor importancia ambiental, económica y social, no sólo en México sino a nivel mundial. De hecho, México tardó en proteger legalmente estos ecosistemas hasta la aparición de la NOM-022-SEMARNAT-2003 y el artículo 60 TER de la Ley General de Vida Silvestre en 2007. Estas disposiciones son claras respecto a la prohibición de actividades humanas que afecten de manera directa o indirecta a los ecosistemas de manglar. Además, las cuatro especies de manglar que se distribuyen en el Caribe y que constituyen la matriz en donde coexisten muchas otras especies de plantas y animales están enlistadas bajo la categoría de “Amenazadas” en la NOM-059-SEMARNAT-2010. Por lo tanto, estas acciones deben de ser analizadas y juzgadas de acuerdo a la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental.
Los estudios de datación con radiocarbono indican que los bosques de manglar han permanecido en el mismo sitio por 1000 años o más, siendo por tanto un hábitat seguro para muchas especies de hongos, bacterias, algas, crustáceos, moluscos, vertebrados e invertebrados, importantes en la captura de carbono ante el calentamiento global y como fuente externa de recursos para hábitats marinos. Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), de seguir con la actual tasa de deforestación de manglar se podría perder entre el 40 y el 50% de su cobertura para el año 2025. El deterioro ha sido tan grave que en 2011 la Auditoría Superior de la Federación reprobó a la SEMARNAT en materia de manglar por la falta de una estrategia específica y coordinada para lograr su conservación. La acción realizada en Tajamar es un botón de muestra y una preocupación social respecto a otros manglares en la misma situación de riesgo.
La Laguna del Nichupté funciona como regulador hídrico que aporta beneficios ambientales y sociales a la ciudad de Cancún. Actualmente, los manglares que la rodean enfrentan una gran presión urbana que pone en serio peligro la integridad del ecosistema y la provisión de servicios ecosistémicos a la ciudad de Cancún. Estos manglares son hábitat de muchas especies, y por su posición en la zona costera protegen de la erosión, y amortiguan los efectos devastadores de los huracanes que son comunes en la región. De hecho, son barreras naturales de protección que deben conservarse a toda costa y restaurarse forzosamente de haber sufrido algún deterioro intencional.
Los permisos para realizar esta obra fueron otorgados en julio de 2005 y la urgencia por desmontar este manglar se debe a que la vigencia de los permisos para urbanizar y lotificar vence el 17 de febrero del presente año. Proyectos como éste son incompatibles e incongruentes tanto con la legislación actual como con la visión del turismo sustentable para la región y la propia sustentabilidad de la península de Yucatán, especialmente en un sitio como Cancún que tiene ya un crecimiento desbordado. Toda la población se beneficia de los servicios ecosistémicos que brinda este manglar, pero su destrucción beneficia económicamente a unos cuantos. Por ello, el argumento esgrimido sobre el apego a la legalidad para la justificación de este ecocidio no exime a los responsables de los graves impactos ambientales, ni de la violación al derecho humano a un ambiente sano.
Como sociedad crítica y participativa debemos reorientar el enfoque de desarrollo y planificación de los nuevos espacios para el desarrollo humano. En este sentido, es urgente que se revoquen los permisos del proyecto Malecón Cancún Tajamar y que se genere un programa de restauración y rehabilitación del manglar dañado, retirando los rellenos y facilitando la regeneración. A pesar de la devastación en Tajamar, es posible que el manglar se regenere con acciones como las siguientes: 1) restablecimiento de flujos hídricos naturales en el área, 2) recuperación del nivel natural del terreno en el área del proyecto con el retiro de los rellenos, y 3) programas de reforestación de mangle respetando los patrones de zonificación natural que prevalecen en la laguna.
Es incongruente que las instituciones gubernamentales a cargo de la protección de estos ecosistemas estén promoviendo esta devastación ecológica. Estas autoridades pretenden albergar la próxima Conferencia de las Partes (COP13) de la Convención sobre la Diversidad Biológica de la Organización de las Naciones Unidas en la misma ciudad de Cancún. Ante estos eventos es necesario reflexionar sobre las capacidades del gobierno mexicano para presidir dicha conferencia.
Atentamente,
Fernando Córdova Tapia
Luis Zambrano González
Jorge López Portillo Guzmán
Rodrigo Pacheco Muñoz
Juan Carlos Martínez García
Eckart Boege Schmidt
Victor Manuel Toledo Manzur
Antonio Turrent Fernández
Omar Arellano Aguilar
Renzo D’Alessandro Nogueira
Alejandro Espinosa Calderón
Elena Álvarez Buylla
Carlos H. Ávila Bello
Alma Piñeyro Nelson
Octavio Miramontes Vidal
Enrique Leff Zimmerman
Germinal Cocho Gil
Alejandro Magallanes
Luis Tamayo Pérez
Mariana Benítez Keinrad
Alejandro de Ávila Blomberg
Iván Azuara Monter
Julio Muñoz Rubio
Gabriel Ramos Fernández
Karen Levy Gálvez
Manuel Blanco Correa Magallanes
José Luis Rojas Galavíz
Claudia Agraz Hernández
María del Consuelo Bonfil Sanders
Cristian Tovilla Hernández
Fernanda Figueroa Diaz