José Luis Servín Peña es Presidente de Educación para el Desarrollo Comunitario Emiliano Zapata, A.C. (EDUCA, A.C)
El gobernador Rafael Moreno Valle envió al Congreso local la iniciativa de Ley de Fomento a las Actividades Realizadas por Organizaciones de la Sociedad Civil (cnf. e-consulta http://tinyurl.com/lnq578w) con el objetivo inequívoco de controlar las organizaciones civiles en Puebla. En el documento el mandatario propone crear un registro estatal de estos organismos para condicionar la entrega de recursos públicos, fiscalizarlos, regular sus actividades y hasta sancionarlos (Aquí el contenido de la iniciativa de ley: http://tinyurl.com/pwrvngx). Algo parecido a la “ley bala”, denominada formalmente Ley para Proteger los Derechos Humanos y que Regula el Uso Legítimo de la Fuerza por parte de los Elementos de las Instituciones Policiales del Estado y que en los hechos, se ha confeccionado como una herramienta jurídica para la criminalización de la protesta social.
Se comenta que existen varias propuestas similares circulando en el Congreso del Estado, una de ellas de la diputada Socorro Quezada, Presidenta de la Comisión de Organizaciones No Gubernamentales, todas ellas con un común denominador: no tomar en cuenta para su elaboración a las organizaciones, que somos los que conocemos más del tema.
Formar una asociación civil, no es tan sencillo como puede parecer, una OSC o una ONG, como también pueden identificarse, tiene muchas recompensas emocionales, pero tienes que navegar a contracorriente; si en verdad tus objetivos son servir, vas en contra de lo establecido, vas a servir a la comunidad.
Los pasos para formalizar legalmente una Asociación Civil, son varios y en diversas dependencias; inicias con el nombre, trámite que tienes que hacer ante la Secretaría de Relaciones Exteriores; después, la protocolización del acta constitutiva por el Notario Público, esto, después de buscar el que te cobre más barato o menos caro; sigue la inscripción al Registro Público, ahora llamado Instituto Registral y Catastral del Estado de Puebla; cuando recoges el documento, debes darte de alta en el Sistema de Administración Tributaria de la Secretaría de Hacienda, para obtener el Registro Federal de Contribuyentes, después en el Registro Federal de las Organizaciones de la Sociedad Civil --este lo maneja el INDESOL, de la SEDESOL--, y ahí obtienes la famosa CLUNI, o sea la Clave Única de Inscripción. Este proceso no es sencillo, el acta constitutiva debe estar dentro de lo establecido por la Ley Federal de Fomento a las Actividades Realizadas por Organizaciones de la Sociedad Civil, la CLUNI, junto al RFC, son obligatorios, para todos los trámites que tengan que ver con el gobierno, son tu legitimidad. Y en Puebla, desde hace algunos años, se crea el registro en el Padrón de Organizaciones de la Sociedad Civil del Estado de Puebla, que según la propuesta de ley recién enviada, no es legal.
Así que luego de estos corajes, pagos y aproximadamente dos meses después de iniciado tu trámite, ya naciste formalmente, ahora lo que sigue es ganarse la confianza de la gente y en sentido proporcional, la desconfianza del gobierno.
Las bondades que tienen estas organizaciones han permitido que algunos candidatos a puestos de elección pretendan utilizarlas para limpiar su imagen. Por ello es que observamos organizaciones al servicio de los partidos políticos, disfrazadas, obviamente, y dependiendo del tamaño, éstas pueden observarse temporalmente, en épocas preelectorales o también son usadas clientelarmente por los gobiernos.
La ONG trabajamos en diferentes campos, pero, las que nacemos con fines que nada tienen que ver con aspiraciones de candidaturas, lo hacemos generalmente para buscar la transformación social y la mejora de la calidad de vida.
Pero, ¿cuál es la razón por lo que estas organizaciones sean el objetivo del gobierno estatal? Las que se ven como un peligro son aquellas involucradas en el desarrollo comunitario, las que han generado credibilidad, liderazgo, corresponsabilidad y resultados. Por ello, son las más visibles y las que tienen más presencia en la comunidad.
Además del impacto político actual y las iniciativas vanguardistas, que antes estaban exclusivamente bajo el dominio de los gobiernos y las corporaciones benéficas, así como su servicio humanitario, las organizaciones civiles han llegado a ser de vital importancia por su contribución en beneficio del bienestar integral de individuos y sociedades. En muchos casos las ONG hemos demostrado ser más expertas que los gobiernos a la hora de responder de manera adecuada ante necesidades concretas.
Nosotros sabemos que las ONG tenemos la responsabilidad de ser transparentes, honestas, responsables y éticas para dar una información fidedigna, y no se deben generar situaciones de manipulación para beneficio personal de sus dirigentes; por lo tanto, no nos preocupa la nueva ley estatal por la obligación de la rendición de cuentas, nos preocupa, porque estará en manos del gobierno estatal la legitimidad de nuestra organización y sabemos que los gobernantes se mueven por intereses propios y no por los de la comunidad. La propuesta de ley, por ejemplo, nos habla de la creación de la Comisión de Fomento a las Actividades de las Organizaciones Civiles que presidirá el propio Rafael Moreno Valle y estará integrada por el Secretario de Desarrollo Social, el Secretario General de Gobierno, el titular de la Secretaría de Finanzas y sólo dos vocales en representación de las ONG´s, en pocas palabras, nada democrática. Y tomando en cuenta que esta Comisión definirá las acciones del gobierno para con las organizaciones civiles y será la Secretaría de Desarrollo Social, quien regule, fiscalice y sancione a las ONG´s, entonces, estará en manos de una decisión burocrática, la existencia de nuestras organizaciones, el uso de los recursos públicos para fortalecernos o debilitarnos y como ellos, la burocracia, solo responden a los intereses del gobernante en turno, o los servimos o nos desaparecen.
Las acciones que desarrollamos en las ONG, son para llenar un vacío en los servicios del gobierno, y si el objetivo del gobernante es servir a su pueblo, entonces, su principal preocupación debería ser librar de obstáculos a las organizaciones para que puedan llevar a cabo su trabajo con mayor facilidad, y no generar leyes para controlar y de esa manera lograr que las organizaciones civiles estén al servicio del gobierno y no al de la sociedad.