• Verónica Mastretta
  • 20 Octubre 2014
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Por: Verónica Mastretta

Para estar en contexto. El año que viene, además de los cientos de millones de dinero público que se destinarán para mantener al Instituto Nacional Electoral, también de nuestros impuestos se dará a los diez partidos políticos registrados diecisiete mil millones de pesos para gastar en las campañas. Se les dará más dinero porque habrá elecciones, pero pagamos también sus gastos fijos , tales como oficinas, teléfonos o como las edecanes que tenía para atenderlo el  depuesto dirigente del PRI del DF, Cuauhtémoc Gutiérrez. Hay tres partidos de nuevo registro a los que los mexicanos ya tenemos que mantener, aunque aún no han ganado nada.

Me encontré con un amigo que durante muchos años militó en un partido. Ni para qué decir en cuál, da igual, pues hoy ya no son partidos, son franquicias. Él fue un militante entusiasta, creyente de los principios de su partido, del cual, por cierto, se ha desencantado. Viene con otro amigo que tiene vocación de servicio e interés de competir por una candidatura  a diputado en un distrito de la ciudad de Puebla. El amigo está en la edad en que aún se conservan algunas ilusiones y nunca ha estado afiliado a ningún  partido. Uno de los dueños de una franquicia partidista lo ha invitado a participar por un distrito, y ya que nos encontramos, me pide mi opinión. Le hago preguntas muy sencillas: ¿Para qué quieres ser diputado? ¿Conoce la Constitución Política de nuestro país? ¿Sabes en qué área tienes fortalezas y algo que aportar? ¿Tienes de verdad ánimo de hacer algo por México o solo ganas de echarte un tour por San Lázaro? - Neta, neta, neta:¿De verdad  te interesa tu país y tienes conocimientos duros para ser un  buen diputado? A todo dice que sí. - Bueno- le digo, pues es tu decisión. Pues sí- me contesta- pero me han dicho que si no junto  mínimo diez millones para la campaña no tengo ninguna posibilidad de ganar.- ¿Qué? ¿Cuánto? ¿Porqué?- y otra vez- ¿Que queeee?  ¿Pues no les da ya el país a todos los partidos para que paguen las campañas a los candidatos? ¿No les dan ya los planes gratuitos en medios de comunicación, que era lo más caro? ¿Para qué carajos se necesitan "mínimo" diez millones?- Es para la operación del mero día, -dice el desilusionado de su ex-franquicia.- Para regalos, para acompañarlos a votar, para los mítines.- Ajá , para todo lo que se supone que pagamos para que no pase. Pagamos para que no haya dinero sucio en las campañas, pagamos para que no haya acarreados, pagamos las pautas en medios para evitar la inequidad. Si el límite de gasto en una campaña de diputado federal es de dos millones de pesos, porqué a alguien que quiere competir le dicen en la oficina de la franquicia que necesita mínimo juntar diez millones. ¡La puertota abierta para el dinero sucio y los favores, o para que solo compitan los que tienen mucho dinero! Y claro, luego vendrá el pago de favores y de facturas.  Les salgo con la vieja historia de que el primer presidente municipal de oposición que ganó Puebla en 1995, Gabriel Hinojosa, le ganó la ciudad al entonces gobernador por el PRI y hoy migrado al PT o Morena, Manuel Bartlett, que de alquimia electoral algo sabía. O sea,  sí se puede . Gabriel ganó con organización, voluntarios, ideales y  con poquísimo dinero.¿De dónde sacan ahora esa suma? -Pues de que así es hoy, si no tienes eso no eres competitivo. Todos los partidos "operan" ese día. El día de la elección es el más caro.- ¿Sabes qué?- le digo al amigo con ilusiones  del desilusionado- si fueras mi hijo te diría que te guardaras en tu casa. Así no. Compite con el dinero que te de "la franquicia" , que para eso se los damos entre todos los contribuyentes, y si no, a tu casa. -Es competir para perder- me dice- Pues pierde y da una campaña testimonial, si es que de verdad tienes ilusiones y principios. No puedes iniciar algo de manera tan equivocada.   Y pienso en el desmadre de Iguala y su millonario alcalde Abarca, que de vendedor de sombreros y guaraches pasó a ser no solo el financiero del 30 años militante del PRI Angel Aguirre, quien se cambiara al PRD porque el PRI no le dio la candidatura a gobernador a la que aspiraba, sino presidente municipal de Iguala por el PRD, presidencia que le pensaba heredar a su hoy también prófuga esposa, hermana de los líderes de "Guerreros Unidos". Dinerales del narco en las campañas electorales.  Pienso en el panista  Braulio Zaragoza, asesinado el 27 de septiembre en la Quebrada de Acapulco, cuyos asesinos resultaron ser de su mismo partido porque no les cumplió lo que querían, uno ser diputado y el otro  ser miembro del comité ejecutivo panista en guerrero. Esos angelitos endemoniados mataron por eso. Ya están detenidos ambos. Usaron sicarios para matar a un compañero.  La nota se ha perdido en el marasmo de noticias sobre los 43 desparecidos por el narco-alcalde de Iguala, cuyo suplente es el hermano del que hasta ayer era el secretario de Salud de Acapulco, Lázaro Mazón, candidateado  por AMLO para competir por Morena el año que viene por la gubernatura de Guerrero. En la misma fatídica semana de septiembre, fue detenido en Querétaro el último de los Beltrán Leyva, viviendo como próspero empresario  y acompañado en sus negocios por  un miembro del Partido Verde Ecologista Mexicano, detenido y acusado ya de lavado de dinero. Una muy fina e indispensable amistad  para entrarle las campañas de a diez millones de pesos.

¿Seguirles dando dinero a los partidos?¿Para qué? Mantenerlos no ha evitado su deterioro. "Ni un peso más".  Ese debería ser el reclamo de todos los mexicanos hoy. Que compitan con unas reglas estrictísimas, iguales para todos. Que metan a la cárcel al que ande regalando cosas. Nada de que "Vota por  Tin Tan y agarra lo que te dan"- eso es pervertir al electorado y lucrar con sus carencias. La otra cosa sin costo que se les puede dar a los partidos es un examen psicométrico gratuito para  los que quieran ingresar a sus filas. Y pruebas obligatorias de anti doping y de confianza a todos los que quieran ser candidatos de lo que sea. En huelga de pago de impuestos nos deberíamos de poner todos hasta que se retiren los subsidios a los partidos. Lo que se les dé, que sea en especie: los exámenes de confianza, los antidoping, las pautas de medios, debates obligados, espacios iguales para sus propuestas. Sus estructuras, teléfonos, oficinas, edecanes y asistentes, que se las paguen ellos, como lo hizo el panismo cuando fue un partido de oposición leal y decente, como lo hicieron los militantes de izquierda hace años, poniendo todo, incluso arriesgando sus vidas en aras de la equidad. En todos los partidos hay buenas personas, pero han sido desplazadas por la falta de escrúpulos y el dinero chueco.  Hoy estamos en el peor de los mundos:  mantenemos a los partidos con dinero público , pero además admiten dinero prohibido que nadie cuenta pero que todos ven. Al final tenemos gobernantes y cámaras de diputados y senadores que le deben  los cargos a sus donantes obscuros, casi nunca a sus electores. Por eso: REGLAS DURISIMAS DE COMPETENCIA A LOS PARTIDOS, CANCELACIÓN DEL REGISTRO AL QUE INFRINJA HASTA UNA COMA, APORTACIONES EN PAUTAS DE MEDIOS Y  DEBATES OBLIGATORIOS,NO A LA BASURA ELECTORAL EN ESPACIOS PUBLICOS, Y SOBRE TODO, NI UN PESO MÁS DEL ERARIO PUBLICO.

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