La pintura puede ser moderna, versátil, capaz de utilizar una amplia gama de técnicas con las que el artista encuentra su estilo. Y el pintor puede estar metido en la sangre de una ciudad y hallar en ella la fortaleza de una identidad cultural, y desde ella proyectar su visión del mundo.
Puede, por ejemplo, jugar con las monjas. Hallar en ellas las ensoñaciones que seguramente corrieron por los pasillos de los conventos poblanos en una fuga de celdas y desvaríos. Monjas creadas con amor volcánico y divino; monjas roqueras envueltas en explosión de flores barrocas, monjas que cargan cristos desnudos, monjas que lo parecen, que se hincan y arrebatan por espíritus imposibles. Monjas de encierro virtual y suplicios sostenidos en el marco de sus conciencias.
Tales son las monjas de Antonio Álvarez Morán, quien este jueves 16 en la Biblioteca Virtual del Complejo Cultural Universitario, a las 6 de la tarde, responde estas pregunta simples en la conferencia “De cómo, cuándo y porqué surge su interés por las monjas”.
El maestro Antonio Alvarez Morán nació en esta ciudad en el año de 1959, y ha desarrollado una de las más importantes trayectorias de la plástica poblana. Es definido así por un crítico en la red:
“En constante movimiento, Antonio Álvarez Morán es una revelación para los ojos nuevos. Muralista, pintor de caballete y escultor de mayólicas atípicas, profesor, expositor, punk, recolector de objetos, usuario activo de las redes sociales, artista pop de los poblanismos que se apropia y representa con ellos una forma de nuestro tiempo.”
En 1975 presentó su primera exposición individual de pintura en la Casa de la Cultura de su ciudad natal. En 1982 obtuvo la licenciatura en Artes Gráficas y Diseño de la Universidad de las Américas Puebla. Radicó en Santa Fe, Nuevo México, USA por una década, donde montó exposiciones y participó en diversos proyectos culturales. En 1986 fue invitado a exponer de manera individual en Milán, Italia. Obtuvo el Primer Premio en Pintura del Festival de las Artes de Santa Fe en 1987. En 1991, comenzó a impartir clases en la UDLAP. En 1992 fue becado por el Gobierno Alemán para realizar obra en Alemania, y en 1995 por el FOESCAP. Ese año comenzó el Mural de los Poblanos en el restaurante El Mural, concluyendo el proyecto en el 2001. Durante 2004 presentó una retrospectiva publicando el catálogo “Santo Niño Pintorcito”. En 1998 estudió una Maestría en Pintura en Fort Worth, Texas, USA. En 2006 fue becado por el FONCA con el proyecto Farándula Cubista, presentándolo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en 2007. Del 2006 al 2009 pintó murales en Cholula y en 2010 el “Mural de los dichos mexicanos” y en 2012 “El mural del 5 de mayo”, en El Mural. A la fecha cuenta con 48 exposiciones individuales y ha participado en 85 colectivas. Actualmente su trabajo pictórico se ha enfocado en el estudio y la reinterpretación de la pintura colonial mexicana.