| Rita Levi-Montalcini por sí misma:
“Mi cerebro pronto tendrá un siglo…, pero no conoce la senilidad, El cuerpo se me arruga, esinevitable, ¡pero no el cerebro!” "El cerebro tiene dos hemisferios, uno arcaico que gobierna nuestros instintos y emociones, y otro más joven en el que reside nuestra capacidad de razonar. Hoy el arcaico domina, y es la causa de todas las tragedias que ocurren, como el Holocausto." "Debería agradecer a Mussolini haberme declarado raza inferior, ya que esta situación de extrema dificultad y sufrimiento me empujó a esforzarme todavía más." "El cerebro nunca debe jubilarse, sino trabajar noche y día, porque a cierta edad -como la mía- ya no es necesario dormir, es una pérdida de tiempo.""A los cien, mi mente es superior, gracias a la experiencia, que cuando tenía 20 años." "En lugar de añadir años a la vida, es mejor añadir vida a los años." "No temas a las dificultades: lo mejor surge de ellas." "La creatividad del Homo sapiens se expresa a veces elaborando ingenios mecánicos simples y perfectos, que no requieren modificaciones, y otras veces con herramientas más complejas, toscas e imperfectas que, por su propia imperfección, se prestan a ser reestructuradas." |
Semblanza
El derecho a morir con dignidad
"El cuerpo hace lo que quiere, pero yo no soy mi cuerpo, soy mi mente."
Rita Levi-Montalcini
Rita Levi Montalcini, la científica, neuróloga y política italiana que recibiera el premio nobel de medicina en l951, murió el 30 de diciembre de 2012 a la edad de 103 años. En una entrevista concedida a varios periodistas cuando cumplió cien años, dijo: "cuando ya no pueda pensar,quiero que me ayuden a morir con dignidad".
Soltera por elección, de izquierda y feminista de toda la vida, fue senadora vitalicia de manera absolutamente merecida. Esa figura de senador vitalicio no existe en México, y qué bueno, porque ya tendríamos ahí ocupando esos espacios a todas las rémoras provenientes de sindicatos o ex-gobernadores sin hueso que se las ingeniarían para conseguir ese nombramiento sin más mérito que el de haber sido políticos y vivir de eso toda su vida. Pero bueno, el caso que nos ocupa es muy diferente.
Rita Levi Montalcini seguía activa a sus cien años. Aunque ya no oía bien y veía con dificultad, asistía todos los días al Instituto Europeo para el Estudio del Cerebro, fundado por ella y en el que trabajan hasta la fecha jóvenes científicas, pues una de las tareas de Rita a lo largo de su vida fue demostrar al mundo que intelectualmente el cerebro femenino y el masculino tienen idénticas capacidades intelectuales. Su descubrimiento del FACTOR DEL CRECIMIENTO NERVIOSO (NGF) le mereció el Nobel de Medicina en l951. Su descubrimiento sigue vigente y actual para entender el crecimiento de las células, especialmente las del cerebro. Hasta poco antes de morir, Rita continuó aportando nuevos e interesantes datos a la comunidad científica. Al cumplir cien años aún trabajaba como investigadora y conferencista, y su tiempo libre lo dedicaba a un centro de educación especial para mujeres africanas que han migrado a Italia. Dormía solo tres horas y comía solo una vez al día, pues su organismo ya no necesitaba más. En una entrevista que concedió a los medios, Rita dijo que sería de izquierda hasta el final de su vida, porque entre otras cosas, es el predominio del lado derecho del cerebro y el poco desarrollo del mismo, el que le ha causado a la humanidad tantos males. El instinto primario del hombre, el que permite a los tiranos, mentirosos y manipuladores controlar a los pueblos a través de la mentira, la manipulación o el miedo, radica en el lado derecho del cerebro.
“Por eso, entre otras cosa, quiero ser de izquierda", dijo jugando. Hay que recordar que Rita tuvo que huir de Italia hacia Bélgica cuando surgió el fascismo, así que algo sabía de tiranos y otros políticos abusivos.
La vida de Rita siempre fue especial. Decidió no casarse cuando era adolecente:
"Nunca hubiera obedecido a un hombre como lo hizo mi madre con mi padre --dijo--. Casarse en esa época en Italia y en el medio en el que yo me desenvolvía, significaba renunciar a una carrera intelectual y a una vida propia. Yo soy, desde entonces, mi propio marido."
Ella creyó en que sólo la educación y el desarrollo equilibrado del cerebro no primario ni instintivo, podrían salvar a la humanidad. También, que el secreto para una larga vida sin perder las capacidades intelectuales consiste en seguir activo, en seguir pensando, leyendo y trabajando.
"Desinteresarse de uno mismo y ser indiferente a la muerte --decía--. No hay por qué temerle.”
Ritase declaró a sí misma libre pensadora y agnóstica:
"La muerte no nos golpea a nosotros, sino al cuerpo. Nuestro trabajo y nuestras obras quedan ahí."
Y sólo una cosa pidió en su testamento: "Cuando ya no pueda pensar, quiero que me ayuden a morir con dignidad".
¿No tendríamos todos derecho a eso después de una vida de trabajo y dedicación a nuestros quehaceres? Si de los diputados de Puebla y de México dependiera, ésta mujer, en caso de perder todas sus facultades, de quedar paralizada o incapacitada, tendría que morir lentamente, perdiendo la dignidad como se la hemos visto perder a muchos de los seres brillantes y queridos que han tocado nuestras vidas, sin derecho a una muerte asistida . Ojalá voces como la de Rita pongan el tema en la mesa de discusiones de las cámaras de diputados en todo el mundo en donde no se quiere ni hablar del tema de la eutanasia. Rita quiso celebrar su cumpleaños número cien sin fiestas, sino dictando una conferencia.
"Ojalá pueda ser así hasta el final."
Son las ocho de la noche y los gorriones arman una escandalera estrepitosa entre los árboles, en un ir y venir intenso antes de que la noche caiga. Todo ha quedado en silencio. ¿Así se habrá ido Rita? No encuentro en el internet datos acerca de su muerte, pero espero que haya sido con la dignidad que anheló no solo para ella, sino para todos los que llegan al final de la vida. Morir activo, trajinando, alegando, trinando, y luego retirarse, como se duerme y retira un sencillo gorrión al caer la noche.