• Ana Mastretta Yanes
  • 16 Julio 2015
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La autora de este texto es estudiante en la preparatoria Zapata en la BUAP.

 

Estudiar es poder jugar un rato con los futuros, porque son muchos y a la vez ninguno. Diversas posibilidades que retumban en cualquier parte. Es bonito imaginar que podemos manosearlos y hacerlos nuestros, a pesar de lo que digan los maestros pesimistas. Creo que piensan así porque es más fácil, a todos nos cuesta caminar en rumbos hostiles y excluyentes. Como lo son las calles de nuestra ciudad, cuyo diseño no toma en cuenta a los peatones, a los ciclistas y a las personas con alguna discapacidad física o mental.

Estoy acostumbrada a ello, crecí en la 11 Sur. Una avenida muy divertida: smog, velocidad, atropellados. Adrenalina pura al ir a la pape, a la miscelánea o al cortarse la greña. Toda una aventura que puedes vivir casi en cualquier calle de Puebla. Sublime ¿Verdad?

No. La prioridad al automóvil es sinónimo de atraso, contaminación y desigualdad. Existen alternativas, futuros que ponen en primer plano al peatón y donde andar en bici no es sólo actividad de domingos familiares, sino de movilidad urbana. Ya son realidades en muchos países y en Puebla ahí la llevamos: ha comenzado a construirse un paso peatonal en Cúmulo de Virgo. Ésta no es una obra pública más, sino el resultado del esfuerzo de alumnos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la BUAP al entablar un diálogo con la institución.

Hace meses, a modo de solución a la inseguridad vial de la avenida, la universidad anunció la construcción de un puente peatonal. En realidad, la propuesta de rectoría y de la DGO (Dirección General de Obras) no mejoraba la situación, por ello, algunos estudiantes buscaron una alternativa: un paso peatonal.




Las dos opciones.

 

A principios de este año, se realizó un foro en el que se mostraron las ventajas y desventajas de las propuestas, en el cual participaron expertos, como arquitectos y urbanistas. En marzo la universidad tomó una decisión: construir el paso peatonal a nivel banqueta. Más barato, seguro e incluyente. Al contrario de un puente peatonal más caro, propagandístico y disfuncional.

El Foro en enero


La primera propuesta.


Los argumentos contra el puente peatonal.


En Mundo Nuestro se publicaron textos sobre este proceso, escritos por un estudiante de Comunicación de la BUAP: Armando Pliego Ishikawa, activista urbano. De igual manera, en ellos se profundiza sobre la condición urbana de la zona de Angelópolis, enfatizando en los puentes peatonales.

Les dejo aquí los links:

 Entre comunicación y publicidad: el fracaso del urbanismo,

 Cúmulo de Virgo y la inseguridad vial, paso por paso por qué es mejor un paso peatonal

 La Angelópolis y la exclusión: caminar en la Atlixcayotl.

 

Con análisis, comunidad y diálogo podemos hacer nuestro lo incierto, ¿no es acaso éste un buen ejemplo? Porque la universidad y sus alumnos se necesitan. Como las calles y los peatones.

Mientras tanto, impaciencia citadina, la urbe se sigue moviendo. Nosotros con ella. 


La obra en proceso en julio de 2015



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