• Gerardo Arbaiza (Revista Contrapunto, El Salvador)
  • 25 Julio 2013
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Por: Gerardo Arbaiza (Revista Contrapunto, El Salvador)

El economista mexicano Pablo Enrique Yanes Rizo es el Jefe de la Unidad de Desarrollo Social para México, Centroamérica, Cuba, República Dominicana y Haití de la CEPAL. Experto en materia de desarrollo social en el gobierno perredista en la ciudad de México, Yanes llegó a esta organización de la ONU en el 2012. En esta entrevista realizada por el Diario Digital Contrapunto, de El Salvador, señala lo que puede ser una ruta que realmente encauce a los países latinoamericanos a un desarrollo económico y social equitativo y democrático: un proceso de cambio estructural en la economía, que significa pasar a ser economías de mayor productividad, pero con políticas sociales y fiscales de carácter redistributivo. Economías con una fuerte inversión social. 

¿Cómo lograrlo en El Salvador? ¿Cómo lograrlo en México?
Mundo Nuestro reproduce esta entrevista por considerar el alcance de esta propuesta elabora por la ONU, que bien debería encontrar una respuesta sólida en los programas de gobierno en nuestro país.

Sociedades desiguales tienden a crecer menos y a ser políticamente más inestables, afirma

SAN SALVADOR – El presidente Mauricio Funes declara en cada oportunidad posible que su gobierno ha generado la mayor inversión social en la historia salvadoreña. La defensa de esta inversión le ha acarreado enconados debates con el sector privado y político conservador del país.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), respalda esta inversión y la insipiente construcción de un sistema de protección social universal en torno a la misma. Por eso desarrolló esta semana el Foro Internacional de Protección Social, para hacer del conocimiento público experiencias latinoamericanas sobre programas sociales.

El mexicano Pablo Yanes, Jefe de la Unidad de Desarrollo Social para México, Centroamérica, Cuba, República Dominicana y Haití de la CEPAL, analiza en esta entrevista el rumbo que debe tomar el país en materia de protección social, de la mano con mayor productividad económica.

Yanes explica que para esto es necesario un pacto social entro todos los actores sociales y agrega que las políticas sociales no deben ser de corte “residual”, sino que de índole universal y que representen verdaderos procesos de redistribución de la riqueza nacional.

¿Qué interés tiene CEPAL en incentivar la inversión social en Latinoamérica, concretamente en El Salvador?

Para CEPAL, esta es la hora de la igualdad en América Latina. Tenemos que afrontar el hecho de ser una región profundamente desigual, con altos niveles de pobreza, que requiere un alto ciclo de políticas que apunten hacia  la disminución sostenida y fuerte de la desigualdad y la pobreza, para lo que se requiere una combinación de varios elementos: un proceso de cambio estructural en la economía, que significa pasar a ser economías de mayor productividad.

Junto a esto se requiere de políticas sociales y fiscales de carácter redistributivo. Solo las sociedades que realizan una fuerte inversión social, logran desarrollar patrones de crecimiento económico sostenido. La desigualdad no solo es un problema ético o social, sino que también económico. Sociedades desiguales tienden a crecer menos, a ser políticamente más inestables y por ende, la gran apuesta debe ser combatir la desigualdad y ese esfuerzo coordina políticas sociales y económicas, por eso las políticas sociales necesitan ser de gran alcance, que no solo atiendan aspectos desiguales, sino que impliquen verdaderos procesos redistributivos.

¿Qué tanto se ha avanzado acá y en la región en cuanto a políticas que redistribuyan mejor la riqueza?

Hay diferentes experiencias en América Latina, como el de Brasil, que es un país que arranca de un nivel de desigualdad muy alto y ha logrado una mejoría importante. Brasil ha implementado una combinación de política social activa, con una recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo. La política de salario mínimo en Brasil ha sido muy relevante, no solo en el término de las relaciones obrero-patronales, sino que en el hecho que muchos beneficios sociales están ligados al salario mínimo, como la pensión rural que es una pensión no contributiva, que está mandatada a ser de un salario mínimo y si este sube, la pensión también lo hace.

El Salvador está iniciando en este proceso de construir una política social de largo alcance. Hay rezagos importantes acumulados de años, pero vemos con buenos ojos el hecho que El Salvador ha podido incrementar la carga fiscal, a la vez que se le da cada vez más prioridad a la inversión social.

¿Concuerda con lo planteado con algunos sectores en el país, que este tipo de medidas deben ser focalizadas, reduciendo así su cobertura?

En términos de la controversia de las políticas sociales, esto plantea la necesidad de la construcción de un pacto social en cada país, llegar a la convicción que la pobreza y desigualdad no le convienen a nadie y que para tener sociedades más integradas y menos conflictivas se requieren mayores niveles de integración y cohesión social. Así como hay pactos que consisten en que la mejor forma de vivir en la política es la democracia, podría llegarse a un acuerdo en el que establezcan objetivos sociales que le convengan al conjunto de la sociedad.

La experiencia mundial nos demuestra que las políticas sociales que mejor se focalizan son las de carácter universal, es decir que las políticas focalizadas vienen a tener efectos residuales o compensatorios, pero que no logran una verdadera integración social. Un ex director de la CEPAL solía decir que ‘la mejor focalización es la universalidad’. Porque con la universalidad se cometen errores de exclusión y además se crean vínculos de solidaridad, en los que la suerte de todos es la suerte de uno, donde no importa el progreso solo de una persona, sino el de la sociedad en su conjunto.

En el caso de El Salvador, entendemos que se llama “Programa de protección social universal”, no solo es un programa de atención para los pobres o los más pobres. A veces faltan recursos y en ese sentido a veces hay que dirigir prioridades, pero nunca perder de vista que se debe conseguir el óptimo de recursos, porque si la política social se basa en el enfoque de derechos, este enfoque plantea como criterios la movilización máxima de los recursos disponibles y el tema de la progresividad y no regresividad.

¿Cómo volver sostenibles ese tipo de políticas?

Eso tiene que ver con una política fiscal de carácter más progresivo, porque todavía hay espacio fiscal en varios países latinoamericanos, esto aunado a la reactivación y crecimiento de la economía. En la medida que hay mayor crecimiento económico, habrá  más recursos disponibles para invertirlos en lo social y esto debería traer mayor dinamismo económico. Los recursos no son un dato dado e inamovible, tienen que ver con proceso de acuerdo, por eso la idea de un pacto social va de la mano con la idea de un pacto fiscal en un contexto de cambio estructural y de crecimiento económico con igualdad social.

¿Ha dejado de lado El Salvador la construcción de un pacto social, dada la tirante relación entre el gobierno y el sector privado?

Yo creo que en El Salvador se tomó una iniciativa importante en la creación de un Consejo Económico-Social. Un pacto, en primer lugar, no implica ausencia de diferencias, no debe haber unanimidad en todo, sino acuerdos en lo central y además esto pasa por polémicas y relaciones tirantes, hasta construir un acuerdo en lo fundamental. El ruido no debe distraer la esencia de los problemas.

Sería un poco ingenuo que de la noche a la mañana, países que vienen de grandes conflictos como El Salvador, se va a acordar un pacto social, pero si se pudo acordar un pacto por la paz, deberían hacer un pacto por la igualdad.

¿Requiere de voluntad?

Voluntad, visión de largo plazo, imaginarse el país que se quiere en 15 o 30 años.

¿A qué se le debería apostar para generar el crecimiento económico que posibilite estas políticas?

Hace falta inversión privada, inversión pública y que estas dos inversiones se destine a sectores de mayor productividad. CEPAL ha venido trabajando en El Salvador el tema de las cadenas de valor, encontrar las vocaciones productivas que concentren mayor productividad y apostar por una distribución equitativa de las ganancias de la productividad, que interese a empleadores y trabajadores.

¿A qué se debe el bajo crecimiento económico de El Salvador, respecto al resto de la región?

Es muy complicado. Los fenómenos son siempre una combinación de factores internos y externos. Sabemos que El Salvador desarrolla una discusión sobre el tipo de modelo de crecimiento económico para que este pueda traducirse en tasas más aceleradas.

¿Qué lecciones debe asumir El Salvador para enrumbar de mejor forma su sistema de protección social?

La idea es que el sistema no se conciba como el patrimonio de un gobierno, sino que el de un país. Así como los sistemas de protección social de algunos países se vuelven rasgos distintivos, como cuando fueron las Olimpiadas de Londres, uno de los cuadros de la vida inglesa fue representado por el National Health System, como algo para mostrar al mundo. Quisiera ver que en América Latina pase algo similar y hacia eso debemos apuntar.

Link: http://www.contrapunto.com.sv/politica/las-razones-de-la-desigualdad-segun-cepal

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