El sábado 26 de septiembre en Profética, a las 7 de la noche, un evento extraordinario: Poesía para beber.
Lectura en voz alta, dicen para invitarnos sus actores, nueve poetas jóvenes y ya no tanto, y todos dan una idea del alcance que la palabra puede alcanzar en Puebla.
Aquí, poemas de dos de los poetas que participan, Hernán Bravo Varela y Pablo Piceno, un ejemplo:
De Hernán Bravo Varela
Hay lo que hay
No haber amor es un amor también.
Un amor a estar solo.
Le pertenece a alguien que lo siente
por nadie.
Pertenece
a una clase de amor que nadie toma.
Es una clase por correspondencia.
También salir con alguien es entrar
al amor que sentimos
por quien venga a tomarlo.
Si saliéramos a tomar el sol,
lo tomaríamos de quien viniera.
Nos correspondería.
De Pablo Piceno
Solombra
i.
todo es para
pero tú no te preguntas
por qué nunca
te preguntas
cómo resisto
sin verte.
ii.
ya alma quieta
estréllate y para deja de andar
no es frágil ni es el aire
quiébrate estate
tiemblas
iii.
cuando hay noches
surgen lámparas
en las noches
lámparas
ana
tú
iv.
siempre puesto que
la tierra es ancha
caben llantos
dueles
siempre
v.
dueles como la fruta
que madura pronto
y nadie atrapa
y no te atrapa
vi.
toda la noche llueves sobre mí
……………………………………………………………sulamith
………………………………………………………………………..tu elixir de cenizas
vii.
sabes lo que es la indefensión?
columbus espejo hacia atrás gentrificado
inviernos fríos ohio lívido
solo como un topo solo
se respira densamente el heroísmo de ser hombre
colmo inerme
inner joy outer flour turns into powder rain
órgano cardíaco petrificado
y no bajo tus párpados
………………………………..mirarme
viii.
con el propio amor del ónphalos
que se exhibe en algún museo de algún lugar
pero que pertenecía a delfos y era
como bien se sabe
el ombligo del mundo
que nace con el desquicio de la razón
armónica
como el arte basural de un tal kurt schwitters
como se revelan los deseos más íntimos
así de íntimo como será saltar sobre tu ombligo mi cordón umbilical
en busca de un centro
con proprio quel amore
ámote
ix.
ando buscando un bosque
detrás de este bosque
que huela a tu voz