Día 1
Trato de escribir sobre el libro que estoy leyendo antes de que mis amigos lleguen y me inviten a departir una copa; no deseo ser descortés con ellos porque lo único que hacen es sacarme de la monotonía de la vida. Que no se piense que soy depresivo o que quiero salir del marasmo, soy un cerdo al que le gusta revolcarse, y un poco más, en las letras.
Quiero dejar constancia de mi lectura, por eso marcaré los días en que escribiré este texto, porque debo hallar, en el lento paso del tiempo, algo más que un par de palabras sobre El camino de Ida de Ricardo Piglia, un libro que seguramente no podrán conseguir muchos de ustedes, pero que podría valer la pena intentar leerlo.
Aquí mis primeras anotaciones,
Una novela interesante por dos cosas: es erudita y dinámica. Una historia que podría decirse de amor, de pasión, de máscaras. Una novela donde el ensayo refulge entre la prosa, y donde cada párrafo que suplanta al anterior, es aún más bello y más emocionante.
Día 2
Cuando digo que muchos de ustedes seguramente no podrán conseguir el libro, es sólo porque su costo es elevado, 295 pesos. Y si me refiero al dinero es porque se me viene a la mente como la primera y la mejor excusa para no leerlo, aunque no sea excusa, porque en realidad no hay dinero. Lo he visto cuando nos sentimos indignados ante precios elevados, y nos enojamos cuando sabemos que el dinero que ganamos no puede satisfacer nuestros deseos.
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