- Orquídea
Avenue Émile Zola No. 6, Paris, 24 de abril de 1970
Del libro abierto se desentraña por la habitación una ausencia de ojos. El libro contiene una biografía de Hölderlin que Paul Celan leyó el día en que decidió arrojarse al Sena, para cerrar los ojos y volverse un árbol que regresa hacia sus pájaros en vuelo de heridas. Leche negra brota espesa del manantial de papel. Se puede leer en él una frase subrayada: a veces el genio se oscurece y se hunde en lo más amargo de su corazón. El libro abre la boca hacia la ausencia, la grita; es un epitafio coronando el anhelado silencio de los que abren los ojos desde el otro lado para encontrarse e ir más negro en lo negro, más desnudos que una gota de agua que vuelve al mar. Junto al libro quedó la sonrisa de Celan, una sonrisa que diría Michaux había pasado por mil naufragios; la sonrisa de los que descienden con el mundo a cuestas hacia el infierno de la pureza, y también la sonrisa del destino ineludible, dela ternura azotando un látigo de palabras confesas que vacían con su gemir las tinieblas. La ausencia hace de cada palabra un estertor, coagulando suspiros en la voz de los muertos que se encierran en el círculo perfecto del adiós, anudando ramos de ceniza en el último jarrón de la noche, sobreviviendo en las palabras, puliendo las sombras hasta la médula para decir la verdad, las heridas de días que no podrán cicatrizar. Y nada en el mundo para seguir escribiendo, lo dijo él mismo, nada en el mundo por lo que un poeta haya de seguir escribiendo. En la habitación su ausencia sigue dialogando con la fuente negra. En la habitación empieza a llover una lluvia de almendras.
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Obras Completas
Paul Celan
Trotta
Páginas: 523