• Judith Castañeda Suari
  • 19 Diciembre 2013
".$creditoFoto."
Por: Judith Castañeda Suari

Es preferible soportar sobre lo cuadrado de los hombros la inmensidad de ese peso, que de tan grande puede percibirse inexistente. No, es mejor salvarse de una acusación falsa, opinarán los otros, pensando que es fácil escoger entre la aceptación de cargos tan graves y el hecho de revelar lo que intenta esconderse.

Sí, lo es; sin embargo, la balanza se inclina hacia lo que nadie elegiría. Y es que un acto así es aplicable no a una sola persona, sino a un grupo numeroso, a una organización, pues sólo de este modo es posible tal acto. La muerte de prisioneros dentro de una iglesia en llamas y cerrada, la vigilancia anterior a la deportación, el contribuir a las cámaras de gas y a las chimeneas de humo negro… Al culpable de obedecer tales instrucciones se le acusará, aunque no con tanta dureza; actuó obligado, no podía oponerse, ¿cómo hacerlo?, dirán desde fuera del juicio; a quien ordenó la ejecución, la deportación, se le juzgará sin piedad, calificándolo de monstruo, de no poseer ni los sentimientos ni la ética que hace humanos a los hombres.

Seguir leyendo en Profética, Casa de la Lectura

http://www.profetica.com.mx/libreria-2/propuestas/hanna-schmitz


Click HERE is best bookmaker in the world.
Offers Bet365 best odds.
All CMS Templates