Acercamientos a La sodomía en la Nueva España de Luis Felipe Fabre
Desde sus primeras publicaciones, Vida quieta y Una temporada en el Mictlán, se sitúa como uno de los poetas jóvenes cuya producción literaria resulta una propuesta desafiante para la poesía de corte conservador, y novedosa para aquellos que buscan formas actuales de entender el poema.
A este autor le interesa lo que no es poesía, lo que rodea a la poesía: los agujeros del poema. No le importa escribir para la posteridad sino hacer “poesía que puede desaparecer allí o convertirse en otra cosa o dar pie a otra cosa”. De ahí viene la necesidad de devorarlo todo, de ser un antropófago, de usar el recurso de la intertextualidad como ejemplo de la imposibilidad de escribir poesía: puede que no escriba un poema sino que sólo haga una parodia de la poesía que le gusta. A Fabre le interesa lo mal visto: un poema con bibliografía o personajes tradicionalmente sospechosos. Lo artificioso, lo barroco y el teatro son elementos constantes que ayudan a garantizar el enmascaramiento del yo lírico.De ahí la fascinación por el cabaret y el travesti: “criatura artificial que no pretende naturalidad jamás”. Su poesía busca evidenciar el orden binario del mundo, descomponerlo, desestabilizarlo: travestir el género literario. Es un autor cuya obra es un sí y un no: escribe desde el canon sin estar en el canon.
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