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¿Cómo es vivir en Puebla? Vivir en Puebla puede ser una grata experiencia para algunos o una mala elección para otros, todo depende de las perspectivas con que se vea y se sienta el vivir en una ciudad llena de diversidad cultural, de tradiciones y costumbres que la hacen auténtica. Y los que mejor la conocen, son sin duda los poblanos; gente que construye día a día su propia historia.

 

            Así que busco la mirada de una mujer que encuentra la ciudad día a día en los encabezados de los diarios.



Doña Magos. Fotografía de Raúl Gil, tomada de La Jornada de Oriente, de la columna Medieros, de Ana Lidya Flores.

 

            “Doña Magos” como unos la nombran, no es un elemento más de esta ciudad, es una periodiquera que día con día vende revistas, periódicos y libros en la esquina de la Avenida Juan de Palafox y Mendoza, en la esquina del portal frente al Ayuntamiento. Ella tiene 72 años, es viuda y tiene un hijo; quien ahora le apoya en su negocio y cuida de ella. La entrevisté el martes 8 de abril en el arranque de la tarde, con esa única pregunta, cómo mira a la ciudad de Puebla.

 

Mi negocio lo empezaron mis papás, pero yo estoy acá desde 1970 hasta ahorita. Decidí dedicarme a esto, porque mis papás ya estaban enfermos, ya estaban grandes y para que esto no se perdiera, me hice cargo yo. Antes este portal, era bien pacífico, había cosas de Puebla, y ahora hay varias gentes que vienen de vacaciones. Una vez un cliente me dijo: –¿Qué pasó, todavía aquí?– Sí. –Oiga y, ¿qué le hicieron a este portal?– Nada. –Sí, ora pura comida chatarra.

 

Todo ha sido muy tranquilo, todo el día estoy acá. Antes, cuando empecé, estaba desde las cuatro de la mañana y me iba hasta ocho, ocho y media de la noche, antes porque había mejor venta, ahorita ya no, nos vamos a las cinco. No he tenido accidentes, pero sí me he enfermado de diabetes, la presión, estuve internada, hasta transfusión me hicieron y apenas acabo de salir.

 

Mi vida en Puebla ha sido de puro trabajo, el día del trabajo es de descanso. Antes había cinco días al año de descanso, que es el primero del año, el primero de mayo, 16 de septiembre, 20 de noviembre y 25 de diciembre; pero ya de un tiempo acá como empezó a salir el Reforma, ya lo traen todos los días menos el 25 de diciembre, mientras hay que venir aunque sea un rato. Antes era muy tranquila la gente, era más amable, ahora como hay tanta gente de fuera, pues esto se ha vuelto un desastre, con tanta gente de fuera, pues no le interesa Puebla, hacen su vida sólo por vivir, antes no porque como ciudadanos poblanos pues la cuidábamos. Era más tranquilo todo. Era aquí en esta esquina un restaurante, luego más para allá una panadería, luego más para allá, estaba otro restaurante, donde ahorita está el Vittorius era el “papeles chinos”, así, era muy tranquilo, por allí estaba en la mera esquina la Mariana, una librería con artículos religiosos. Y donde hoy es el Viejo Pueblito antes fue una tienda de novedades que también ya desapareció. De los otros pasajes, también han cambiado, digamos era muy famoso ahí en la entrada del pasaje La Flor de Puebla, un restaurante muy famoso, de aquel lado todavía están los tacos de Oriental, que son los auténticos tacos de Oriental, porque los que ahora están son sólo franquicias, los demás son un remedo de los de antes; del parque, pues antes estuvo un kiosco muy bonito, ya desapareció también, allí tocaba la banda de música, la banda municipal los jueves y domingos, era muy bonito, muy tranquilo; la catedral no ha cambiado mucho, sólo le han hecho modificaciones en la fachada o la puerta.

 

Antes se vendía bien, pero ahora gracias a la porquería de internet ya nadie quiere leer, pero si usted se pone a pensar lo electrónico ya los volvió torpes, ya nadie lee, ahí ve a la gente con los cochinos celulares, parecen zombis, ya no piensan, por eso a mí los celulares me molestan, de ver a la gente, ¡que hay va!, ¡ya mero no ve ni por donde caminan por ir con el celular!

 

Antes había lecturas muy buenas en las revistas y periódicos, pero ahora ha cambiado mucho por tanto internet. Los periódicos que más vendo son: El Sol de Puebla, porque como trae el anuncio económico, ahí la gente ve sí hay empleo, lo que venden, lo que hace mucha falta. Casi vendo muy pocas revistas de famosos, lo que más ven son las polémicas o culturales. La gente del extranjero no compran, sólo pasan de mirones, si usted ve ya traen su comida, ya traen su agua, ¿dónde está el gran turismo?, raro es el que se sienta a comer, pero, mejor sábados y domingos acá en el centro, algo se mueve por el turismo que viene de México, de Veracruz, de Tabasco, Campeche, pero del extranjero no.

Me ha gustado vivir en Puebla, porque he vivido tranquilamente, toda mi vida había vivido en el centro, ahora me cuesta ir y venir un poco, porque ya no vivo por acá. Todavía el poco tiempo que vivieron mis papás, por acá andaba, vendía sola y una señora era la que me traía de comer, pero ya después me ayudaba mi marido. Ya él falleció también y el que me ayuda ahora es mi hijo. Pues sí vive uno con mucha tristeza por los gastos, antes, sí se fija, si se le antojaba algo pues se lo compraba, ahora hay que pensar en comprárselo, con tan poco empleo que hay acá pues la gente no tiene dinero para comprar.

Aquí se necesitaría que los empleos que surgen ahora, fueran dedicados para los poblanos, parece que al contrario, se los dan a gente de fuera. Hay estudiantes de acá que salen con su carrera ya terminada y ¿a dónde trabajan?, de choferes, de vendedores de libros, de esto, del otro, ¿para qué?, habiendo tanta gente preparada, hay algunos que tienen oportunidades y se van fueras de acá, ¿por qué?, porque no hay donde ejerzan su carrera, es muy decepcionante. Se dice que hay empleos, pero hay que ver la realidad.

 

La señora “Magos” nos ha contado parte de su vida. Y pienso en su cuestionamiento: la falta de oportunidades de trabajo [tan sólo de 1970 a 1982, los índices de desempleo fueron de 3.7% y 4.1% (esto según las estadísticas del INEGI); en octubre de 2008  a 4.11%, para 2011 incrementa el número de desempleados a 5.4%, en diciembre de 2012 se establece en un 4.47%, en diciembre de 2013 ya es de un 4.25% (cifras globales de todo el país, según el periódico El Economista e Indexmundi); en cuanto al Estado de Puebla en 2014 se ubica en un 4.1%], nos pone a pensar en las inversiones del Estado sobre el turismo y más que pensar en lo que ha cambiado desde 1970 hasta la fecha, es preocupante ver que la lectura va en descenso, que ahora “la que piensa por nosotros es la tecnología”. Con la urbanización, todo se ha intentado modernizar, hasta las formas de vida han cambiado; sin embargo, algunos cambios han traído consecuencias como el incremento de precios, salario mínimo, desempleo, pobreza, corrupción, y todo gira en torno al gobierno, a sus gobernantes, al dinero y al subdesarrollo del país.

Más que contarnos sobre sus experiencias en Puebla, Doña Magos nos hace reflexionar sobre lo que fue la ciudad, lo que es y lo que será el día de mañana, todos quieren evolucionar; pero nadie sabe cómo hacerlo de la mejor manera, pensando en su entorno y no sólo en ellos mismos. Una manera de ver la evolución de esta ciudad, para las generaciones presentes y futuras, es a través de los diarios; las personas que vivieron un pasado, sólo sus memorias les recuerdan cuan buena fue su época. Y los que vivimos en el presente, tenemos la oportunidad de corregir el futuro y de construir uno mejor.

Vaya cualquier día al zócalo, ahí encontrará a Doña Magos, envuelta en su frazada y entre sus diarios.