Carta Abierta al Gobernador Rafael Moreno Valle: detenga Ud. ese viaducto elevado sobre suelos de la cultura indígena cholulteca.
Supongo que Ud. tiene recursos y poder para violar la ley que prohíbe afectar la zona donde empiezan a construir un innecesario viaducto vial elevado sobre suelos arqueológicos mesoamericanos de las Cholulas (que ni los presidentes municipales de San Andrés y San Pedro Cholula se animan a cuestionarle).
Esa ley que Ud. esta violando con esta obra fue signada por el Presidente de la República en un decreto de 1993 y publicada en el P.O. Se basó, además, en el Plan de Nacional de Desarrollo 1989-1994 y específicamente con el “objetivo prioritario” de preservar conocimientos y vestigios de riqueza arqueológica, artística y cultural para la nación.
En el año en que se firmó ese decreto no teníamos idea aún de los alcances históricos, culturales y monumentales de ese suelo arqueológico cholulteca y el decreto refiere que el subsuelo pertenece al periodo clásico mesoamericano (circa 650 a.C.) y solo abarca un área, hoy sabemos, muy restringida (154 hectáreas, 72 áreas y 56 centiáreas en total).
Hoy, sin embargo, tenemos pruebas de vestigios de la cultura Olmeca en este valle que retrae la historia civilizatoria de Chollolan a periodos del pre-clásico mesoamericano (1200-1300 a.C.) como lo demuestran excavaciones en la vecindad san andresina de la zona que ese viaducto empieza a destruir. Y que la historia de este subsuelo perteneciente a lo que geógrafos nombran como parte de la Provincia Natural del Eje Neovolcánico tiene los más antiguos asentamientos y florecimientos culturales de los primeros pobladores recolectores cazadores que habitaron el valle poblano-tlaxcalteca hace 14 a 10 mil años antes de nuestra era. Y que hace 8000 mil años colegas han podido confirmar los primeros asentamientos sedentarios en este valle; y que las primeras aldeas sedentarias, con sofisticados sistemas de riegos y acopio de aguas y muestras de culturas simbólicas datan de 1200-800 A.c. y se encuentran precisamente (o también) en predios de Santa Catarina (hoy pertenecientes a la UDLA) y en directa inmediación de las excavaciones con maquinaria pesada que Ud. autorizó para construir ese innecesario viaducto elevado (García Cook, Ángel: 1973; 1981; 1985,1987; García Moll, Roberto: 1977; McNeish, Richard: 1972, Lauer, Wilhelm: 1979).
Usted sabe también que el viaducto que en este momento en que le escribo se esta excavando en el límite de la zona 1 protegida por ese decreto esta en zona donde la ley no permite obstrucción visual de la gran pirámide; y que por negligencia o mala fe de políticos y directores del INAH, a pesar de las insistencias de investigadores del INAH, o porque fue sometida la Institución a presiones e intereses ajenos a su mandato constitucional, la zona 2 y la declaratoria de monumentos que amplia la zona de protección legal cholulteca -incluyendo la zona que ahora esta siendo afectada- nunca fue decretada. Pero que el viaducto elevado que Ud. arrancó desciende forzosamente sobre el vértice 17 de la zona protegida “correspondiente a la esquina poniente del cruce de la vía férrea, con la calle 12 oriente” en San Pedro Cholula. Esa zona, desde 2009 lo confirmamos, resguarda una ciudadela indígena del post-clásico (circa 1300 d.C.) cholulteca. Solo la mala fe o intereses oscuros pueden llevar a un gobernador a destruir una zona arqueológica mesoamericana a sabiendas de la importancia que esta reviste para la nación pero sobre todo para los actuales pueblos indígenas de México (como si llevó a cabo en san Pedro Mario Marín).
A pesar que lo ha negado verbalmente y repetidamente el delegado del INAH en Puebla, Francisco Ortiz Pedraza, sabemos también que le ha firmado desde Noviembre 2013 un permiso para intervenir la zona. Pero nunca convocó al Consejo de Arqueología para otorgarle ese permiso y la firmó de manera clandestina e ilegal con el visto bueno de Monumentos cuando en esa zona no hay monumentos coloniales ni un decreto de protección a monumentos. Soslayando estatutos legales internos, violando la ley de 1993 y con total opacidad el delegado del INAH en Puebla no alertó a los arqueólogos que esta construcción afectará el subsuelo. Y el delegado y el Gobierno escondieron además (nos han negado como información reservada el proyecto oficial del puente vial) los alcances de este innecesario puente vial y las afectaciones al patrimonio indígena de las Cholulas (pudimos saber de los alcances de este proyecto porque alguien filtró a la red de manera anónima y con el sello de su gobierno una maqueta virtual del puente).
Sabemos también Sr. Gobernador que Ud. no acostumbra conciliar con burócratas menores como el Sr. Francisco Ortiz Esparza; que no se detiene por consideraciones expuestas y razonadas por simples ciudadanos afectados por sus decisiones; menos aún por razones de investigadores y arqueólogos que han trabajado la cultura prehispánica de la zona; y que muy probablemente (o presumiblemente) el delegado del INAH en Puebla solo recibió órdenes de la dirección federal del INAH y de CONACULTA para expedirle dicho permiso después de una conversación de conveniencia entre Uds. Y que si logramos demostrar la ilegalidad de esta obra en un juzgado justo y ajeno a sus enormes poderes será este funcionario menor el que cargará con las responsabilidades penales. O nosotros por haberle cuestionado a Ud. las violaciones a la ley y al patrimonio indígena de la nación.
Sabemos también que Ud. sabe que este puente elevado es innecesario para resolver el tráfico vial en la rotonda entre las Cholulas y Puebla. Que la Cholulas no pueden absorber más derrama de tráfico de automóviles sin destruir más patrimonio edificado por accesos del automóvil a los centros históricos. Y que existen varias alternativas para resolver el tráfico a ras de suelo; por ejemplo con una turbo rotonda que proyectaron y promueven unos ciclistas que reconocen con ello la larga tradición y cultura ciclista que ya existe para transportarse entre barrios y juntas auxiliares cholultecas.
Pero a pesar que todo me indica lo contrario, quiero pensar que apelo a su buena fe y a su conciencia histórica y cultural. Y que Ud. va detener esta dañina y absurda intervención en suelos cholultecas. Quiero pensar que entiende lo inaceptable que nos resulta más destrucción de la cultura indígena de las Cholulas. En el sub suelo de las Cholulas esta la historia de los pueblos cholultecas vencidos por la colonización europea; esta el patrimonio edificado del gran pasado mesoamericano de esta nación. No es poca nuestra pasión ni la ética que exponemos cuando salimos en su defensa.
Sr. Gobernador: muestre Ud. humildad ante ese pasado y este patrimonio de la nación y consulte y adopte otras construcciones a ras de suelo para resolver sin tanto costo un simple atasco vial entre Puebla y las Cholulas.