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Como si no fuera tanto el enojo del pueblo cholulteca, el gobierno sigue haciendo de las suyas. Ahora, para no perder la costumbre, volvieron a cerrar otra calle. Esta vez fue la 14 Oriente, la calle de piedra que está a un costado de las pirámides de Cholula… y una vez más, el caos se apodera de la entrada a la “ciudad milenaria”.

¿Por qué está cerrada?

¿Le informaron a alguien los del gobierno de San Andrés Cholula?

La versión oficial dice que necesitaba remodelación. Pero la verdad es que no estaba tan mal, es decir, en mi opinión, no era para levantar banquetas y ocasionar un desorden más.

Otras versiones dicen: “Caprichos del presidente municipal, creo que ya no le gustaba la calle. Fue en el 2010 cuando la hicieron; no tiene mucho tiempo.” Y más:  “Hubieran arreglado otras calles que sí están muy deterioradas, y no ésta (la 14 Poniente).”

Y apenas ayer el gobierno del Estado dijo que ya no harían el mentado parque en la explanada de la pirámide. ¿Qué están haciendo entonces?

Observo la calle en remodelación y veo varias cosas; polvo, ruido y personas trabajando; unas levantando lo que hasta hace unos días funcionaban como banquetas, otras, al parecer profesionales, metidas en hoyos sacando y desempolvando la historia de Cholula y paradójicamente, unos más, enterrándola encimando el concreto sobre la calle que había. En una esquina, un anuncio de advertencia para “informar” que a partir del 26 del mes pasado se cerraría la circulación de la 14 Poniente a partir de la 3 Norte hasta la 6 Sur, terminando su aviso con un “disculpe las molestias”.

“Apenas si se puede entrar a Cholula, piensas que ya la libraste, das vuelta en la avenida Miguel Alemán y te encuentras con más calles cerradas…”, me dice un señor al ver que estoy leyendo el anuncio.

Días antes leí una nota en un periódico y en resumen, vecinos de la calle en remodelación denunciaba al Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFSE) por estar derrumbando una escalinata que al parecer pertenecía a la pirámide y  pedían la supervisión o suspensión de la obra. Supongo que están desviando recursos.  Ya en el lugar, busqué dichas escalinatas pero la verdad nadie me quiso decir en donde estaba dicho hallazgo. No había nadie autorizado para dar informes.

Camino de regreso a mi casa y pienso en lo mucho que está cambiando el lugar en donde vivo. Cada día hay menos ciclistas y más turistas, cada vez conozco menos a la gente que pasa a lado mío y se va perdiendo la costumbre de saludar a las personas. Ya ni siquiera nos miramos, todos pasamos como desconocidos.

Cuando paso por el zócalo, recién pintado, lucen camionetas nuevas, una ambulancia, etc. El presidente luce lo que ha comprado por el reciente informe de gobierno. Detrás de mí viene una señora muy enojada, habla con una amiga de la mala administración, de la mala organización del horario de la basura, de las obras mal hechas y del presidente municipal de San Andrés Cholula: “Está peor --dice la señora--, ése le miente al pueblo para conseguir tierras, expropió un terreno que sería para agrandar el panteón municipal y ahora resulta que lo ocupará para un parque…”

 Quejas y quejas… Una vez más el gobierno contra Cholula.