Sueños y vértigos de altura
Carlos Mastretta Cobel, arquitecto, constructor con más de cincuenta años de experiencia en la ciudad de Puebla.
Ítalo Calvino escribió unos cuentos sobre las ciudades en un libro titulado “Las Ciudades Invisibles”. En un cuento existió una ciudad formada sólo por torres, conectadas por hilos en el espacio, a través de los cuales los ciudadanos viajaban.
Algún funcionario público leyó el cuento y le pareció una idea magnífica para aplicarla en Puebla, como una nueva y novedosa visualización de la ciudad.
En la historia de Puebla --que en realidad no es sólo del siglo XVI, sino también con superposiciones y yuxtaposiciones de los siglos XVII, XVIII, XIX, XX y ahora XXI-- se han materializado sueños y vértigos de sus autoridades y de sus habitantes. Se construyó hecho en realidad lo que en su momento se pensó sería lo mejor para la ciudad, y también grabaron su nombre en la historia de ella, aunque ésta a la larga se convirtiera en lo contrario.
Parafraseando a Ortega y Gasset, podemos aplicar que la historia de la arquitectura y de la ciudad son fruto de las circunstancias históricas.
Para quitarme el mal sabor de boca, producido por las imágenes de las torres de dicho funicular, ya en plena construcción, me sumerjo en las enseñanzas académicas con las que se deben de analizar dichos fenómenos desde el punto de vista objetivo y teórico de las ciudades y su evolución.
Beneficio Social
Indudablemente la vocación de la ciudad, y en especial del centro histórico, se va redefiniendo en un uso cultural, de vivienda y con servicios turísticos, ofreciendo más atractivo el venir y disfrutar de la ciudad. “El ocio ilustrado”.
Y desde este punto de vista la idea es buena -como lo sería el descubrir los túneles que conectaban a los edificios más importantes del centro histórico.
Desde que Puebla se ha desarrollado en un centro educativo muy importante, también son muy necesarias las actividades complementarias, como deportes, cultura, servicios, etc. Ya que esto atrae a los jóvenes.
En este punto de vista, el proyecto es acertado.
Beneficio económico
Este proyecto también traerá un beneficio económico como generador de actividades tanto para el turismo como para los propios habitantes, y al convertirse dicho teleférico en origen y destino propiciará un flujo peatonal importante de la zona de los fuertes al centro histórico.
Beneficio al Patrimonio Cultural Histórico
Aquí es a donde se abre un parteaguas entre los defensores y detractores de dicho teleférico.
Es cierto que existen ejemplos en todo el mundo sobre nuevos “usos y costumbres” que se manifiestan en arquitectura, polémicos muchas veces. Recordamos el edificio Georges Pompidou en París, construido hace 30 años y que sigue causando controversia, aunque el tejido urbano de París lo ha cubierto con un manto tenue de cierta integración-rechazo. Es un edificio que los jóvenes han hecho suyo, y junto con la Torre Eiffel y Notre Dame son los edificios más visitados de la Ciudad Lux.
Retomando a Italo Calvino, “la ciudad arcaica tiene sentido en la medida en que está pensada y escritaen la ciudad de hoy delante de los ojos”.
Si se observa desde la 2 Norte, frente a la Casa de los Muñecos, se ven tres tipos muy diferentes de arquitectura. Jorge Cubillas ponía música de Mozart a la Casa de los Muñecos, la Quinta Sinfonía de Beethoven en el Palacio de Gobierno, y música de Johan Strauss en el edificio de la Fundación Jenkins (hoy Vips), tratando de relacionar la expresión visual y auditiva de cada tiempo, con los contrastes constructivos y de materiales de cada edificio.
Y es patrimonio cultural.
Pero ¿por qué nos brinca la presencia del teleférico?
Lo que sí es un hecho, y el tiempo lo confirma, es que los buenos proyectos persisten, y en cambio, los malos desaparecen o se transforman, llevándose consigo a los autores y sus fallidos laureles.
El patrimonio es esa suma de obras y acciones que va conformando y aglutinando el ADN de una ciudad en una visión pasado-presente.
¿Puede el teleférico sumar al patrimonio de la ciudad?
Depende de el cómo se haga, pues el qué dice que sí.
El cómo:
Aquí es en donde veo el fallo de dicho proyecto, en las plazas de acceso con sus torres y su forma estética fallida.
Las plazas de acceso. Salvo la de Los Fuertes, ubicada en un espacio abierto, rodeada de posible vegetación, no ofrece conflicto. Pudo haber sido un bello ícono estético, como sí lo son el Planetario y el Auditorio de la Reforma, obras de los arquitectos Jorge Cubillas y A. Zabludozky.
Las siguientes torres, ubicadas o más bien “forzadas con calzador” en el tejido urbano, rompen, desequilibran y crean conflicto estético y social.
¿Te imaginas vivir debajo del teleférico?
Pregúntale a la familia de Velazco: ¿qué se sentirá ser observada en su casa, que se sentirá perder la privacidad? ¡Cómo afecta a muchos las decisiones equivocadas de unos pocos!
¿Por qué no se pensó en ubicarlas en los parques de la Cruz Roja, o del Paseo de San Francisco, o la plazuela de la Capilla de Dolores, a donde se pudo amortiguar su impacto negativo, inclusive con más espacios sin destruir el patrimonio histórico?
El otro pecado fue el del pobre diseño estético de las torres.
¿Te imaginas la Torre Eiffel con un diseño rectangular sobre el que se asienta un prisma con antenas con un pobre diseño estático y estético?
¿Qué hubiera diseñado el famoso arquitecto Calatrava, autor de bellos puentes y cubiertas? Él es el autor del último puente construido en Venecia, frente al Piazzale Roma construido en acero y cristal y con gran equilibrio de forma y tiempo.
Y quizás el origen vertiginoso de este proyecto fue la falta de tiempo.
Tiempo para profundizar el impacto de estas acciones.
Tiempo para analizar y escoger mejores ubicaciones de las torres.
Tiempo para un buen diseño de las torres.
Y tiempo para que la sociedad civil participara como forma de sinergia y ejercicio ciudadano.
Y ahora ¿qué queda? Como dice el buen epitafio, “el médico entierra sus errores,
el abogado los deja en la cárcel y los ingenieros y arquitectos los cubren con enredaderas coloridas.”
¡No es mala idea!
¡Volver las torres en jardines verticales!
¡Cubrirlas de verde volviéndolas ecológicas (sólo en apariencia)!
Sería más agradable, novedoso y exitoso para las autoridades.
Este es mi punto de vista personal e invito a otros académicos interesados en la ciudad a expresar su punto de vista para ayudar a construir un pensamiento sobre lo que puede ser nuestra ciudad.