Se necesita una verdadera restauración urbana
Carlos Montero Pantoja, arquitecto y doctor en Historia, investigador del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP.
Yo todavía no entiendo por qué a muchos poblanos les parece "Excelente proyecto" o "Atractivo turístico" a un teleférico. El teleférico es un medio de transporte que se utiliza para ir a destinos de alta montaña. O de una montaña a otra. Es decir, se utiliza en sitios donde cualquier otro medio resulta imposible. Las inversiones se justifican porque esos sitios suelen ser destinos turísticos.
El caso de Puebla es diferente porque su interés turístico se basa en sus valores históricos, arquitectónicos y urbanísticos (eso lo llevó a obtener la inscripción en la lista del patrimonio mundial). Este centro histórico lo que necesita es una restauración urbana para que haya mejores condiciones de habitabilidad (algo de eso se está haciendo con el proyecto del corredor turístico). El teleférico requiere altas torres (no sé cuantas), que sobrepasan la altura homogénea del centro histórico donde la elevación no puede ser mayor a seis metros (lo que se ve en el avance de algunas torres sobrepasa en mucho lo permitido, por tanto, también se viola lo reglamentado). Además, se alteran las vistas interiores y exteriores que caracterizaban la naturaleza de este territorio poblano tlaxcalteca: hacia el sur ya varias torres obstruyen la visibilidad de los volcanes; ojalá que en el centro histórico no veamos esa competencia de las torres del teleférico con las torres, cúpulas y bóvedas de esas vistas históricas que fueron descritas por los cronistas y viajeros del pasado.
En la lectura del artículo "Paisajes dialécticos: tiempos y contratiempos del habitar de Piero Zanini, encontré una frase que me trajo al imaginario de Puebla: "el perfil de la ciudad, la masa arquitectónica de la ciudad, se rompe, se estropea, se desfigura por algo extraño..." Piero dice que esto es parte de una entrevista a Pier Paolo Pasolini en un programa de televisión italiana en 1973. ¿Porque trasladé el imaginario a Puebla? Porque siento que está sucediendo eso mismo, en pleno siglo XXI, en el centro histórico de Puebla con las torres del teleférico.
A este propósito, me llamó la atención una nota periodística que colgó uno de mis contactos donde se deja entrever que la altura de cualquier elemento, en este caso, las torres del teleférico, no deben sobrepasar la altura de la torre de la iglesia del ex convento de San Francisco que es de 63 metros. ¡Por dios!, que no se inventen cosas que a la larga nos pueden hacer daño. Ayer colgué el plano de la Zona de Monumentos y allí se dice que en ese polígono la altura máxima es de seis metros. Entre tanto "ir y venir" de comentarios y expresiones de funcionarios, se pueden crear confusiones...
