• Dra. María de Lourdes Flores
  • 24 Octubre 2013
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Por: Dra. María de Lourdes Flores Lucero/BUAP/

 

San Juan Tulcingo es una comunidad de poco más de 350 habitantes. En el extremo norte de la ciudad, en la frontera con Tlaxcala, y con añejos problemas de jurisdicción --se la pelean Puebla y Cuautlancingo, que igual reniegan de ella a la hora de enfrentar sus problemas, lleva más de treinta años de lucha por su reconocimiento como colonia y por los mínimos servicios públicos. Es una más entre centenares de colonias que caen en el rubro de “asentamientos irregulares”, pero se distingue por la presencia de un equipo de investigadores de la BUAP decididos a encontrar con sus colonos alternativas a la incapacidad gubernamental frente a la pobreza y la carencia de recursos públicos.

 

Todavía no es una historia exitosa, pero en la alianza entre la investigación académica y la organización social apunta a una alternativa real contra el fracaso sostenido de los gobiernos poblanos en la planificación y el crecimiento ordenado y sustentable de la ciudad.

 

María de Lourdes Flores Lucero. Es doctora en Gestión y Valoración Urbana, Maestra en Valoraciones Inmobiliarias, ambas en la Universidad Politécnica de Cataluña, Barcelona, España. Realizó sus estudios de arquitectura en la Facultad de Arquitectura de la B. Universidad Autónoma de Puebla (FA-BUAP), México. Actualmente es profesora-investigadora en la FA-BUAP, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI 1), miembro del Padrón de Investigadores Institucional, Perfil PROMEP. Miembro del CA Sustentabilidad y Desarrollo Urbano Sustentable. Sus principales líneas de investigación son: asentamientos irregulares, planeación y gestión urbana sustentables. Ha realizado dos estancias posdoctorales, una en la Universidad de Montreal, Canadá y otra en la Universidad de Lille 1, Francia.

 

Presentamos la primera parte del texto elaborado por la Doctora Lourdes Flores Lucero, académica de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, titulado Alternativas Técnicas y de Gestión para el Saneamiento en Asentamientos Irregulares: El Caso de San Juan Tulcingo, Puebla, y que recoge la experiencia de investigación de un equipo de urbanistas en asentamientos irregulares de la ciudad de Puebla.

 

El trabajo forma parte de la investigación titulada Tecnologías Alternativas para el Desarrollo Urbano de los Asentamientos Irregulares del Municipio de Puebla, clave FLM-ING12I. Subvencionado por la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. En dicho proyecto participan como becarios los alumnos Ubaldo Ríos Pantaleón y Cristóbal Cárcamo Puga, ambos de la Licenciatura en diseño urbano ambiental de la FA-BUAP; y como auxiliares de investigación los alumnos Denisse Zamora Flores y Enrique Vergara Juárez ambos de la Facultad de Psicología de la BUAP.

 

Fue publicado originalmente en la Revista Electrónica Nova Scientia, de la Universidad De La Salle Bajío.

 

Con autorización de su autora, Mundo Nuestro inicia con su publicación en tres partes una seria relativa a la compleja realidad del desarrollo urbano en la ciudad de Puebla, sus contradicciones, sus condiciones de inequidad e injusticia extremas, que provocan no sólo la precariedad social de la vida de miles de ciudadanos, sino afectaciones ambientales quizá ya irreversibles. 

Uno de los rezagos más fuertes en materia de servicios urbanos en los asentamientos irregulares (AI) en Puebla es la falta de la red de saneamiento. Para obtener este servicio suelen pasar muchos años, a veces más de 20, como en nuestro caso de estudio ubicado en San Juan Tulcingo, Puebla.

Introducción

Actualmente, los asentamientos irregulares en el municipio de Puebla siguen presentando los mismos problemas urbanos de siempre: falta y/o marginalidad de sus infraestructuras, carencia de espacios públicos, pérdida de áreas verdes, falta de conectividad efectiva a las zonas urbanas consolidadas, por mencionar algunos. Sin embargo, el drenaje es una de las carencias que más afectan a dichos asentamientos, ocasionando, entre otras cosas, contaminación ambiental y malestar entre los habitantes.

En América Latina destaca la falta de prioridad para el tratamiento de agua en las agendas públicas, provocando que grandes cantidades de esta se viertan en cuerpos de agua y suelo y ocasionen un grave problema ambiental, un alto costo social y empeoren las ya precarias condiciones de los asentamientos irregulares aumentando el riesgo para los habitantes de contraer enfermedades. De acuerdo a Edwards (2005, 99), el agua contaminada es la principal causa de mortalidad en el mundo y la ausencia de medidas sanitarias es un atentado contra la dignidad humana y contribuye a la disminución de su calidad de vida.

Aunque los planes y discursos gubernamentales reconocen la necesidad creciente de abatir los problemas de infraestructura para el saneamiento del agua en las ciudades, las acciones propuestas todavía suelen ser generales, con técnicas convencionales (de extracción, suministro, y desecho), de corta visión y operativas en el largo plazo. Ante esta situación pensamos que una de las vías para disminuir la problemática mencionada es utilizar tecnologías alternativas para el tratamiento de aguas residuales las cuales se caracterizan según Braatz (1993, en Rosas, 2012, 23), por basarse en procedimientos naturales de depuración que no requieren de aditivos químicos. Además, sus bajos costos en cuanto a su construcción y mantenimiento, así como su independencia de las redes convencionales las hace más atractivas. No obstante, tomando en cuenta que el problema central para resolver la falta de saneamiento en los AI radica en que la capacidad gubernamental para gestionar los servicios en los asentamientos irregulares ha sido superada por la multiplicación de estos en Puebla, pensamos que la participación de organismos no gubernamentales y la comunidad se convierten en elementos claves para mejorar dicha capacidad de gestión.

El saneamiento para los asentamientos irregulares, una situación de exclusión legalizada

En Puebla existen algunos obstáculos en la gestión del agua que frenan la acción gubernamental para dotar de este servicio en sus diferentes etapas a los asentamientos irregulares. Esta gestión se desarrolla en un marco normativo general caracterizado, de acuerdo a Rodríguez (2008, 9), por contar con sistemas administrativos obsoletos, precariedad de los sistemas de gestión de servicios públicos municipales, falta de profesionalización de funcionarios municipales, ausencia de sistemas de planeación municipal, ausencia de instrumentos de gestión para incorporar una visión integral del desarrollo local, entre lo más destacado.

Aunque los discursos oficiales se manifiestan a favor de gestionar el agua en el marco del desarrollo sustentable (donde se presume la protección al medio ambiente y la inclusión social), hasta la fecha sigue prevaleciendo la visión y acción prioritaria para las zonas habitacionales consolidadas y regularizadas para dotar el servicio del agua en términos de su suministro, uso y desecho.

Aunado a lo anterior, los asentamientos irregulares en Puebla están en clara desventaja respecto a la dotación de servicios urbanos desde su etapa inicial ya que la Ley de Desarrollo Urbano Sustentable del Estado de Puebla, 2003, establece en su artículo 115 que los AI pueden iniciar un Programa para la Incorporación de los Asentamientos Irregulares al Desarrollo Urbano (mediante el cual se obtienen los servicios urbanos básicos de agua, luz, drenaje y alcantarillado) hasta que el asentamiento cuente con una densidad de construcción no menor al 50%. Este requisito es difícil de cumplir en un asentamiento irregular ya que su crecimiento es paulatino (como en nuestro caso de estudio) y llegan a pasar muchos años para alcanzar tal porcentaje. Sin embargo, casi la totalidad de los AI en Puebla obtienen el servicio de luz aunque no cumplan con este requisito. Aunque las autoridades locales, particularmente el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Puebla (SOAPAP), reconocen la gravedad del problema y manifiestan su interés y preocupación para coadyuvar al desarrollo sustentable de los asentamientos irregulares, argumentan su imposibilidad de actuar en ellos en vista de las exigencias de la mencionada Ley. Además, los costos de conexión a la red convencional en los asentamientos irregulares suele encarecerse dada la lejanía de estos respecto a las conexiones de la ciudad consolidada, como en nuestro caso de estudio (cuya conexión más cercana se localiza a un kilómetro de distancia), lo que, de acuerdo a las autoridades, significa un enorme costo de conexión y rebasa su capacidad económica para construir la infraestructura convencional adecuada.

Por su parte, aunque los programas oficiales intentan avanzar en la dotación de los servicios urbanos para todos los asentamientos de la metrópoli poblana, continúan excluyendo de alguna manera a los AI. Por ejemplo, el Programa Institucional 2011-2017 del SOAPAP reconoce la discriminación e injusticia social respecto al servicio de agua potable alcantarillado y saneamiento en las zonas irregulares al decir que en la ciudad de Puebla “existe una distribución inequitativa del servicio (…) ocasionada por el patrón irregular de los asentamientos humanos y de urbanización” (p. 11). También, establece que uno de los objetivos es “ampliar las coberturas de agua potable y alcantarillado, así como los servicios de saneamiento favoreciendo el uso de tecnologías sustentables”. Sin embargo, no se establecen estrategias ni acciones claras para alcanzar la cobertura en asentamientos irregulares y en la realidad las acciones continúan centrándose en las zonas habitacionales consolidadas. Por lo anterior, consideramos que estos últimos deberían integrarse de manera más profunda en el diagnóstico del Plan, pues representan más del 50% del crecimiento urbano de la ciudad de Puebla, de manera que se pueda ahondar en las acciones propuestas y tomar medidas preventivas que coadyuven no solo a dotar del servicio a los AI, sino a disminuir los daños ambientales ocasionados por las aguas residuales. Por supuesto que aquellos AI ubicados en zonas de riesgo deberán ser reubicados pues su situación imposibilita la determinación de dotarles de servicios públicos ya que incentivaría el crecimiento en zonas de riesgo.

Esperar a que el asentamiento tenga el 50% de densidad de construcción contribuye a dejar al margen del desarrollo urbano a los asentamientos irregulares, los cuales en espera de la dotación de infraestructuras convencionales incrementan su vulnerabilidad ante el medioambiente contaminado. Es bien sabido que políticamente esta situación se vuelve ventajosa principalmente en periodos electorales, ya que como lo indican los propios vecinos del lugar “las autoridades se acercan solo en época de elecciones y nos prometen muchas cosas pero luego (que obtienen el voto) ya nunca regresan”.

En nuestro acercamiento con las autoridades del SOAPAP pudimos percatarnos de que una de sus mayores debilidades en el proceso de gestión es el financiamiento para los proyectos y del poco personal técnico con el que cuentan para dar servicio a todo el municipio de Puebla. También nos percatamos de su disposición para implementar proyectos alternativos en materia de saneamiento y de mejorar las condiciones de este servicio urbano en todos los asentamientos humanos de su competencia.

En este contexto legal y de gestión para dotar del servicio de saneamiento a los asentamientos irregulares parecería imposible facilitarlo en el corto plazo, sin embargo, existen soluciones técnicas alternativas viables y organismos internacionales que apoyan el desarrollo de proyectos para el mejoramiento urbano en zonas pobres como veremos a continuación.

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