• Paulina Mastretta Yanes/Taller de Periodismo Narrativo
  • 16 Enero 2014
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Por: Paulina Mastretta Yanes/Taller de Periodismo Narrativo

Mundo Nuestro nos pide una crónica del informe. Yo no lo vi. Tampoco lo escuché.

Fui a caminar al río Atoyac.

Tener un lugar donde caminar en paz, donde poder andar en bicicleta sin temor a ser atropellados, donde pasear a tus mascota sin miedo a que se ponga nerviosa por los coches y con la única angustia de tener que recoger sus gracias.

Eso sí puede cambiar la vida de mucha gente.

Poder respirar un aire sano y fresco, lejos del humo de los coches.  Y conectarte con el río y hacer lo posible por curarlo, pues aún está contaminado. Pero este tipo de lugares sirven para ese propósito: miramos de cerca el río, y nos concientizamos sobre su importancia, y exigimos a las autoridades que hagan su trabajo.

El Parque Ribereño es un proyecto de eco-parque metropolitano propuesto por iniciativa de Verónica Mastretta por medio de Puebla Verde, e iniciado y construido durante el actual gobierno de Moreno Valle, el gobernador que aceptó la propuesta después de que Marín quisiera utilizar esas áreas para sus propios negocios.

Y el proyecto ha ido poco a poco.

Ubicado en la ribera del río Atoyac, va desde lo que fuera Valle Fantástico --el negocio de un amigo de Marín--, ahora Parque Ribereño, va hasta la zona de Angelópolis, en el llamado MIRA. Para este informe de gobierno y a la carrera como acostumbran siempre los políticos, lo han conectado con el Parque Lineal por medio de los puentes, que va a dar hasta el Parque del Arte, por cierto también un proyecto que rescató Verónica Mastretta con Puebla Verde --ese atropello del gobierno marinista sufrido por la organización civil en el año 2008 ya se contó en Mundo Nuestro en el reportaje de Sergio Mastretta “Milagro en Puebla” http://tinyurl.com/lpj524x--, y que este 2014 cumplirá diez años. La extensión total del Parque Ribereño es de 5 kilómetros a la orilla del río.

El parque ofrece la entrada gratis a los visitantes, con la condición de que paguen por los servicios sanitarios y de las tiendas que hay en el interior, aunque entre semana ya no hay ni una que abra, supongo que no son un gran negocio. Tiene diversas entradas, una en el MIRA, el museo enfocado en la concientización del cuidado del Río Atoyac,  otra ubicada en el puente Cúmulo de Virgo, una más en la colonia Concepción Guadalupe, y finalmente en el Eco Parque. 



Hoy el parque es un lugar ideal para todo tipo de actividades relacionadas con el deporte al aire libre, el arte, la diversión y la salud.  En él  podemos caminar, correr, andar en bicicleta, en patines y hasta pasear a nuestro perro. Gracias a la conexión que tiene con el Parque Lineal, es una buena opción para cortar el camino si queremos  ir a la zona de Angelópolis sin tener que ir en coche, además de poder acercarnos a la Estrella, la rueda de la fortuna por medio de ella. El parque lineal tiene escaleras que bajan hacia Angelópolis y las plazas comerciales cercanas, además de la IBERO y el Parque del Arte, siendo ese su punto final.

El parque ha comenzado a crear su propia vida, su propio ambiente, rodeado de árboles que disminuyen el ruido, generando mucha actividad en las personas y familias que no tenían cerca parques y ahora pueden disfrutar de uno. Ya no es necesario que se arriesguen a pasear a su perro en las calles, ahora pueden ir al Parque con él y disfrutar del panorama que ofrece. 

Cada vez que camino por él, gracias a la cercanía que tiene de mi casa, nunca deja de sorprenderme el gran número de personas que van y vienen en fachas deportivas, y con muchos perros. Me recuerdan la película La Noche de las Narices Frías en la que hay una escena en que se representa a los perros como sus dueños y a los dueños como sus perros. Y aunque no lo crean, cuando veo caminar a las personas con los perros me doy cuenta de lo real que es eso.  

Te encuentras con todo tipo de personajes, desde gente  importante, estudiantes y niños que van a hacer ejercicio o pasar el día en ese paraíso. Encuentras tiendas y botes de basura para humanos y perros, e incluso hordas de niños exploradores en todo tipo de actividades. Todas las clases sociales conviven en un solo lugar, gente de todas las edades camina por el  parque.

Cuando menos te das cuenta, el tiempo pasa volando si no tienes cuidado. Si planeas simplemente ir una hora debes asegurarte de que esa hora es la que estarás ahí pues si te  la pasas observando todas las maravillas –y algunos desperfectos—sin duda acabarás por no salir nunca.

Todo eso fue logrado gracias al esfuerzo de muchas personas, y por el apoyo del gobierno. Sin duda podemos decir muchas cosas de los políticos, y criticarlos,  pero yo si le doy un punto favorable por haber aceptado un proyecto como este pues le ha dado a la ciudad de Puebla una nueva razón de existir, y a los ciudadanos un nuevo lugar donde pasar el tiempo al lado de sus seres queridos. 

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