• Sergio Mastretta
  • 23 Noviembre 2012
".$creditoFoto."
Por: Sergio Mastretta

Ahora estoy en la asamblea, cerca de las tres de la tarde, en el campo de futbol que han enlonado entero para cobijar a los miles de zautleños que han llegado desde las 31 comunidades en apoyo de Tlamanca. En una hora echarán a los chinos de su territorio. Pero ahora escucho atento a dos hermanos, Él es un hombre que vió trabajar la mina La Lupe hace setenta años. Su hermana relatará su trato con los chinos. Los dos dan cuenta de un mundo añejo, al que no supieron mirar los chinos con su “poquito español”, diría el Señor Chiu.


“La gente dice ´no contamina nada´ --dice el señor Rivera--, cómo  no… Yo de chiquillo… porque esos mineros vienen por etapas… en el  año 1945 taba yo chiquillo y trabajé yo en la mina, era yo lonchero, ese tiempo trabajábamos adentro a barreno… y el manantial se llama Nealtican de allá arriba, se había anegado años y ai están por testigos los señores de edad, lo vieron que  ya no había agua, a nosotros nos mandaban de niños, llenábamos cántaros con cubetas, y gracias a dios ese tiempo cuando dejaron de trabajar los mineros y ya no hubo truenos adentro del cerro empezó a manar el agua, hasta ahora está transpirando, gracias a dios, por eso yo soy testigo. Y ya les comenté, me invadieron sesenta metros de largo y quince de ancho, sin permiso de ella mi hermana. Ya empezaron a comprar terrenos, qué va a pasar de aquí a diez años, ya van a ser dueños de muchas propiedades, por eso gracias a dios decimos no a la mina”.


La seguridad con la que la señora Ramona Rivera se dirige a la asamblea me hace pensar en su encuentro con los chinos. Y en por qué se fueron corriendo. Y por qué ni los empresarios mineros, mexicanos o chinos, se estrellan contra la profundidad del mundo rural de México:


“Buenas tardes señores de comunidades, yo quiero comentar algunas palabras, yo mandé una chamaca vaya a ver un poco de frijol que ta tapado y un poco de avena, y ya a poco llegó y dice, subamos, vamos a ver allí en su propiedad, ya hicieron un cuadro qué cosa como que iba a ser piso. Y de ai le digo pus vamos, vino a mi casa, me vino a ver, llegamos, y ahí está amontonado arena y grava, y ya está alambrado cada  lado, ya yo no pasé, no, ya todo está cerrado, , le digo, u hora, vamos a la casa, vamos a decir mi hermano, le digo entonces sí, era cierto, ya van a ser sus casas porque ya está el cuadro, le digo pus vamos, me vine a mi casa, lo vino a ver mi  hermano que allí cerca vive, como le digo, ya van a hacer casa, dice pus voy mañana, cómo vamos a verlo, y ya fuimos y pus ai estaban, le digo pus ai me sigues tú y una chamaca, le digo, yo voy yendo, agarro pues mi rebozo, esa hora ya viene jalando con un coche ese que hace revoltura, y ya van a hacer, ya muchos chinos taban ya dentro del alambrado, pero yo no tuve miedo, me paré así y le digo ya quién les dio orden porque van a hacer qué cosas su casa, quién les dio permiso. Me contestó un muchacho como de dieciocho años, dice, no, nosotros ya sabemos ya lo vendiste, le digo cuándo lo vieron el dinero, me ven que soy señora, pero no me van a engañar, yo me puedo mantener  (griterío, algarabía, vítores de la multitud), yo vender terrenos, no vende cualquiera, y aunque tenga no se vende. Me contestó un chino y ya me estaban hablando ya me estaban hablando, pero yo no le entendía yo, un chino en español me estaba contestando, me dice vamos a hacer la casa y después te vamos a pagar la renta, le digo yo no soy limosnera, me ven que soy soltera pero todavía me  puedo mantener (nueva gritería y vítores) , y luego yo queriendo entrar pero estaba el alambrado, pero después llegó mi hermano, le digo vamos a entrar, a esa hora ya los chinos ya salieron, ya agarraron pa bajo… Ya vi un chino, yo no les tengo miedo, hombres chinos, yo no les tengo miedo… (griterío) Me taparon, taba tapando avena, frijol, alberjón, ya todo quedó tapado y la piedra amontonado allá… Con el favor de dios yo no tuve miedo, me arrimé, a quién sabe qué es lo que dijeron, pero yo no le entendí el idioma, pero un chino salió le digo yo les voy a romper sus…, pero taba alambrado, quisiera yo brincar, porque no me espantaron nada, les digo quién les dio permiso, dicen ya tenemos permiso, le digo pero quién les dio, los trabajadores, ya se arrimó un señor de aquí mismo de comunidad, vive por ai, ya se arrimó, le dice mi hermano, porque él me defiende porque es mi hermano, porque ya me ven que estoy sola, pero no de a tiro soy sola, tengo familiares, les digo los trabajadores son pobres  de aquí del rincón, les digo muchachos flojos, no pueden ir por allá, tuviera yo treinta años, treinta y cinco yo me aventaba el cercado sin hijos, pero ustedes muchachos flojos, yo les grité, me dicen señor, me dicen, el señor se llama Adrián ah, le digo, andaba asté llevando gente, por qué no lo lleva su casa, y hora tienen mucha piedra amontonado, ora tienen que tapar, me cortaron todo, unos magueyes, me taparon mis siembras, allá arriba, todo taparon, mi alberjón, ledigo, mi van a pagar… les digo, no me van a apantallar, porque no les tuve miedo, hasta voy en las tardes…”

 

(Continuará con tercera parte)


Click HERE is best bookmaker in the world.
Offers Bet365 best odds.
All CMS Templates