“Duele que se dilapide así el dinero público”
Doctor Enrique Soto Eguíbar, científico, escritor, editor.
Estuve de visita por la zona de los fuertes a mirar parte de lo que ha hecho este gobierno. Es bastante obvio que todo lo que se hizo en los fuertes no esta hecho para durar. Adjunto envío una foto de las maderas ya rotas del paseo que montaron alrededor del fuerte de Guadalupe. Rosario dice que es un proyecto típico de arquitectos de esas escuelas que ahora se hacen llamar universidades, y que solo saben hacer maquetas, no importa cuánto duren y aunque estén pegadas con Prit, lo que importa es que se vean bonitas el día que el profesor va a calificar. Pues así hacen sus proyectos de "mírame y no me toques".
Respecto al teleférico el daño a la imagen de una de las mejores zonas de Puebla es evidente. Los cables que lo sustentan atravesaran frente al Teatro Principal cortando la vista de la iglesia de San Francisco y casi por encima de la Iglesia pequeña (no se cómo se llama). Toda la zona quedará dominada por el cablerío del teleférico y sus horribles torres metálicas, contribuyendo a degradar el paisaje urbano ya por cierto muy deteriorado.
No veo nada bueno que pudiera mencionar respecto a esta obra. Y duele, ante las enormes carencias que hay en la ciudad, que se dilapide el dinero público en proyectos caprichosos, inútiles y que no se basan en ningún consenso social, sino más bien faltando al respeto a las leyes que protegen el centro histórico de Puebla.
Enrique Soto, científico Doctor en Investigación Biomédica Básica por la UNAM, fundador del Instituto de Fisiología Celular de la BUAP, miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1984, miembro de la Academia Nacional de Medicina y de la Academia Nacional de Ciencias. Es, además, director de la revista Elementos, de la propia BUAP.
El piso en el paseo alrededor del fuerte de Guadalupe. Este paseo fue inaugurado hace menos de un año y el deterioro es ya evidente en algunas partes.
Plantas que se sembraron en la zona de los fuertes y que seguramente por su aspecto es posible imaginar que luego de la fastuosa inauguración del 5 de mayo pasado nunca han sido regadas.