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La mariguana es utilizada como uso terapéutico y con fines recreativos. En Estados Unidos ya ha sido aprobada en algunos estados la Ley que la legaliza y la ha vuelto una mercancía de libre venta. Y lo ocurrido en Uruguay, donde han legalizado su comercio con el control por el Estado, obliga a enfrentar esta realidad con los ojos abiertos, críticos y propositivos.

En México algunas personas y grupos, e incluso legisladores en el Distrito Federal, buscan hacer lo mismo. ¿Eposible legalizar la marihuana en nuestro país? ¿Es posible regularizar y mantener el control de la venta de esta droga con el propósito de disminuir el narcotráfico?  Sin embargo, hay quienes creen que lo que está detrás de esto, es quizá el beneficio propio de este comercio, que lo que importa son las ganancias que genere y se deja de ver las consecuencias negativas que puede arrastrar la legalización.

¿Y qué piensan los jóvenes, los principales consumidores de drogas en nuestro país? Presentamos dos opiniones, una a favor y otra en contra, que nos pueden ayudar a entender la perspectiva que se tiene al respecto.



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El pasado jueves 27 de abril entrevisté a un joven, Mariano, de 23 años, obrero, originario de San Salvador el Seco, Puebla, para saber lo que piensa acerca de la posible legalización de la mariguana en México. Esto es lo que opina:

 

–                   ¿Qué piensas acerca de la legalización de la mariguana en México? ¿Es buena o mala idea?

–                   No, pues que es mala idea, porque lo único que van hacer es jalar nuevos consumidores y van a crear una sociedad adicta a las drogas.

–                   ¿Crees que es una buena opción legalizarla para combatir el narcotráfico en México y otros países?

–                   No. Pienso que están creando leyes sin pensar en las consecuencias que acarreará a una sociedad. Que están haciendo leyes absurdas para combatir el narco y la delincuencia, sin saber que esto, vaya a formar nuevos delincuentes; porque los que más se dejan influenciar son los jóvenes, y estos no precisamente la usan con fines terapéuticos, sino por vicio. Además aunque en la mayoría de los países se legalice para combatir la delincuencia, el narco sigue creciendo y haciéndose más poderoso. Los gobiernos se asocian con esa gente mafiosa porque se benefician de ellos; sino de donde sale el dinero para sus movidas y sus campañas.

–                   ¿La has consumido? O ¿Conoces a alguien que la consuma o la haya consumido?

–                   Nunca la he consumido, ni quiero, ni pienso fumar esa porquería. Pienso que es decisión de cada quien. Una amiga me contó sobre una droga diferente a la mariguana; al parecer es nueva, deja como un zombi a quien la consume; los deja sin voluntad propia, los adelgaza y debilita. Pero ella tampoco consume esas cosas; aunque si nos han contado de varios tipos de drogas que andan circulando por algunos rumbos cercanos, nosotros no nos dejamos influenciar por otros chicos que las consumen. Sí he visto chicos y señores que se drogan por las noches en las esquinas de las calles sin vergüenza alguna, a uno de los vecinos de la colonia también, pero eso fue hace ya varios años; el señor golpeaba a su mujer, pues aparte de mariguano era alcohólico, siempre se metía en problemas con los vecinos, parecía loco, lo golpeaban por conflictivo, hasta que fue a parar a la cárcel varios años. Después de eso ya no supimos que pasó con la vida del señor ese, nadie lo recuerda por su mala vida que llevó. Esa es una de las consecuencias del abuso de las drogas.

–                   ¿Por qué piensas que consumen esta droga los jóvenes?

–                   Porque las reacciones que les ha de causar en su cerebro han de ser éxtasis, alucinaciones, sentirán que viajan a otras dimensiones coloridas como los “jipis”, o quizás, por imaginarse cosas impensables que les hace sentirse bien, pero una vez que se pasa el efecto, su realidad es otra, el mundo no es como lo “pintan” en sus mentecitas y por ello se vuelven adictos, para seguir manipulando sus cerebros. Además, cuando fuman estas cosas, esa gente comete tonterías y luego ni se acuerda de lo que hacen, lo veía con el vecino de la colonia. Esa droga les desgasta las neuronas con el tiempo, les quita vitalidad a sus cuerpos, ya después no sirven para ningún deporte.

–                   ¿En qué año piensas que se ha incrementado más el uso de la mariguana terapéutica y recreativa?

–                   Pues… desde hace muchos años ya se viene consumiendo. Aunque… podría decirte que es una moda impuesta por Estados Unidos, así como la “Ley” esa, que se aprobó en este año allá y se busca imitarla aquí en México, pero sí es de la onda “jipi” que vino a parar aquí. Por ahí de los 70’s u 80’s; nuestro país sólo sigue las modas impuestas por los gringos, al tratar de imitar su sistema de disque primermundista. Por eso México nunca avanza, porque quiere seguir siendo la sombra de otros países.

–                   ¿Qué consejo le darías a alguien que la consume con un fin recreativo y no medicinal?

–                   Que está equivocado al pensar que eso lo hará más inteligente y creativo, que a pesar, de que algunos escritores y artistas la hayan consumido para crear sus obras, no es una manera de hacer fluir la imaginación, de por sí “el que es gallo donde quiera canta”, no necesita de “yerbitas milagrosas” para hacer fluir su intelecto. Quienes la consumen por vicio, tarde o temprano pagarán las consecuencias de sus actos. Y tampoco se tiene que tomar esta como medicinal, porque muchas veces uno se vuelve dependiente de ella y provoca adicción irreversible en los pacientes, ya la ven luego como algo indispensable y necesario, casi como el mismo oxígeno vital para la vida. Pero a nadie le hace un bien permanente con una sola vez que la prueba; sino que daña mentalmente y físicamente a los órganos internos, ¿qué pasará con los pulmones, los ojos, las neuronas, etcétera? Deben pensar en su futuro, hay quienes optan por dejarla o por seguir dañando su salud. Hay quienes hasta se han suicidado por las locuras que imaginan.

 

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Esa fue la opinión pública de un joven en contra de la legalización de la legalización de la mariguana. Se opone rotundamente en que una ley sea aprobada sin el consentimiento de una mayoría. Piensa que el gobierno toma las decisiones por el pueblo, pero para satisfacer sus propias necesidades.



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Ahora veamos la opinión de Daniel,  un joven estudiante de la BUAP y repartidor de comida rápida de veinte años de edad, originario de la ciudad de Puebla, entrevistado el lunes 3 de marzo en su escuela, quien se encuentra a favor de la aprobación de la ley para la venta libre de la mariguana:

 

–                   ¿Qué piensas acerca de la legalización de la mariguana en México? ¿Es buena o mala idea?

–                   ¡Que está bien! Hay gente que la “sataniza” demasiado, pero es terapéutica para algunas personas, si de todas maneras es medicinal, para que estarse peleando contra aquellos que la consumen. Aunque no la legalicen, la gente que la consume, va a seguir comprándola porque quiere. Además no es tan mala como otras drogas, existen peores, las cuales ocasionan más daños a la salud y al organismo, como el éxtasis, la cocaína, la heroína y otros inhalantes. La mariguana hasta se puede usar con fines recreativos y se puede dejar cuando uno quiera, no causa adicción, hay quien se hace dependiente por su cuenta, pero ya es su decisión.

–                   ¿Crees que es una buena opción legalizarla para combatir el narcotráfico en México y otros países?

–                   Sería una buena opción legalizarla, pero con eso no se combate el crimen, eso va a seguir sucediendo en el país. El narcotráfico no se puede combatir en México ni en ningún otro lado, ya es como “el mal del siglo”, además del mismo narco el Estado adquiere recursos económicos y es por eso que “gobierno” y “mafia” forman alianzas y establecen acuerdos para garantizar una estabilidad económica. La misma justicia está bien mezclada con ellos, eso cualquiera lo sabe. La justicia no obra en pro de los individuos de una sociedad, sino a su propia conveniencia, las “mordidas” no les son suficientes. Y en otros países, ni se diga, el crimen, la delincuencia y las drogas distinguen a los barrios bajos; porque limpian a las ciudades, pero arrojan sus deshechos a la gente pobre de las peores colonias, como pasa en New York.

–                   ¿La has consumido? O ¿Conoces a alguien que la consuma o la haya consumido?

–                   Conozco gente y también la he consumido. Es fácil adquirirla donde sea, incluso aquí en la propia escuela.

–                   ¿Cómo la consiguen?

–                   En el estacionamiento del polideportivo o a veces la disfrazan para que nadie se dé cuenta, la meten hasta en los libros y luego se van a un lugar despejado para fumarla, y no sólo esa droga ha entrado, sino que hasta la coca y otras sustancias se han estado vendiendo dentro, unos dicen que se las venden dentro de las galletas sueltas; no he visto eso. Pero la distribución de la mariguana es más frecuente, cualquiera la consume, los de Derecho, los de Arquitectura, los de Antropología. Si hubiera una inspección por alumno, se darían cuenta de ello, por eso, los alumnos son más precavidos y prefieren comprarla fuera o con sus contactos externos; así se van a fumar a sus casas o sus patios traseros y nadie les dice nada.

–                   ¿La sigues consumiendo?

–                   La dejé el año pasado, en mayo de 2013; sin embargo, mis amigos son unos viciosos, ellos la siguen fumando, uno de ellos vive conmigo y luego invita a sus compas a fumar en el patio trasero del lugar en el que rentamos, por lo general la fuman de noche o ya en la madrugada para que los vecinos no se den cuenta. Hasta ahora no la he consumido y tampoco he pensado en volver hacerlo, aunque no te niego que sí he querido volver a probarla, ya que varias veces me la han puesto enfrente, unas amigas y amigos me han regalado bolsitas; sin embargo, no las he abierto y he pensado en regresárselas para no recaer o deshacerme de ellas.

–                   ¿Por qué piensas que consumen esta droga los jóvenes?

–                   Algunos lo hacen por gusto, otros por recreación, pero de algo estoy seguro, como uso medicinal no. A veces es por un simple impulso, por ser aceptado dentro de un grupo social o por querer ser parte de alguna experiencia. Los jóvenes queremos experimentar cosas nuevas, a veces para tomar decisiones y distinguir entre lo que está bien y lo que no. Incluso, no la vemos como una droga, sino como algo completamente racional porque no nos ocasiona daños severos al instante; es como probar hongos alucinógenos, la diferencia es que esto no intoxica a tal extremo de matarte instantáneamente, es ligero y leve si lo haces con responsabilidad.

–                   ¿En qué año piensas que se ha incrementado más el uso de la mariguana terapéutica y recreativa?

–                   Desde la segunda mitad de la década de los 70’s en México, porque en Estados Unidos ya estaba mucho antes. Casi a finales de los 70’s y principios de los 80’s. Por ahí así.

–                   ¿Qué reacciones te provoca esta droga cuando la consumes o la consumías?

–                   Pues veía las cosas desde otra perspectiva, como si viera colores distintos; es que lo primero que afecta es el cerebro, los ojos, mi capacidad imaginativa, me mareaban esas alucinaciones. Los efectos secundarios son los ojos rojos y el cansancio. Es como ponerse loco y alegre por un rato, y después, caer rendido por las sensaciones, una vez que has volado. Uno se siente relajado cuando la fuma, se pierde en otro mundo, en otra dimensión, a lo mejor por eso es terapéutica, para que los que sufren de dolores fuertes ocasionados por algún accidente, evadan ese dolor al instante. Es como tomar un tranquilizante pero más eficaz.

–                   ¿A cuánto estimas el número en porcentaje, de los alumnos que consumen mariguana en esta Universidad?

–                   Como a un 25% más o menos; sin embargo, cada vez más va incrementando el número conforme van ingresando las nuevas generaciones de alumnos. Lo más seguro es que ya estemos en un 30%, contando a otras facultades.

 

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Este joven dio testimonio de lo que se vive dentro de la Universidad y de lo que se vive fuera de ella cuando se es partícipe de la compra ilegal de la mariguana; sus experiencias nos apuntan a la inseguridad que se vive en nuestro Estado y en la propia escuela, pues varios alumnos dicen que gente extraña entra sin permiso a vender cosas, inclusive en el propio estacionamiento, en medio de los autos Para corroborarlo, el martes 4 de marzo, pasaba por el estacionamiento, acompañada de una amiga, a eso de las 5 de la tarde, en la entrada se encontraba un guardia, quien en ningún momento preguntó si éramos estudiantes de dicha escuela, pasamos desapercibidas, nos quedamos un rato por el estacionamiento, manteniendo una distancia razonable a unos metros de los autos; pronto nos dimos cuenta de que un sujeto estaba vendiendo droga entre los autos a un estudiante a plena luz del día. Al parecer ya se habían contactado, ya que el alumno sólo pasó rápidamente por su paquete y se retiró del lugar, rumbo a las canchas de voleibol con dirección al Polideportivo.

 

La gente joven tiene su opinión y toma sus decisiones. En la vida real si quieren drogas las consiguen fácilmente. Con todo esto, cabe preguntarse, ¿se debe legalizar el comercio de la mariguana?, ¿quiénes resultarán más beneficiados con esto?, ¿a quién se le estará haciendo un bien y a quién un mal?, ¿quiénes serán sus mayores consumidores, los jóvenes sanos o los enfermos?

No hay más responsable que un mal gobierno, y quizá la gente que no se involucra en nada y deja que una minoría tome el mando y las riendas del país. Porque aquí los jóvenes consumen drogas por decisión propia. ¿Por qué no discutirlo a fondo? ¿Qué hacer para que los ciudadanos estemos bien informados?

 

 

 

Por: Magui Santos.