".$creditoFoto."
Por: Sergio Mastretta

Entreacto 2

 Martín

Coyote

Puente Internacional México Nuevo, en Matamoros, Tamaulipas. Martín, acompañado de mi compañero Miguel Ángel, trata su paso al otro lado con uno de los coyotes que ofrecen su servicio ahí mismo, a unos pasos del puesto fronterizo.

(Martín, en adelante M): Nada más uno, o sea yo. Ellos son mis cuates y me vienen a dejar.

(Pollero, en adelante P): Vámonos, de una vez.

(M): ¿Por dónde me van a pasar?

(P): Por aquí mero, por debajo del puente.

(M): ¿Y cómo le hacemos, o cómo?

(P): Vamos a arreglar, vamos a arreglar.

(M): Si.

(VP): Ahorita yo te voy a llevar y tú me vas a pagar y… tú me vas a pagar, y te voy a cobrar 250 dólares.

(M): ¡Uhm!

(P): Te voy a llevar hasta el HIV.

(M): ¿Hasta dónde me vas a llevar?

(P): Hasta el edificio del HIV

(M): En sí lo que quiero es llegar… este es Brownsville, ¿no?

(P): Sí.

(M): Y lo que quiero es llegar a la catedral.

(P): Yo te llevo.

(M): Porque va a llegar mi grupo ahí. Nosotros traemos un grupo y todos tenemos que llegar allá.

(P): Bueno, vamos a hablar en términos. Yo los voy a llevar. Yo te voy a llevar a donde está la Elizabeth, en donde está correo, está el HIV. Es una tienda chingona. ¡Usted sabe, usted conoce!

(M): No yo no, yo he entrado pero por Tijuana.

(P): Vámonos.

(M): ¡Eh!, el único problema es que me tienen que dar el dinero hasta allá, porque no traigo el dinero.

(P): Allá pagas, allá pagas…

(Miguel Ángel, del equipo de producción de la película, en adelante MA): Pero, ¡ajá!, ¿y qué garantía de que pase o no pase?

(P): 100 por ciento, 99 por ciento señor. Ahorita en 30 minutos está allá, en 30 minutos ya está allá.

(M): Ok.

(P): ¡Vámonos!

(M): Necesito hablar con ellos para que me manden el dinero.

(P): ¿En dónde vas a estar?

(MA): Ahorita te buscamos…

(M): Déjame te explico la situación como está. Lo que pasa es que nosotros estamos haciendo una carrera que se llama Antorcha Guadalupana México- Nueva York.

(P): ¡Ah!, ¿ustedes son los que vienen en la carrera?

(M): Yo vengo organizando, yo vengo ayudando a ellos, entonces yo tengo que estar allá. Ellos cruzando la línea con las imágenes de la virgen y todo…

(P): ¿Son los que traen a la Guadalupana?

(M): Exactamente. Ahí tenemos que estar porque ellos nos están esperando ahí. Entonces cuando pasen ellos para acá, porque supuestamente tienen que pasar por ese puente…

(P): Si, por aquí va a pasar…

(M): ¡Ajá!, exactamente la peregrinación…

(P): Ahí viene ya…

(M): Sí, ellos llegan a las… ya no tardan. Yo me adelanté para pasar. Entonces ese es el problema, que cuando ellos lleguen allá ahí me van a dar el dinero allá.

(P): ¿Hasta que lleguen ellos?

(M): O sea, puedo mandar a alguien que vaya, no sé, adelante para obtener el dinero.

(P): Bueno, manda a él.

(M): Ellos se quedan aquí…

(MA): No, no, no, yo no voy a pasar.

(P): Ellos no pasan…

(M): Ellos me vienen a dejar hasta acá.

(P): Ellos vienen con la peregrinación. Pero bueno, sí traes un número celular…

(M): Sí, sí tengo; es más te digo, tenemos que llegar a la iglesia nosotros, o sea, yo.

(P): ¿Cuál, a la del centro?

(M): A la que va a llegar…

(P): Aquí, aquí, aquí, a la Guadalupana. Ahí es donde van a llegar con la antorcha señor. Es la Guadalupana. ¡Vámonos¡

(M): Lo que te estoy diciendo…

(MA): Él necesita echar un telefonazo para poder ver lo de la lana.

(M): El dinero, si. Van a estar ustedes aquí.

(P): Habla por teléfono. Vamos, vamos a hablar por teléfono.

(M): Porque los carros están en la catedral.

(P): Vamos para que hables…

(M): Sino para que regrese yo con el dinero.

(P): Vamos, vamos ahorita para que hables. Sí no tienes dinero pagas hasta allá.

(M): No, si… no, sí…

(P): Vaya, usted vaya, aquí lo esperamos.

(M): Ok, porque lo que yo necesito es irles a avisar a ellos.

(P): Usted va bien. Usted va acá mire, se va por un túnel. Nomás está cruzar el río. Es un túnel así de grandotote

(MA): A ver, a ver explícame cómo es el asunto…

(M): Explícame como…

(P): No te va a agarrar la migra. Nomás es cruzar el rió. Espérate, yo soy el cruzador, yo soy el que los llevo.

(MA): ¿Quién lo va a llevar de ustedes?

(P): ¡Calmado, no alegue; yo voy a ir morro¡ Mira, el túnel, el túnel es así…

(MA): Redondo…

(P): Tú te vas así…

(MA): O sea, ¿te agachas?

(P): Pero pegas, la migra no te va a ver. Y sales al centro, sales al centro. Son dos cuadras pal’ centro, para donde está esa iglesia, dos o tres, donde está la iglesia a donde tú vas. Pero ya yendo por el centro la migra no te hace nada, nada más no te chives, tú nomás no te chives y nada, todo va a salir bien.

(M): ¿Entonces me esperan?, yo regreso.

(P): El problema es que tú regreses porque ahorita se va a ir otro…

(M): De que tengo que regresar, tengo que regresar porque

(P): Para que se vaya junto contigo el viejo, ¿me entiendes?, se va a ir otro señor.

(MA): ¿Quién se va?

(P): Se va ir otro señor que ya tenemos.

(M): ¿Andan buscando otro?

(P): No ya lo tenemos, ya está aquí. Vayan a hacer lo que van a hacer y vénganse para aquí atrás.

(M): Ok, ahorita regresamos.

(P): Sale carnal.

(M): ¿Entonces nos esperan acá?

(P): Aquí estamos seguro.

(MA): ahorita no vamos a cercanos a Jorge y a la camioneta.

(VM): ahorita les hablamos.

Se separan. Martín y Miguel Ángel reflexionan.

(MA): ¿Cómo ves?

(M): ¿Cómo ves la situación?

(MA): Demasiado fácil cabrón, como para que…

(M): O sea…

(MA): Para empezar, uno de ellos está pedo.

(M): Pero vez que nos estaban haciendo señas que ese no porque estaba borracho.

(MA): ¿Y sí buscamos otros?

(M): Pues el pedo de que todos se amontonan ahí.

(MA): Vamos a hacer la finta como que hablamos por teléfono.

(M): También tengo que ir por el dinero

(MA): ¿A quién tienes que hablarle?

(M): O sea, tengo que ir con Carlos para que me dé el dinero.

(MA): ¡Ah!, ¿pero no te dijeron cuánto?

(M): 250.

VMA): ¿250 dólares?

(M): De por sí cobran eso, no más para que te crucen. Cuando yo vine acá, me dijeron eso.

(MA): Ives, si nos están escuchando, por favor aléjense porque creo, ya vieron que los estamos grabando.

Regresa el pollero.

(P): ¿Qué onda morro, ya está el trato?

(MA): Es que depende de…

(P): No hay cuidado, si no se hace no…

(MA): Es que la lana; no traigo suelto.

(M): Vámonos caminando hasta allá.

(P): Aquí hay teléfono, ¿hasta dónde van?

(MA): Pues es que necesitamos un teléfono de tarjeta.

(P): Aquí hay de tarjeta. Aquí hay uno.

(M): no, allá está, allá está.

(MA): no, pero es que yo traigo monedas.

(M): vámonos cabrón, vamos caminando hasta allá.

(P): ¿Va a pasar por el puente la virgen?

(M): Si, mira.

(MA): El asunto es que tiene que esperar a lleguen sus cuates…

(VM): Que lleguen los demás.

(MA): A la catedral. Él tiene que esperar que llegue la carrera a la catedral porque en la carrera viene un coche, y viene un chavo que es el que la va a dar la lana para que pase y pague.

(M): Ya se hace el trato.

(MA): Porque él trae la lana.

(P): Yo me lo puedo llevar y ahí los esperamos en la iglesia de aquel lado.

(MA): Pero es que mira, mejor esperamos la lana, que se la den a él para que de una vez te pague, cabrón.

(M): Ajá, también avisarle que yo también ya tengo que pasar. ¡Ah!, porque…

(P): ¿A dónde llegarán?

(M): A la catedral.

(P): pues vamos ahí…

(MA): ellos tienen pensado llegar como a la 6 o 6 y media.

(P): ¿6 y media?

(M): Ajá.

(P): ¿No traes celular para yo hablarte?

(M): Pero yo traigo celular de… no creo que agarre.

(MA): El tiene número de Nueva York.

(P): ¿Vienen de Nueva York?

(MA): O mira, échate al otro cabrón, y mientras llegan, ya vienes por él. O sea, pásate al otro cabrón.

(P): Ahí está, es un viejón.

(M): Si porque, yo de que quiero pasar, quiero pasar. Nada más es cosa de…

(P): ¿Vas hasta Nueva York?

(M): No, aquí nada más a Brownsville…

(MA): Bueno, pero sí vas a Nueva York.

(M): Si, después. Pero no agarra porque es de Nueva York.

(MA): Mira, le estoy explicando que el asunto…

(P): Permíteme, ¿por qué no tú te vas y le mandas una clave, pónganse de acuerdo que ya estás allá y aquí le pagas a este?

(M): Es que tengo que hablar yo con él.

(P): Una clave, un número para ponerse de acuerdo…

(M): No, él no tiene teléfono.

(P): Y tú no te mueves, aquí te quedas; no hay dinero perdido, no hay nada. Se ponen de acuerdo ahorita, una clave ‘ira… la clave que más se sepan. Pónganse de acuerdo en un papelito, sale…

(M): Sí, no, el chiste es que yo tengo que hablar con el muchacho que me va a dar…

(MA): Pero, como no entra la llamada, tenemos que esperar hasta que llegue a la catedral, es decir, tenemos que irnos a la catedral y…

(P): Todavía hay tiempo.

(MA): Y van a llegar como a las 6 y media cabrón.

(P): ¿Qué horas son?

(M): Son las cinco.

(P): Nosotros los esperamos.

(M): O sea, sí el tuviera la lana, sabes qué maestros, vámonos.

(M): De una vez…

(MA): en caliente guey, pero no trae la lana. Tenemos que esperar a que lleguen los chavos.

(M): Sí.

(MA): Mi pregunta es, ¿en dónde los buscamos cabrón?

(P): Aquí, aquí donde me encontraste.

(M): ¿Ahí mismo?

(P): ¿Y ahorita donde está la gente?, ¿dónde está la virgen de Guadalupe?, ¿va a llegar?

(M): La de aquí está allá esperando, pero falta que venga la carrera. Nosotros nos adelantamos para que yo pudiera ver esta situación

(P): Tú eras para que ya estuvieras allá.

(M): Sí…


(MA): Por eso se adelantó.

(M): Por eso me adelanté, para ver cómo iba a estar la situación, y no me traje dinero.

(P): Ahí está ya el burro…

(M): Si los encontramos aquí, sí.

(MA): Mira, la neta es que yo soy su cuate y lo vengo…

(P): Yo lo sé, yo trabajo bien, yo trabajo bien…

MA): O sea, yo quiero que…

(P): Mira carnal, ayer pasé a dos señoras y a una niña de cinco años. Ayer, ayer los pasamos. Dos señoras y una niña. Todos los días le estamos pegando.

(MA): ¿Todos los días le están pegando?

(P): No más que a veces los pinches policías… pero no hay pedo.

(MA): Oye, y si… bueno, supongamos cabrón, y sí los agarran, ¿qué pedo?

(P): No, no, no, no te vayas con esa idea de que los van a agarrar, no los van a agarrar. A nadie van a agarrar, no pienses eso, porque te digo que no nos vamos a ir por el monte, nos vamos a ir, ahora si, por el río. Ahora sí que por debajo de la tierra. Haz de cuenta que es esa alcantarilla por donde vas a salir. Es una alcantarilla igual que esa.

(MA): ¿Salen por una alcantarilla?

(P): Sí, nomás levantas la tapadera, nomás la levantas y ya sales. No lleva agua, no lleva nada. Así nomás, no hay problema con el agua.

(MA): ¿Es agua de drenaje y todo, sucio?

(P): No, hombre, ya está seco, ya no corre mucha agua. Nada más es un desagüe. Cuando llueve, que se inunda la calle, tú sabes cuándo se inunda la calle, ¿verdad? Ya tenemos listo el taxi… aunque todavía tienen que esperar…

(M): No, sí, todavía vamos a esperar. O sea, sí ellos ya estuvieran...

(MA): Sí ellos ya hubieran llegado, este guey ya tuviera la lana.

(P): Él no se va a cai’r, porque no se va a cai’r. Yo te doy la seguridad, siempre. Ahorita se va a llevar a otro señor, ahorita. Vayan y hagan lo que tienen que hacer y aquí los esperamos.

(MA): ¿O sea, han pasado de a diez?

(P): ¡De a diez, sí señor¡

(MA): ¿Pues está más fácil que en Tijuana, no?

(P): En Tijuana pura tela dicen, yo no he ido para allá…

(MA): ¿Pura qué?

(P): Pura tela, hay desierto, que no hay río.

(MA): ¡Ah!, ya… ya.

(M): Sí, es pura tela ahí.

(MA): ¿Esa es la diferencia, no?

(M): Si.

(P): Venimos entonces por ustedes… pues anímense.

(MA): Bueno, de que se tiene que animar, se tiene que animar porque tiene que seguir con la carrera, cabrón.

(P): ¿Y tú no tienes dinero para prestarle?

(MA): No, si tuviera, le diría, lánzate guey. Yo traigo qué… 60 pesos cabrón.

(P): ¿60 dólares?

(MA): No, pesos cabrón.

(P): Anímese, anímese…

(MA): Entonces ahorita los buscamos, ¿no?

(P): Sí, hagan primero lo que tienen que hacer…

(M): Órales pues… ahí los buscamos.

(P): Nos vamos para allá y ahí nos buscan.

Se va el pollero. Martín y Miguel caminan hacia el centro de Matamoros, donde llegará la Antorcha.

(M): ¡Uhm!, está cabrón, ¿no?

(MA): Cabrón, no está muy fácil para que te digan…

(M): Sí.

(MA): Es que no conocemos las leyes de los polleros y…

(M): Sí, es el pedo de ellos, es así la onda. Se encabronan, y sí sabes, ya no, ya no te aceptan.

(MA): O sea, sí buscas ahorita otro pollero y otro pollero no te pasa, esos gueyes ya no te pasan…

M): Sí, ya no te pasan.

(MA): Pues no sé cabrón. Te la ponen muy fácil para que…

(M): Porque así pasó cuando yo vine a platicar con otro pollero, bueno un taxista que tiene su pollero, me dijo que así, yo no más le dije, o sea, yo nomás quiero cruzar el río. Y me dice: 200 dólares te cobran, nada más. Dice, en un rato estás ahí. Es lo que me dijeron, pero no sé.

(MA): está muy fácil, mucho muy fácil…

(M): Dicen que es nada más cruzar el río, meterse a un túnel y salir en la alcantarilla del centro de Brownsville.

(MA): Y es que uno de ellos estaba tomado, dos de ellos estaban tomados cabrón. No, se me hace que esos gueyes te asaltan, cabrón.

(M): Es lo más seguro que sí.

(MA): No es confiable.

(M): En ningún lado vas a encontrar confiable, cabrón, en ningún lado, te tienes que arriesgarte a todo, a lo que haya. Así sea con uno o con otro, todos te van a hablar bonito también. Nadie te va a hablar feo, todos te van a hablar bonito y… pues con cualquiera que ya tú te decidas te vas a tener que pasar.

(MA): Eso sí cabrón, todo está cabrón.

(M): Tengo que ponerme tranquilo porque si no voy a valer gorro ahí.

(MA): ¿La otra vez cómo te pasaste Martín?

(M): Por Tijuana, y me pase… nos metimos igual a un alcantarillado, a un drenaje, y ahí estuvimos como unos 20 minutos agachados. Después ya salimos rápido, atravesamos una carretera y brincamos la barda. En esa misma barda había otra carretera, ya de Estados Unidos, y ya de ahí empezamos a correr a internarnos dentro de unos árboles, en el bosque. Y de ahí ya, este… empezamos a caminar ya. Atravesamos como tres cerros y de ahí gateamos como unos 15 minutos y de ahí al carro. Y 12 horas en carro. Aquí no conozco como está aquí la situación de Matamoros. Pero tengo que aventarme en cualquiera, en cualquier lugar... En definitiva sí sabía que tenía que pasar por el río. De eso no hay duda, nomás que el chiste es pasar, por donde sea. Ya me habían comentado también algunos amigos que había, que era fácil por debajo del puente. Tengo un amigo que hace un año vino aquí a la carrera y se pasó igual por el puente, por debajo del puente él me dijo. No sé. Hay que salir del centro. Es lo que dijeron ellos, que del centro salíamos y pues le comentamos que tenemos que llegar a la catedral y nos dijeron que estaba cerca, que él nos llevaba, que él nos llevaba hasta allá, pero no sé. Y si ya no queda de otra, pues con esos. A cruzarse con quien sea.

Joel Magallán

Zócalo de Brownsville. Joel Magallán, director de la Asociación Tepeyac en Nueva York, platica con Martín sobre la mecánica del cruce de la frontera. Faltan unos minutos apenas para que llegue la Antorcha Guadalupana a la ciudad.

(M): ...de por sí me dijeron que cobran nada más el paso.

(JM): Sí, sí. Pero no te arriesgues demasiado

(M): Y salir en un alcantarillado del centro de Browsville

(JM): ¿Quién te va a llevar?

(M): Un coyote que está ahí. Yo hablé con él

(JM): ¿Pero vas a salir hasta Brownsville?, ¿pero de que nos sirve que salgas a Brownsville, si después no va a poder cruzar en el reten de Corpus Christi?

(M): ¿Entonces hasta donde me voy?

(JM): No, no, yo no decido eso.

(M): ¿Entonces hasta dónde me iría yo?

(JM): O sea, necesitamos que alguien lo lleve hasta Corpus Cristi por lo menos.

(M): Solamente que me vaya en carro desde ahí hasta Corpus, pero de todos modos ahí va a ver retenes sí me voy en carro.

(JM): No, no, por eso digo que es más fácil arreglarse su camino por usted mismo. Es decir, tiene que ser uno que ya tiene todos los contactos. Y no le van a cobrar los 2 mil 500 dólares como si fuera hasta Nueva York, si va hasta Houston.

(M): No.

(JM): Pero tiene que ser… abajo, ya lo tienen que dejar del lado por donde ya no hay ningún reten.

(M): Entonces tengo que busca a ver a quien, tengo que ir a buscar a alguno que me pase hasta allá. Porque nada más a los que vimos me dejan hasta Brownsville.

(JM): E no nos sirve. Sí se fuera a quedar a trabajar allá en Brownsville, pues está bien. O sea, sí se va a quedar en Brownsville a trabajar, no hay problema, ¿no?, pero no se va a quedar ahí.

Martín habla por teléfono con Estela, una mujer nacida en el Distrito Federal, residente en Houston desde los ochenta. La conoció el año pasado, con motivo del paso de la Antorcha Guadalupana. Miguel Ángel espera.

(M): Seguro, hasta allá. ¡Ajá, ajá, ajá…¡ Pero de ahí necesito conseguir a un coyote que me pase hasta allá. Sí me paso hoy, mañana estaría yo en Corpus Christi que está aquí cerca de Brownsville. Pero nada más necesito al coyote. Si, no, el problema es que ya puedo estar en la caravana en Corpus Cristi. ¡Ajá¡ ya no más el problema sería ahorita de Brownsville hasta Corpus Cristi. Pues no, es lo que necesito; ahorita voy a ver a uno. ¡Ajá… a ok¡, ¡ajá¡, órales pues. Órale, te la agradecería Estela, ok. Órala, gracias, gracias., bai.

(MA): ¿Qué pasó?

(M): Ahorita mi amiga que vive en Texas me va a conseguir una información de cómo están los retenes ahorita de Brownsville a Corpus Christie, porque su amiga vive aquí en Matamoros. Entonces ahorita me va a regresar la llamada a ver cómo se le puede hacer. Lo que a me dijo es que hay retenes. Entonces ahorita mi amiga le va a preguntar a su amiga cómo están los retenes, si es que están pesados. Sí es que no, me boto así. Sí es que si están pesados, que me investigue a ver cómo puedo hacerle.

(MA): ¿Ella te va a conseguir un pollero?

(M): Puede que sí. A ver cómo le hacemos con eso, cómo arreglamos eso.

(MA): ¿Y en cuánto tiempo te habla?

(M): no sé.

(MA): Es muy posible que duermas hoy aquí.

(M): Tal vez sí.

(MA): En Matamoros.

(M): Que no quiero, pero bueno…

(MA): ¿Tú ya quieres brincarle, lo más pronto posible?

(M): De volada, ya quiero estar allá de volada. O sea, porque si todo lo haces ora’ así, en caliente, pues ni los vas sentir, ¿no?, ni lo vas a sentir, ¿no?; pero sí los estás pensando todavía cómo vas a hacerle, pues va a dilatar.

(MA): ¿Estás dispuesto a arriesgar tú vida incluso?

(VM): Si, sí, sí, el chiste es pasar ya, ¿no? O sea, el chiste es que yo ya quiero estar allá, seguir la carrera porque no quiero quedarme, no quiero quedarme.

(MA): Sera un fracaso para ti, ¿no?

(M): Sí, porque no seguiría yo la carrera. Y porque ese es mi trabajo. Y aunque me digan que no, que me quede, que no hay problema, pero para mi es eso, para mí está planeado segur, seguir, seguir, hasta terminar, ¿no?

Revuelo de las campanas de la catedral de Matamoros. Sirenas de las ambulancias y patrullas policiacas a todo tren animan el escándalo de la llegada de la Guadalupana a la frontera. Minutos más tarde, al terminar una boda, el párroco José Robledo recibe a los corredores. Se oyen sus palabras y nadie imagina que todo el día han traído un trajín entre los curas de las iglesias de la región, en una pelea absurda por la recepción de las imágenes: “La Asociación Tepeyac como organización no gubernamental está sacudiendo la conciencia no solamente de los americanos, sino también de los mexicanos y especialmente a los gobiernos para hacerles ver la urgencia de resolver este problema de la migración. Para que tenga soluciones más humanas, más humanísticas, con más respeto a los derechos humanos, a los derechos fundamentales de las personas, y sobre todo para que se acabe la ilegalidad y a base de una concertación política adecuada, con respeto mutuo de nuestros países y de los dos pueblos se resuelva este problema de la migración que tantos, diríamos, tantos perjuicios causa a muchos inmigrantes que tienen que entrar clandestinamente, se les trata de forma muy injusta, con muchos cuadros traumáticos, por ejemplo, de los que se quedan en el camino, mueren por las insolaciones, por las heladas, etcétera. Entonces el significado que tiene la antorcha, es el esfuerzo de estos jóvenes que representan a nuestros pueblos y que buscan resolver el problema que afecta a tantos millones de mexicanos y de latinos en general”.

Seguimos en el zócalo de Matamoros. Nueva conversación de Joel Magallán y Martín.

(M): El ha ido hasta ahí, hasta Brownsville. Me dice que él ha venido hasta aquí, hasta Brownsville, y dice que lo único que hacen en el reten, que los paran, que cuando los paran, los han parado, nomás les dicen que sí son americanos, les dicen que sí, y ya, no les revisan nada cuando son carro particular, cuando son carros grandes es cuando los revisan bien.

(JM): Pero usted va a nadar en el bus de Tepeyac.

(M): Es lo que no quiero, Otra cosa, tengo una amiga en Texas, en Houston, que dice que ella puede venir por mí y votarnos el…

(JM): Si ella viene por usted, no pasa nada.

(M): O sea, dos personas en un carro. Es cosa de arriesgarnos.

(JM): ¿Dos personas en un carro?

(M): Nada más sería ella y yo.

(JM): Está bien. ¿Ella está de acuerdo?

(M): Sí, ella me dijo, ella fue la que me planteó eso, que ella puede venir por mí.

(JM): ¿Ella tiene papeles?

(M): Ella es legal, y entonces ella dice que puede venir por mi en su carro y llevarme hasta Corpus Christi o hasta Houston, quedarme con ella allá.

(JM): No, no, no se puede quedar con ella porque se le enoja la de allá.

(M): Sí, y es lo que no quiero. No, y ya la conoce...

(JM): Bueno, que lo lleve hasta Corpus Christi ya. Que alcance la carrera.

(M): Ella nos está consiguiendo corredores también. Entonces, ella puede venir mañana mismo, mañana mismo esperarme en Brownsville a medio día. Yo cruzar mañana temprano y esperarla por allá y irme en el carro con ella hasta Corpus.

(JM): ¿Sí ella se va a echar la suerte, está bien.

(M): Esa es una cosa, la otra sería buscar una persona que me lleve hasta allá.

(JM): Pues, si, cuando dice la otra persona, es lo mismo. Ellos no se echan la suerte, ellos ya le pagaron antes a la migra para que usted vaya bien.

(VM): ¿entonces, qué sugiere?

(JM): Pues sugiero que si hay muchos que cruzan aquí, pues que consiga uno más para allá. Para mí eso es lo más seguro.

(M): Entonces mañana trato de busca uno que me lleve a Corpus Christi.

(JM): ¿Y cómo le va a hacer para buscarlo?

(M): ¡Uhm!, pues buscar en cualquier lugar.