Samuel Rojas se ha dejado llevar por el viento. Sabe que la obra de un artista consiste en buena medida en dejar que la vida fluya, como se deja que escurra la grana en un lienzo. Él se dejó llevar por un buen consejo hace más de veinticinco años y se fue a buscar los colores de Oaxaca. Desde entonces, la naturaleza oaxaqueña fluye por sus manos, en el papel y en los tintes con las que ese abigarrado mundo del sur mexicano se transforma en sus cuadros.
“De las sorpresas se construye la vida”, dice, y por igual expresa la maravilla de los tintes naturales que la incertidumbre que provoca la explosiva realidad social oaxaqueña.
Es su visión del arte contemporáneo con la que expresa su ser trabajador de la tierra.
Y su ánimo expositor. Porque en estos complicados tiempos ha decidido nuevamente abrir una galería de arte en el centro de Oaxaca, de cara al imponente teatro Macedonio Alcalá. Un espacio para los artistas plásticos que desde el arte contemporáneo transforman la vida de ese territorio originario.
Es la galería 2 AMMAT ARTE CONTEMPORÁNEO, en la calle Armenta y Flores, a la vuelta del zócalo de Oaxaca. En esta conversación Samuel Rojas cuenta su experiencia inmediata como galerista y explica el sentido de la exposición Piel de Tierra Siete, de los ceramistas Javier Cervantes y Bárbara Campbell.
Samuel Rojas, pintor y galerista en Oaxaca
“Esta aventura la iniciamos en el 2005, 2006 con una galería que se llamaba Los Amates. Y bueno se vino el conflicto del magisterio y la APPO, y bueno, las galerías sufrieron esta revuelta, y desgraciadamente tuvimos que cerrar, y por ello, ahora en el 2013 estamos ya con de nuevo pero como 2 Amatt, que esperamos que no su vida no sea breve.”
¿Qué significó para ti el movimiento social?
“Como artista independiente, y con el propósito de crear una galería para artistas, en lo que vas asimilando, el movimiento sí es un golpe fuerte. Pero con el paso del tiempo te das cuenta de que los movimientos sociales también son el reflejo de los artistas. Así que yo lo estoy viendo de una manera favorable. Tal es el hecho de que jóvenes que pintaban grafiti en la calle como protesta, ahora se han convertido en grabadores y en artistas. Y esto trae a la vida en Oaxaca, en especial en el arte y la pintura, la plástica y la gráfica, nuevos acontecimientos con el México que está ahí.”
¿Qué ha ocurrido para que te animaras de nuevo con la galería?
Es muy curioso, a veces la numerología es fantástica. Han pasado siete años, en la cultura prehispánica el siete estaba en los orígenes, eran los cuatro puntos cardinales y el arriba, el abajo y el centro. Así que luego de siete años tenemos nuevas energías, nuevos bríos con este proyecto.”
¿Funciona?
“Está funcionando, no tenemos un plan específico. Anteriormente nos comentaban, ‘tienes que planificar tu vida’, pero en los tiempos actuales, ya no, hay que hacer un poco como dice Milán Kundera, de las sorpresas hay que construir la vida. Y es así como estamos haciendo esto, a base de las sorpresas de los acontecimientos es como lo estamos viviendo.”
¿Volver a la grana cochinilla es una sorpresa? Aquí en Oaxaca lo antiguo está siempre presente…
“Es una sorpresa que siempre ha estado ahí. ¿Por qué? La grana cochinilla es un insecto que genera su prole, y el macho se autodestruye, porque chupa el néctar de esta cactácea y deja ahí sus mandíbulas, y fallece, se le acaba la energía al hacer su prole con su pareja. Y la hembra, que pone estos huevecillos que después se convierten en una nube blanca, y después que procrea su prole y la deja en esta nube blanca, ella se deja fallecer, pero en su intestino crea este ácido carmínico, que da el color de la grana. Ahora, simplemente, lo que está sucediendo es que si este insecto, apreciado por las culturas prehispánicas, en la colonia y en los tiempos actuales con los textiles, simplemente de vivir en una cactácea, que es el nopal de los valles centrales de Oaxaca, ahora está habitando en la tela y el papel. Siempre ha estado ahí la grana, y yo creo que esa es la sorpresa, yo creo que no hemos tenido la vista para verlo, pero siempre ha estado ahí.”
¿Es difícil para un pintor conseguir la grana? ¿Hay quién la produce aquí en Oaxaca?
“Sí, en el mercado actual el precio de grana se está generando en Perú, que es donde está la mayor producción. En Oaxaca hay productores, aquí nace, se va Sudamérica, se va a las islas Canarias, que la están cuidando, productores con conocimiento, con cariño. Llegar a ella es como llegar a nuestros orígenes, pidiendo el permiso. Hay por ahí una experiencia en la que mujeres de las poblaciones a la masa para las tortillas le colocan este colorante, y hacen una masa rosada, y a la hora de fabricar sus tortillas, y colocarlas en el comal por cada artesana, salen siempre de distinto color porque va parte de la esencia de la misma persona.
¿Eso ocurre en algún pueblo en específico?
“Esta era una costumbre general en los valles, todavía hay lugares donde colorean la masa.”
¿Cuál es el costo de la grana? Ni modo, has hablado muy bonito, pero hay que volver a la realidad…
“Perú es el mayor productor, ellos están generando el precio, y cotizan la grana en 1300 pesos mexicanos el kilo. Viene en grano.
¿Cuál es el proceso?
“Se mezcla con agua. Hay que pensar que la grana cochinilla reacciona con el PH, no es como todos los colorantes que ya viene el color determinado, no, aquí se depende del PH. Debemos colocar los reactivos en acides o en alcalinos para lograr diferentes tonalidades, para pasar del púrpura a un magenta, a un amarillo, a un verde y a un azul.”
¿Eso ya lo hace el pintor?
“Sí, ya como pintor, y lo haces un poco como a ciegas, es alquimia, colocas el polvito, colocas un poco de limón y te va a aventar un bermellón…”
Cuéntame de ese cuadro… Tínta purpúrea 1, de El sagrado sentido de la grana.
“Esta pieza, bien, mi labor artística se concentra en el arte abstracto, en la expresión del gesto, del trazo y de la línea. Hay que entender los materiales, en este caso, el óleo me pide sobrexposición de materia, en ese caso lo que estamos logrando es que la materia fluya y se vaya colocando como ella quiere. Al final de cuentas, el material está vivo.”
¿Cómo lo hiciste, con las manos, con chorreados…?
“En este caso con chorreado de líquido, usamos el mismo recipiente con el que preparamos el material nos sirve como espátula, como brocha, como todo.”
Yo busco amarres en un cuadro así. Aquí puedo ver una tormenta, atrás, puedo ver de repente un insecto, puedo ver un gato, esa es mi reacción inmediata.
“Eso es lo rico de la abstracción, el gesto… Sí, aquí está el gato, es lo bonito de la abstracción, las cosas salen de manera natural, uno como artista tiene que llegar a la humildad y a aceptar lo que te dan los materiales. Si eso te quiso dar en ese momento, eso es lo que nos quería platicar.”
En el tiempo, ¿cuánto llevó lograrlo?
En la idea, es un año, la experiencia de los materiales, muchos años, ver cómo se va a aplicar la grana, estar pensando, estarse fijando, estar imaginando cómo vas a aplicar este material. Pero ya en el momento que estás con él, fluye en dos o tres sesiones, dos o tres días.”
Tinta purpúrea es parte de la presentación de la galería…
“Sí, esta serie es un poco el sentido lúdico de pintar: un niño se pinta, tú te vas de pinta cuando eres adolescente, cuando ya eres más maduro ya ves la pinta más con la idea de la plástica, pero todo se conjunta al mismo tiempo.”
En resumen, retornas a los orígenes a través del arte contemporáneo, ¿cuál es el puente?
“El puente lo dan los materiales, que están presentes, que ahí están, y que sin embargo son una sorpresa. El puente está en cómo el artista lo toma. Por eso invitamos a varios artistas que están aquí a que llegaran con su experiencia de la grana. Tenemos la experiencia de Armín, ella es de armenia, allá tienen también un insecto similar, ella empezó a aplicarlo, y lo está trayendo desde su punto de vista, con su sentir. Está el caso de Alejandro, que está trabajando esta serie de árboles, a la que llega también desde su propia experiencia. Se trata de traer estos elementos antiguos a lo contemporáneo, el artista es el que los trae a la luz.”
¿Y la cerámica? Aquí están unidos Javier Cervantes, mexicano, y Bárbara Campbell, quien viene de Oregon…
“Cuando se trabaja con materiales tan primigenios como el barro para la cerámica, al final de cuentas, la arcilla, que es el polvo del viento de todo lo que somos, ahí hay una conexión muy natural. Lo importante es dejarse fluir. Eso es lo que ocurre con estos materiales, la cerámica y la arcilla, la grana y la pintura, nos hacen fluir.”
