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Top Gear y el Mastretta MXT, ahora sí, frente a frente, un año y medio después de la controversia que provocara el show televisivo por sus despectivos comentarios hacia México.
Y la conclusión de Richard Hammond, el conductor que llevó a cabo la prueba es elocuente: “La verdadera gran noticia es que el Mastretta cumple con lo que promete: Tiene muy buen agarre, no tiene subviraje, y se comporta como go kart, que es lo que espera uno de estos coches. Y da 0-100 en 4.9 segundos, lo cual esmuy buenosi alguien te está persiguiendo”.
Así es, Top Gear y el primero auto mexicano se midieron en La Rumorosa. Y ayer domingo 17 transmitieron el resultado en el episodio que pudieron ver los televidentes ingleses y que en quince días veremos en América Latina.
Top Gear y el humor ácido de sus conductores ingleses convocaron a los creadores del auto deportivo mexicano Mastretta MXT en la Rumorosa, una de las montañas más agrestes y hermosas de nuestro país, allá en Mexicali. Y al auto le fue muy bien con estos censores ingleses, quienes con el humor ácido que los caracteriza han convertido su espectáculo en el programa sobre la industria automotriz más visto en el mundo.
Hasta la frontera con California llevaron Daniel y Carlos Mastretta al MXT. Estos poblanos son los creadores del primer auto diseñado y producido por mexicanos en la historia de la industria automotriz en nuestro país.
Y hasta allá llegó desde Londres Richard Hammond, junto con Jeremy Clarkson, y James May, conductor de uno de los shows televisivos más importante del mundo --llegan a 300 millones de espectadores por temporada--, particularmente especializado en super deportivos.
Unos y otros tenían la espina clavada por aquel programa de 2011, cuando con el pretexto del auto las referencias negativas a México encendieron los ánimos nacionales, al mismo tiempo que catapultaron al MXT en la pasarela internacional.
Los creadores mexicanos del Mastretta MXT, por el hecho simple de que las estrellas mediáticas inglesas no dijeron entonces nada del auto más allá de bautizarlo como “la tortilla”; el coche fue el pretexto que encontraron los hombres de Top Gear para expresar lugares comunes y prejuicios sobre un país latinoamericano en el que probablemente no habían puesto un pie en su vida. Pero de los valores de bólido no pudieron decir algo porque sólo lo habían visto en fotografía.
Los otros, porque quedó de manifiesto que como periodistas fueron capaces de plantear un tema y expresar adjetivos y descalificativos faltando a la más elemental de las reglas periodísticas: si vas a decir algo, primero investigas. Y si vas a hablar de coches, primero te subes a él.
Finalmente lo hicieron. Estas fotografías dan una idea de lo que contendrá el programa que veremos en unas semanas.