• Julio Glockner
  • 18 Marzo 2016

Mundo Nuestro. Este texto del antropólogo Julio Glockner es el prólogo del libro En busca del quelite perdido. Recetario viviente para Cholula (CONCULTA-FONCA, México, 2016), que se presenta en Profética este viernes 18 de marzo.





http://www.enbuscadelqueliteperdido.com/sitio/index.php

 

El título de este inteligente, útil y divertido libro evoca la búsqueda de un amor perdido, de una querencia de la que nos hemos ido distanciando lentamente. El quelite como emblema del sencillo mundo campesino que tiene en la milpa su centro de gravedad alimenticia: maíz, frijol, calabaza y todos los quelites posibles. Un núcleo productor de alimentos sanos y baratos que ha dado de comer durante milenios enteros a la población mexicana. Sin darnos cuenta hemos ido prescindiendo de una deliciosa variedad de yerbas y plantas para sustituirla por artificios industriales que la fuerza del mercado nos presenta como alimentos. ¿Cómo es posible que se haya cambiado una sopa de quintoniles o flor de calabaza por una porquería como la llamada Maruchan? ¿A qué punto de degradación del gusto y la salud hemos llegado que se prefieren caldos pestilentes a los aromas y sabores de una buena sopa? El texto de Gabriela Méndez Cota, las fotos de Angela Arziniaga y las recetas de Margarita Ortega Toxqui y Luz Elvira Torres Álvarez que componen este libro, son una entusiasta invitación a reencontrarnos con un gusto que hemos olvidado temporalmente, que hemos descuidado porque nos hemos dejado atarantar por una publicidad perversa que promueve excrecencias industriales en vez de alimentos naturales. La ruta del reencuentro con los quelites y la valoración de la agricultura campesina pasa por la crítica a una torpe modernidad impuesta por una clase política que desconoce tanto el ejercicio democrático de la consulta popular en la toma de decisiones, como Julio Glockner Prólogo la forma de vida de la población que pretende gobernar. Estas aberraciones del poder político han conducido, por ejemplo, a respaldar a compañías como Monsanto en su pretensión de sembrar maíz transgénico en México, poniendo en riesgo, con una irresponsabilidad alarmante, tanto la variedad genética, como la riqueza gastronómica y cultural que la milpa ha generado por siglos enteros en nuestro país, que es centro de origen de esta maravillosa planta. O privilegiar proyectos banales como el que se empeñan en imponer en la zona arqueológica de Cholula, convirtiendo uno de los más importantes centros religiosos de Mesoamérica en un corredor comercial, con hotel y estacionamiento ¡encima de una ciudad sagrada que extendió su influencia cultural hasta Centroamérica! No cabe duda que la estulticia, de la mano de la ambición de dinero y poder, se ha sentado en las curules y los escritorios de funcionarios ignorantes e incompetentes. No tienen remedio. Pero no permitamos que nos arrastren en esa lógica insensible que no exagero en llamar racista. Que la ruta del quelite nos conduzca a saborear sus delicias, pero también a defender nuestro derecho a su fácil acceso: vamos a sembrarlo, vamos a exigir su venta en los mercados tradicionales y modernos, vamos a hacer política ciudadana, la única que vale, defendiendo la economía campesina, noble y milenaria, que hace posible que estas plantas lleguen a nuestras mesas preparadas en los deliciosos platillos que aquí se sugieren.

Click HERE is best bookmaker in the world.
Offers Bet365 best odds.
All CMS Templates