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Se lo dijeron dos veces el sábado, en una reunión que él buscó con los grupos descontentos por la idea del parque y las expropiaciones en los terrenos al sur de la pirámide. “No vayas a la procesión, José Juan, la gente no te quiere.” Los dos apercibimientos los escuchó de dos mujeres cholultecas, Margarita Tlapa y Lidia E. Gómez García. “No vayas, José Juan”, le alertaron.

“No te lo has ganado, no tienes el reconocimiento de los pueblos.”

“Soy católico, soy ciudadano --les contestó--, no tengo por qué no ir.”

Y va el domingo en la noche. La procesión ya se arrastra por alguna de las calles. Aparece en escena con Nancy su esposa, los dos con su velita en sendos y elegantes farolitos para proteger del viento las luces milenarias que lo echarán del evento.

“¡Barrios, barrios, sólo barrios!”, los dos escuchan

“Fuera José Juan, fuera José Juan”, los dos confirman.

 El griterío lo acompaña por lo menos los cuatro minutos que dura el video hasta que desaparece con su comitiva por uno de los callejones. Ni el ensotanado y blanco clérigo logra acallar la bulla. La escena da tiempo para preguntarse lo que significa gobernar un pueblo como San Pedro Cholula. Un pueblo que es muchos pueblos y barrios y tiaxcas y mayordomos y principales También un pueblo de caciques. Lo que ello quiera decir en las Cholulas.

No es fácil entender el mundo cholulteca. Pero no dejo de pensar en lo elementales que son los políticos modernizadores poblanos: ¿de dónde les vienen tan deslumbrantes ideas?


Video de José Juan y Nancy corridos de la procesión de la Virgen de los Remedios el pasado domingo 31 de agosto.

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En la reunión del sábado en San Pedro nunca se perdió la cordura. José Juan es un joven político, y como tal es campechano y entiende que debe hablar primero.

Exposición de motivos del parque de las siete culturas. La idea no es del gobernador, él se sumó al propósito original del gobierno de San Pedro de poner orden en el territorio de la pirámide; hay construcciones irregulares, hay vandalismo, hay narcomenudeo; ¡y en San Pedro no hay canchas deportivas! y sobre cualquier cosa, no hay INAH, no ha cumplido con su responsabilidad, ha sido omiso, que saque lo que hay ahí abajo; y todo empezó con el hospital, ¿está en San Pedro?, ¿está en San Andrés?; y vean el cerro de Acozac, ya está cercado por un particular que tiene escrituras; todo eso ha sido solapado por los anteriores gobiernos; pero todo está fundado en los decretos de 1993 y 1996, se tiene que dar certeza de que esos terrenos son públicos.

“¿Y por qué no acudieron al INAH?”, pregunta la antropóloga Ana María Ashwell. Y más: que ese proyecto no es nuevo, lo conocen como “proyecto Esquerra” lo trae el gobierno desde al año 2002. Y detalla: el gobernador Melquiades Morales Flores (1999–2005) comisionó a Esquerra y Asociados S.C. para la elaboración de un proyecto con todo y nombre, “Programa Subregional de Desarrollo urbano de San Andrés y San Pedro Cholula: Rescate del Centro Histórico y de la Zona Arqueológica”, y la única explicación que dieron es que esa firma fue la que construyó el hotel Las Hadas, en Manzanillo; desde entonces se propusieron la integración de de San Andrés y San Pedro a través de un corredor turístico–comercial aprovechando el patrimonio arqueológico.

“Este proyecto no es idea tuya, José Juan”, afirma Ana María.

“¿Y por qué el INAH no ha expropiado?”, responde José Juan Espinosa. Y luego dice que el Instituto ya conoce el proyecto, que lo está estudiando. Y que acudieron directamente a México con Tere Franco, “para evitar distorsiones”. Y que por supuesto ya no va a haber espejos de agua. Y que de plano lo quieren volver un área natural protegida.

“¿Área natural protegida? --se alarma Margarita Tlapa--. Pero si es una zona de monumentos arqueológicos…”

“Bueno --recula el presidente--, si no puede ser área natural protegida, entonces ayúdenme a encontrar la forma para rescatar esos terrenos del desorden en el que se encuentran.”

José Juan termina su exposición de motivos con una declaración inocente:

“Nunca pensé que la gente fuera a ver mal este proyecto.”

 

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Lidia E. Gómez es historiadora experta en estudios religiosos por la Universidad de Lovaina en Bélgica. Y vive en San Cristóbal Tepontla. Así que es experta en pueblos y costumbres ligadas a santos y procesiones, justo como la que vincula a la Virgen de los Remedios con los 42 pueblos cholultecas. Vínculos que vienen de lejos, de mucho tiempo antes de que los españoles desbarataran el templo de Quetzalcóatl en la plaza de Cholula y construyeran después en la cima de la pirámide de tierra la iglesita de Los  Remedios. Y desde ese conocimiento habla con una voz tranquila que acompaña con los movimientos cadenciosos de sus manos, como si la pasión se contuviera al tejer en el aire las palabras para guardar en ellas la mesura.

“Tenía mis dudas --le dice a José Juan--, pensaba que con tu juventud ibas a darle a San Pedro un impulso moderno respetando las tradiciones. Aquí estamos entre cholultecas. Pero con todo lo que has dicho me has confirmado que olvidas lo que eres. Simplemente no has pensado en que el entorno de la pirámide es un lugar sagrado, y que ahí se unen los 42 pueblos y las dos Cholulas, ¿por qué no has sido sensible a eso?”

Margarita Tlapa no la interrumpe, espera a que Lidia termine su alegato.

Pero después remata a José Juan con una frase:

“Nunca te hemos visto en las procesiones.”

Y luego las dos mujeres lo apabullan:

“No van a dejar que vayas a la procesión”, dice Margarita.

“Has tomado decisiones como si no fueras cholulteca.”

“No les diste a los pueblos la oportunidad de ser parte de un proyecto, primero lo negociaste con el gobernador.”

“¿Cómo compraste la idea de intervenir la zona para el turismo y campos de futbol? ¿Por qué no para la cultura?”

“Nunca le diste su lugar a los principales, aunque puedan ser ladrilleros.”

“Tú te crees gobernante porque ganaste las elecciones. Pero lo que no te has ganado es el respeto de la gente.”

 

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José Juan aguantó el varapalo de las dos mujeres. “Tienen razón, hemos fallado enla comunicación.” Luego quiere recuperarse: no es una ocurrencia, no ha sido un capricho, no soy un agachado del gobernador. Pónganse en mi lugar, es una zona en el olvido, esos terrenos no se utilizan con un carácter religioso. Ahí hay canchas de fut desde hace cuarenta años. Realizamos cinco foros en la campaña. Ayúdenme, estoy dispuesto a corregir. Acabamos de hacer una encuesta, vamos perdiendo con la gente…

Margarita Tlapa lo ataja:

“Nunca se trató ese tema en los foros que dices.”

 

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Las tres mujeres, Margarita, Lidia y Ana María, le hacen una propuesta: que una comisión con lo mejor de los académicos de México avale el rescate arqueológico de la pirámide; que todo parta de un consenso en el que los pueblos estén incluídos; que se conozca a fondo el propósito de la intervención; que se reconozca el carácter sagrado, vivo, que tiene la pirámide para los pueblos cholultecas.

A todo dice que sí José Juan Espinosa.

 

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“Pero no vayas mañana, José Juan, no te has ganado el respeto de la gente”, le recordaron las mujeres.