Hay extremos democráticos en México: el aire en la capital de la república también lo respiran los políticos que no se bajan del helicóptero y miran a los atascos y plebeyos desde sus ensoñaciones y desprecios.
Pero hay extremos contrarios: las muertes por atropellamiento las sufren los ciudadanos de a pie. Y no hay reglamento de tránsito ni puente peatonal que valgan.
El diagnóstico del caos urbano provocado por los automóviles está perfilado hace tiempo: el modelo de ciudad fundado en la dictadura automotriz está condenado a muerte.
Ayudan las cifras:
81 por ciento de los 3.57 millones de viajes diarios se realizan en transporte público (47%) y a pie (34%)
81 de cada cien pesos que el gobierno federal invierte en movilidad son para el uso de los automóviles y la pavimentación.
Así no es difícil comprender que los ciudadanos estamos condenados. Y que a las ciudades sólo las salvará la rebelión organizada de los peatones.
En esto pienso al escuchar la tarde del miércoles las presentaciones que los promotores de una propuesta elemental para la vida de la ciudad --no más puentes peatonales—han hecho en Profética.
Le han denominado Foro: Alternativas Peatonales y Cruces Dignos: Hacia una Puebla sin Puentes Peatonales, y en su organización han participado jóvenes como Armando Pliego Ishikawa
Presentamos en esta edición de Mundo Nuestro cuatro de las ponencias que ayer se expusieron en Profética. Dos representan a grupos organizados de la sociedad civil y dos a las acciones que recientemente ha realizado el gobierno municipal.
La primera documenta la movilización estudiantil que derivó en la construcción de dos pasos peatonales en Cúmulo de Virgo, a cargo de la BUAP, institución que dio marcha atrás en la idea de construir un puente como solución para el tránsito en el área del Complejo Cultural Universitario.
La segunda, elaborada por el colectivo Cruce a pata, da cuenta con una precisa infografía del sinsentido de continuar con los puentes peatonales como medida para solucionar los problemas de tránsito y movilidad, con una propuesta concreta para el crucero en Galerías Serdán.
Las dos últimas, elaboradas por la Comisión de Movilidad Urbana y el INPLAN del gobierno municipal, dan una muy buena idea de que a pesar de que se pueda pensar, existen funcionarios de gobierno que abiertamente proponen una “Puebla sin puentes peatonales”.
