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Por: Sergio Mastretta

Hambre en México

La alternativa está en la sociedad civil organizada

Rostros de la montaña en Coyomeapan. Ojos negros con la profundidad de las cañadas. Mujeres y niños, rebozos y cuerpos. Casi un mismo cuerpo uncido en los rebosos oscuros, una misma respiración, una misma sangre. Mujeres muy jóvenes con sus bebés. Niñas que cargan a sus hermanitos. Madres todavía jóvenes que son abuelas. La trenza exacta, el prendedor colorido, el arreglo estricto. Las ves en cualquier evento organizado por funcionarios de gobierno. Para mí, extraño, y además, fotógrafo, serias en todo momento.  Son el rostro más intenso de los pueblos originarios en México. Mujeres que ven salir a sus maridos a buscar trabajo en la ciudad como albañiles, en las agroindustrias como jornaleros. Mujeres que van al campo con sus pequeños asidos por el reboso a la espalda. La serie gráfica que acompaña la primera parte de este reportaje sobre la realidad del hambre en México y la respuesta que puede darse desde el esfuerzo de los grupos organizados de la sociedad civil.

Primera parte

Coyomeapan, Puebla. La carretera trepa desde el valle de Tehuacán hacia la Sierra Negra por las laderas que dejan abajo a Coxcatlán y Calipan, y ofrece vistas que se refieren al propósito de mi viaje. Los campos cañeros en plena temporada de zafra, las huellas de los antiguos trazos de labrado abandonados, o el rastrojo de los maizales temporaleros rendidos ante los cactus como prueba de la eterna pugna entre los hombres y el monte, son imágenes que recuerdan que me acerco a la compleja trama en la que se ha tendido el lienzo de la pobreza en México. Y una vez más con el ánimo de entenderla, pero esta vez a partir de la experiencia de la asociación civil Alternativas y Procesos de Organización Social, A.C., el grupo que luego de treinta y cinco años de experiencia en la región de Tehuacán permite pensar que hay otras posibilidades a las que han ofrecido los sucesivos gobiernos federales en México en los últimos cuarenta años.

Otras imágenes llevo en la cabeza: Peña Nieto y su Estado monumental toma un baldío en el poblado de Las Margaritas, territorio zapatista, y revive el eterno golpe de pecho priista con su “lacerante, lastimoso, lamentable, doloroso” con el que dice reconoce al hambre como verdad ignorada en México, y lanza su “cruzada contra el hambre” de siete millones 400 mil mexicanos, pues el INEGI se los tiene muy bien contados; una vez más el Estado federal con toda la marca de los programas IMSS Coplamar de los 80, Solidaridad de los 90, y Oportunidades de los 2000 gobiernos priistas y panistas de por medio. Y la respuesta de Marcos, ahí mismo, supongo, en las cañadas de la selva lacandona tomadas por el éxodo campesino indígena en los últimos cuarenta años: “Para Ali Babá y sus 40 ladrones, sin palabras (el dedo medio levantado en la imagen)… Y un consejo: las limosnas las tienen que ofrecer en otro lado.

El Estado mexicano y su fracaso campesino representado en la insurgencia zapatista sostenida contra todas las ignorancias de la sociedad mexicana.

Tres preguntas le he presentado vía correo electrónico al Doctor Raúl Hernández Garcíadiego, cabeza de esta organización civil reconocida el año pasado con el Premio Nacional Agroalimentario, entre otros más de quince reconocimientos nacionales e internacionales. Sin duda, el grupo civil de mayor importancia en el tema del agua, la nutrición y la organización social para enfrentar la pobreza en nuestro país. Tres preguntas: ¿cuáles son las causas estructurales del hambre en México? ¿Por qué ha fracasado el Estado mexicano con sus programas a lo largo de treinta años? ¿Y por qué puede ser más efectiva la organización de la sociedad civil en este enfrentamiento, como lo ha demostrado en los últimos años Alternativas

Alternativas, con sus productos Quali, es una de las cooperativas campesinas de mayor éxito en nuestro país. El programa Agua para siempre, con la regeneración de cuencas para el desarrollo de las comunidades marginadas, y los programas de nutrición fundados en procesos de producción sustentables desde la economía campesina.

En los pasados veinticinco años, Alternativas ha generado 2,521 proyectos y realizado 9,476 obras en treinta y cinco cuencas tributarias que abarcan 8 mil kilómetros cuadrados, para 236 mil habitantes de 219 pueblos en 60 municipios de Puebla, Oaxaca y Veracruz. Se dice fácil.

Y no es gobierno.

Por eso voy a la Sierra Negra por sus respuestas.

 


1

La carretera trepa desde los mil metros en el valle hasta los antiguos territorios de refugio de los pueblos originarios, mil 500 metros más arriba. Y en ella aparecen las imágenes. Porque a la vuelta de la carretera están los vestigios de la presa El Purrón, con su montonera de 400 metros de largo y treinta de altura, toda ella de adobe cargada con mecapal en la espalda por miles de trabajadores, una cortina estricta todavía a la vista aunque se haga pasar como una loma más de las que rompen la caída de la sierra, con derramadero y canal de encauce de las aguas de riego, de más de 2,800 años de antigüedad. Un dique construido por los popolocas para abastecer los cultivos de maíz, frijol, chiles y calabazas de aquellas primeras aldeas agrícolas, un embalse de agua que en buena medida explica domesticaciones de plantas todavía más antiguas como las calabazas tamalayotas, aguacates, chupandilla y amaranto, hace por lo menos siete mil años. La base nutricional de las civilizaciones mesoamericanas.

Y en un retorno de la vista hacia el valle la cuadrícula de los cañaverales, prototipo de la economía campesina vinculada a la agroindustria capitalista, ahora mismo en temporada de corte para el ingenio de Calipan, paralizada esta semana por el descontento cañero por el bajo precio de la tonelada de azúcar, sometido el mercado por la importación indiscriminada de fructuosa.

Y en ese mismo plano el valle entero, ya contemplado desde los mil metros que hemos trepado por la carretera, los pueblos de Coxcatlán, Zinacatepec, San José MIahuatlán, Altepexi, San Gabriel Chilac, con sus caseríos bajos, sus techos planos, grises, todavía aquí y allá perseguidos por las empalizadas de carrizos, entreverados por las acequias y las antiguas disputas por el agua de las norias y las galerías filtrantes que los campesinos han escarbado desde hace más de trescientos años, y por todas partes perseguidos por los galerones de techo laminado de los emporios hueveros en Tehuacán, en un juego de espejos contra el sol cansino de enero.

Atrás queda, entonces, el valle de Tehuacán, a mil metros sobre el nivel del mar. Al final del curverío, las lomas altas de la Sierra Negra con lo que queda de sus bosques de pino y encino, con sus pueblos y aldeas localizados en las casillas con las que los funcionarios federales  establecen los rangos de nutrición y desnutrición en México, en toda esa suma de variables socioeconómicas con las que se da cuenta si un pueblo cae o no en el pozo de la pobreza extrema.

Porque en México todavía mueren por hambre 23 personas al día. Y la perspectiva más dramática: tres de cada cuatro personas que así mueren son adultos de más de 65 años.

 

2

4 de octubre del 2011. En el auditorio municipal de Coyomeapan, trepado en el único terraplén disponible en esta cañada profunda, el grupo Alternativas firmó un convenio con el ayuntamiento y la SEDESOL federal para la realización de un programa de nutrición a la población infantil menor de cinco años con desnutrición y las madres embarazadas, junto con la producción de estudios de campo para desarrollar propuestas de mejora en el tema de agua y saneamiento de las localidades a través del estudio de las cuencas de los arroyos y ríos existentes en el territorio.

Para el programa de Nutrición Alternativas realizó un diagnóstico preciso: Coyomeapan tiene tres localidades con menos de cien habitantes (147); treinta y dos entre 101 y 500 (9,149); dos entre 501 y 1,000 (1,228); y tres entre 1,001 y 1,400 (3,681). En total, 14,205 personas, de las cuales 2,285 no tienen más de cinco años.

Y programó sus actividades de octubre a febrero: mapeo y ubicación de localidades y rutas; diseño del programa de capacitación para integrantes de brigadas; elaboración de materiales didácticos; selección, contratación y capacitación de técnicos y profesionistas que integrarán las brigadas; presentación inicial del proyecto en cada una de las localidades y con la presencia de sus autoridades; y evaluación del estado nutricional de los niños menores de cinco años. La capacitación tiene en el taller “Siembra y consumo de amaranto orgánico” uno de los elementos fundamentales para la vinculación de las familias campesinas al programa. Y para las madres de familia el taller “Educación en nutrición con el plato del buen comer”.

Y con cada uno de los niños realizaron las siguientes actividades: elaboración de historial clínico y frecuencia de consumo de alimentos, con entrevistas a cada madre de familia; toma de peso y talla y valoración de signos clínicos; valoración de estado nutricional y detección de casos de desnutrición; entrega de paquetes de amaranto Quali a cada uno de los niños y niñas de todas las localidades, con la capacitación a las madres de familia en su modo de preparación y consumo.

A partir del diagnóstico de cada niño, el equipo de Alternativas realizó un seguimiento mensual de su estado nutricional, con informes directos a las madres de familia. En febrero del 2012, Alternativas presentó los avances del programa de Nutrición en su fase de diagnóstico y arranque:

Total de niños comprometidos para atender:            2,000

Total de niños con evaluación nutricional:                  1,626

Total de niños con desnutrición                                        723

Porcentaje de niños que presentaron desnutrición:   44 %

También en octubre del 2011 Alternativas inició el programa Agua para Siempre en Coyomeapan. Elaboraron el mapa de las cinco cuencas tributarias existentes en el municipio, con digitalización e incorporación al sistema de información geográfica, con la organización de los datos reportados por INEGI: identificaron que de las 3,104 viviendas el 51 por ciento de las viviendas no contaban con saneamiento y el 45 por ciento no tenían agua.

De ese día de octubre traigo las fotos de las madres y los niños de Coyomeapan.

 


3

Enero del 2013. Voy a Coyomeapan a valorar de cerca el avance de los programas de Alternativas en la región. El nuevo gobierno federal priista ha metido en la discusión pública nuevamente el tema de la pobreza. Ya no recupera aquellas palabras que resonaban en sus “principios de partido”, justicia social. Peña Nieto se cargó a la fachada que lo cubre el término “cruzada”.

Desde los 2,600 metros de altura que alcanza la carretera antes de bajar a Coyomeapan releo (e-consulta, 22 de enero) las cifras aportadas por el CONEVAL para la disección del hambre en Puebla: es el cuarto estado con mayor número de muertes, 8011 once personas, entre el año 2000 y el 2011.

La ciudad de Puebla, Tehuacán, San Andrés Cholula, Ajalpan, Huauchinango, Atlixco, Xicotepec de Juárez, Vicente Guerrero, Atempan, Zoquitlán, Huitzilan de Serdán, Eloxochitlán, San Antonio Cañada y Camocuautla, todos caen en el cajón de los 400 municipios a los que llegarán los funcionarios federales vestidos de cruzados contra el hambre. Y nos dan dos ejemplos: Camocuautla, municipio ubicado en la sierra norte, con el 91.1 por ciento de su población se ubica en pobreza y 6 de cada 10 de sus mil 402 habitantes están en pobreza extrema; y Eloxochitlán, en esta Sierra Negra, con el 93.6 por ciento de sus ciudadanos  pobres, es decir seis mil 368 personas y seis de cada diez en pobreza extrema.

Y luego la capital: la ciudad de Puebla es el municipio con más pobres del país: el 39 por ciento de su población (732 mil 154 habitantes) se considera en pobreza y registra a 110 mil 12 personas en pobreza extrema. Sin acceso a una buena alimentación por falta de recursos se ubican 517 mil 593 habitantes de la ciudad y 202 mil 792 tienen ingresos inferiores a la línea de bienestar mínimo.

Deberé empezar por lo más elemental. ¿Qué se entiende por “hambre”?

Dice el portal de la FAO:

Los mínimos: La necesidad mínima diaria de energía es de unas 1 800 kcal por persona. La necesidad exacta viene determinada por la edad, tamaño corporal, nivel de actividad y condiciones fisiológicas como enfermedades, infecciones, embarazo o lactancia.

Desnutrición: Resultado de una prolongada ingestión alimentaria reducida y/o absorción deficiente de los nutrientes consumidos. Generalmente está asociada a una carencia de energía (o de proteínas y energía), aunque también puede estar relacionada a carencias de vitaminas y minerales.

Subnutrición: Estado de las personas cuya ingestión alimentaria regular no llega a cubrir sus necesidades energéticas mínimas.

Seguridad alimentaria: Existe cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos que satisfagan sus necesidades alimentarias para desarrollar una vida activa y sana.

Hago un ejercicio simple. Ansiosos, insobornables, los buscadores electrónicos de los diarios  escarban en sus registros: hambre en el mundo, hambre en México. No empecé en ese orden, pero en “número de ítems”, como me los marca, así los presento:

- La jornada: 6 ítems.

- El Universal: 4,520 ítems.

- El País: 25,463 ítems.

- New York Times: 56,200 ítems.

No entiendo, ¿el interés en el tema es inversamente proporcional a las estadísticas de población en estado de desnutrición?

Sigo con los buscadores. Voy al detalle de los treinta años que en resultados arroja la búsqueda en el diario español El País. Y constato que las cosas no han cambiado mucho en estas tres décadas:

14 de octubre del 2010: El hambre en el mundo baja por primera vez en 15 años, pero sigue siendo "inaceptable".

6 de diciembre del 2004: El Foro sobre la Reforma Agraria alerta del aumento del hambre en el mundo. 27 de abril de 1995: El Banco Mundial dice que la pobreza es la gran causa del hambre en el mundo. 20 de enero de 1984: El hambre como causa de la guerra. 24 de octubre de 1981: El "espíritu de Cancún" se materializará en tímidas acciones para paliar el hambre de los países más pobres.

Así que del hambre hablan de cuando en cuando los diarios en el mundo, y siempre acuden a los recuentos de la FAO (la organización de la ONU para la alimentación y la agricultura:

Número y prevalencia de personas subnutridas:

2010-2012, 868millones (12%)

2007-2009, 867millones (13%)

2004-2006, 898millones (14%)

1991-2001, 919millones (15%)

1990-1992, 1000millones (19%)

+ Una de cada ocho personas en el mundo se duerme con hambre, 870 millones, una reducción en 130 millones de personas respecto de hace veinte años. Asia y América Latina han reducido el número, pero África subsahariana lo ha aumentado.

http://www.fao.org/infographics/pdf/FAO-infographic-SOFI-2012-es.pdf

La misma FAO hace su resumen de las perspectivas:

Las nuevas estimaciones indican que los avances en la reducción del hambre en los últimos 20 años han sido mayores de lo que se creía anteriormente y que, si se redoblan los esfuerzos, tal vez se pueda alcanzar la meta sobre el hambre establecida en los ODM a nivel mundial para el año 2015. Sin embargo, el número de personas que padecen subnutrición crónica sigue siendo inaceptablemente elevado y la erradicación del hambre sigue siendo un gran desafío a nivel mundial.

Sin embargo, el crecimiento económico no necesariamente tendrá como resultado una mejor nutrición para todos. Entre las políticas y programas que permitirán que el crecimiento incluya la dimensión de la nutrición figuran el apoyo a una mayor diversidad de la dieta, la mejora del acceso al agua potable, al saneamiento y a los servicios de salud, y la educación de los consumidores sobre la nutrición y las prácticas de cuidado infantil adecuadas.

 

(Segunda parte, próxima semana en Mundo Nuestro)