• Sergio Mastretta
  • 04 Junio 2015
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¿Qué pasa en Puebla cuando un antro abre sus puertas a la vista de su más importante centro académico, Ciudad Universitaria, en una clara violación al reglamento municipal?

¿Qué pasa cuando la autoridad municipal no responde en tres semanas de manera oficial a la denuncia presentada por un grupo de ciudadanos?

¿Y qué ocurre cuando se violan los sellos de clausura del bar denunciado impuestos por la autoridad municipal?

¿Es posible, entonces, que la acción civil para hacer valer la ley contra un antro que un vivales pretende instalar en la esquina de tu casa, y a no más de cincuenta metros de la Facultad de Economía, obligue a la actuación de la autoridad? Al parecer, es la única vía para lograrlo.

Al menos lo están intentando los vecinos de la avenida San Claudio en San Manuel.

La escena

Colonia San Manuel en la ciudad de Puebla. Es la esquina de San Claudio y Río Papaloapan, frente a Ciudad Universitaria. La empresa promotora ha cumplido con la rutina: identifica un sitio plagado de jóvenes universitarios, y no le apura que el local contemplado sea una casa habitación absolutamente imaginada para no contener una masa de cheleros los viernes por la noche; afirma ante cualquier reclamo que cuenta con un permiso expedido por la Unidad de Normatividad y Regulación Comercial a cargo de la autoridad municipal –no importa que sea hechizo, servirá para exponerlo ante los posibles quejosos--; contrata los guaruras necesarios que habilitarán el sitio con la rudeza innecesaria indispensable para esfumar a los valientes briagos. Y al agua. Dicho sea con el mejor ánimo alcohólico.

Luego seguirán las amenazas de muerte a los vecinos que reclaman el ruido.

Pero vinieron las cartas de denuncia a las autoridades, la municipal y la de la universidad.

¿Es posible que un proceso así lo pueda detener la acción civil organizada?

 

La ubicación del bar


Foto de google earth: el bar y las facultades.

 

Los hechos

 

+ El día 21 de abril de este año que corre un grupo de vecinos respaldados por la Mesa Directiva de la Junta de Vecinos del Fraccionamiento San Manuel dirigen una carta a José de Ita Martínez, titular de la Unidad de Normatividad y Regulación Comercial del Ayuntamiento de Puebla. En ella denuncian y rechazan el propósito de instalación de un bar en la esquina de Avenida San Claudio y Río Papaloapan, justo enfrente de los edificios de las facultades de Economía, Derecho y Ciencias Sociales y de la Dirección General de Innovación Educativa de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. En ella solicitan se niegue la licencia de funcionamiento al bar por violar claramente el Artículo 612, fracción V del Código Reglamentario Municipal que establece en 200 metros la distancia mínima que debe haber entre un bar y un centro educativo en esta ciudad de Puebla. El bar que se pretende instalar está a no más de  50 metros de las instalaciones mencionadas en Ciudad Universitaria.

De esa carta, a la fecha, no ha habido respuesta alguna de parte de la autoridad municipal.

+ El día 14, sin respuesta alguna de la autoridad municipal a la carta de los vecinos, el “Resto&Bar la Republicka” abre sus puertas. En los días siguientes al establecimiento acuden en tropel jóvenes estudiantes de la BUAP, quienes no tienen más que cruzar la avenida para llegar al bar. Los vecinos han averiguado el nombre de los socios del antro, dos hermanos, Fernando y Gabriel, de quienes se desconoce su apellido, y Carlos Taylor, quien afirma ser el director general de  “Servicios Operativos, Logísticos y Artísticos, SOLAP”, empresa responsable de la seguridad del equipo de futbol Lobos de la BUAP y del propio estadio universitario.

+ Un par de días después, y ante el escándalo provocado por el ruido de la música en el bar, un grupo de vecinos reclama a los responsables del establecimiento. La discusión termina con las amenazas de muerte que uno de ellos hace si el reclamo de los vecinos deriva en la clausura del bar.

+ El día 19 de mayo, y ante el escándalo infernal, los vecinos llaman a una patrulla de la policía municipal. Los uniformados logran que los del bar bajen el volumen, pero ahí mismo los encargados del establecimiento vuelven a amenazar a los vecinos que han llamado a la autoridad.

+ El día 20 de mayo, y todavía sin responder de manera formal a la denuncia hecha por los vecinos desde el 21 de abril, el Ayuntamiento se moviliza, y la inspectora municipal Enriqueta Santamaría Hernández clausura el bar La república con el fundamente de comprobar la violación al reglamento municipal en su artículo 612, Fracción II.



+ El día 22 de mayo, los vecinos organizados para exigir el cierre definitivo del bar dirigen sendas cartas al Presidente Municipal de Puebla, José Antonio Gali Fayad, y al rector de la BUAP, Maestro Alfonzo Esparza Ortiz, para fundamentar su reclamo y exigir la intervención de las autoridades:

Al presidente Gali le demandan: que les dé respuesta formal a la denuncia presentada el 21 de abril; que les informe si existe licencia de funcionamiento comercial para el Resto&Bar La Repúblicka y los requisitos que tuvieron que cumplir para obtenerla; copia certificada de la documentación que obre en el archivo respecto de la apertura como centro de venta de bebidas alcohólicas; que, en caso de que se reabra el establecimiento, se le prohíba la venta de bebidas alcohólicas, se baje el volumen de la música estrictamente a “uso interno”, se impida el uso de los frentes de casa como sitio de estacionamiento y se asegure la seguridad del vecindario. Y, por último, que en caso de que no exista licencia de funcionamiento, se niegue por completo el permiso correspondiente.


Carátula de la carta que vecinos de San Manuel dirigieron al presidente municipal Gali Fayad.

 

Al rector le solicitan su intervención ante la autoridad para la clausura definitiva del establecimiento, o por lo menos la prohibición absoluta de venta de bebidas alcohólicas. Le dan cuenta en la carta del historial de defensa del barrio contra el establecimiento de antros en los alrededores de la preparatoria Enrique Cabrera y de la propia Ciudad Universitaria. Y que de ninguna manera pesen los vínculos que Carlos Taylor dice tener con la institución a través del servicio de seguridad que su empresa brinda al equipo universitario.

A principios del mes de junio, el rector Esparza Ortiz afirma que la institución no protegerá a nadie que violente la ley.



Carátula de la carta de los vecinos de San Manuel al rector Alfonzo Esparza.

 

+ Un par de días después del cierre, los sellos de clausura impuestos por el Ayuntamiento fueron violados por el personal del establecimiento. Los vecinos se aseguraron de registrar los hechos:





La incertidumbre

La historia aquí no termina. El domingo 7 serán las elecciones por lo que seguirán unos días de revuelo político. Mientras trabajarán los abogados del bar. La carta al presidente Gali es precisa en sus exigencias: ¿otorgó su ayuntamiento el permiso? Si lo hizo, estará violando claramente su propio reglamento municipal.

Los vecinos están a la espera.

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