• Sergio Guzmán López
  • 07 Marzo 2013
".$creditoFoto."
Por: Sergio Guzmán López

Imperial samaritano


Durante el desayuno hablamos de Holanda. Mi hija se va de intercambio y siente que va a otro mundo. Empecé por hablar de la altitud de su topografía, el idioma ininteligible, su histórica e indeclinable identidad en medio de las potencias europeas, la liberalidad de su sociedad y de lo confuso que resulta su gentilicio. Sobre todo en inglés.

--¿Qué tenemos en común con ellos?

-Bueno, los monarcas de la casa de Habsburgo tuvieron a holandeses y mexicanos como súbditos durante un par de siglos.

Hoy es el último día para visitar la FIL y otro rey español cabalga a nuestro lado al mar de letras y gente que la abarrota.




Visitar estos eventos me provoca siempre una angustia similar a la del niño que llega a la feria y quiere treparse a todos los juegos. No hay tiempo en una vida para leer lo que hay que leer. En mi kindle tengo toneladas de literatura pirata y también adquirida en Amazon. Pero no hay licencias en este formato para muchas obras que les traigo ganas. Entre otras la edición conmemorativa del portento literario mexicano Noticias del Imperio. Atáscate que hay lodo…




Ya solo, en la tarde me sobró tiempo. Me puse los tenis y me fui a correr al Sope de Chapultepec. El Sope es una pista de entrenamiento que usaba El Sope, aquél medallista olímpico que debió tener un nombre cristiano también. Un lugar limpio, iluminado, bien cuidado, bién acondicionado pues. (Depués tendré que hacer un par de aclaraciones en Facebook, porque resulta que mis guevones contactos nadie conoce el Sope. Pero eso sí, no faltó quien me señalara que el Caballito de Tolsá no es Hasburgo y pues inmodestamente, !yo ya la sé!El del caballito es Carlos IV, de los Borbones, pero las licencias literarias se adquieren con mucha facilidad).

Amarré la llave del coche en el cable de los audífonos y la coloqué dentro del short, de forma que no se cayeran a pesar del zangoloteo. Un trote sereno con el aire fresco, y la música aleatoria de mi teléfono, me regalaron un monólogo dominical especialmente ameno. Fue una mezcla de Stones, Alan Parsons, Procol Harum, KC & Sunshine Band, y sonatas de Chopin; con reflexiones acerca del grupo AA, mis hijos, la obra de Toña, todo aderezado con el bienestar de la carrera.

Ya por terminar, después de unos siete kilómetros, un sol maravilloso empezó a ponerse entre los árboles y las nubes. Ese resplandor dominical no podría tener otro destinatario que yo mero. Quizá otro Habsburgo (muy venido a menos) contempló desde su castillo, muy cerca de allí, tomado de la mano de Carlota, un paisaje igual de prístino y noble. Saqué el teléfono y tome la foto que les comparto.



Completé quizá otro km y me puse a estirar y de repente, como José José: Todo se derrumbó, dentro de mí… pero dentro de mi short. ¡La pinche llave de mierda, carajo!

Solicité el rescate a mi hijo.

--Si, la llave, el duplicado por fa tráemela, estoy en el Sope de Chapultepec… ¿Qué no sabes donde está?...pus googléalo mi buen… pip pip… La batería se va a aca…

El sol, oculto por completo, el frío galopante, la caminata del circuito sin sentido cabizbajo buscando la llave y una especulación malévola e invasiva: ¡ya me la chingaron la camioneta!

Corro, ya con los músculos agarrotados por el frío, hacia el vehículo y allí estaba. Donde la dejé. Pues bueno; a esperar en la fuente más iluminada del bosque a que mi Santiago, tuviera el tino de encontrarme. Me sentí como Max, abandonado por las potencias, a merced de la suerte y la nula cartografía urbana de mi primogénito.

Cuándo por fin apareció, ya tenía agarrotadas las manos por el frío y la nariz entumecida. Me sentí salvado por la armada.

Abro el seguro de control remoto, click. Sobre el asiento del conductor estaba la llave extraviada. Un buen ciudadano que también se puso los tenis este mismo domingo de tintes imperiales, y que siguió la misma ruta que yo, la encontró, y después de hacer intentos de apertura, encontró réplica: click. Me dejó mi llave en el asiento y me devolvió mi extraviada esperanza en el género humano.





Al menos por lo que queda del domingo.





Click HERE is best bookmaker in the world.
Offers Bet365 best odds.
All CMS Templates