9
Tiene un sueño el ingeniero Manuel Santiago. Me lo dice después de que le pregunto por lo que en su vida significan las flores.
“Todo --dice--, significan todo.”
Me ha planteado sus principales problemas: el alto costo de la tierra, el ambulantaje y la desorganización de los servicios urbanos que ofrece Cabrera como mercado de flores, y la desunión entre los productores, con la política de partidos que los divide, las envidias hacia todo aquel que prospera con su esfuerzo y el distanciamiento que ya provocan las religiones entre las personas.
Las ha dicho así, de corrido, sus preocupaciones.
Pero así de rápido describe sus sueños: “Es un mundo tan grande el de las flores, por eso mi sueño es que pronto podamos contar con un mercado digno para las familias que nos visitan, y que demos mejores empleos para que las familias estén unidas. Mi sueño es que podamos introducir nuevas y mejores variedades en la región, porque el mercado es cada vez más exigente. Pero tengo la esperanza de que produciremos flores de primer nivel internacional, y creo que si nos concentramos, nos sacrificamos y nos unimos en forma organizada, sin envidias ni divisiones, podemos lograrlo.”
10
Busco en wikipedia la flor pensamiento:
“Los pensamientos son plantas híbridas ornamentales, cultivadas por sus vistosas flores, obtenidas de la especie silvestre Viola tricolor; aunque a veces se la llama Viola tricolor hortensis, en rigor el nombre científico correcto para los híbridos es Viola x wittrockiana. Pertenecen al género de las violetas, dentro de la familia de las violáceas.”
De regreso a Puebla por la autopista. Atardece. Mantengo el sueño de este ingeniero floricultor como un pensamiento en mis manos. México florido y espinudo, escribió alguna vez Pablo Neruda. Lo recuerdo y me digo que esta tarea mía de contar historias de otros es, simplemente, mi grata, florida historia.