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Urbanismo, publicidad e insensatez en la esquina de la Facultad de Comunicación.

La Facultad de Ciencias de Comunicación de la BUAP fue construida en la reserva territorial Atlixcáyotl, a un lado de la autopista a Atlixco o vía Atlixcáyotl, sobre un predio que le fue donado a la BUAP años atrás por el gobierno del estado encabezado por Piña Olaya.

Estuvo durante varios años situada entre terracerías, en medio de un baldío sin vecinos. El acceso no era fácil, pues la única vialidad pavimentada era precisamente la autopista a Atlixco. Y así se mantuvo hasta 2007, cuando se construye Cúmulo de Virgo por las administraciones local y estatal de Doger y Marín, respectivamente. El desarrollo comercial que ha tenido la zona ha llevado a los propietarios y a las distintas administraciones a invertir principalmente en infraestructura para automóvil y poco o nada para el peatón. 



Marzo de 2009, movilización estudiantil por la muerte del estudiante Andrés Castillo Cueto. Foto tomada de Pueblaonline.com

 

El 27 de marzo de 2009, Andrés Castillo Cueto, estudiante de la facultad, fue atropellado mientras cruzaba la vía Atlixcáyotl. Andrés murió, y la indignación de sus compañeros y profesores no tardó mucho en manifestarse. Organizaron una manifestación y cerraron parcialmente la vía Atlixcáyotl en sentido hacia el norte. Mostraban a los automovilistas que pasaban carteles donde pedían precaución, respeto al peatón y seguridad. Sus reclamos por vialidades más seguras y más accesibles llegaron pronto a oídos de los legisladores y a las más altas esferas dentro de la universidad y del gobierno del estado.

La Secretaría de Desarrollo Urbano, junto con la BUAP, respondió pronto. Aprovechando que en ese entonces la zona se encontraba en obras por la pavimentación con concreto hidráulico sobre toda la vía Atlixcáyotl, se colocaron semáforos en distintos puntos de la calle. Asimismo se puso un puente peatonal frente al Complejo Cultural Universitario. De esta manera, no se necesitaba precaución o respeto al peatón, pues se le separa de la calle, poniéndolo en un espacio que no comparte con el automóvil. 


Foto de Street View/google earth

Las medidas implementadas de poco sirvieron, y los accidentes fatales sobre esa calle han seguido sucediendo. La comunidad lo notó y ante la amenaza de percances que aún sigue latente, se ha solicitado una solución real para disminuir la inseguridad de la Atlixcáyotl y de Cúmulo de Virgo, donde se encuentra la entrada peatonal de la facultad y arteria por donde pasan muchas de las rutas de transporte público utilizadas por los alumnos. 



Las autoridades no respondían a reclamos, y las alcaldías de Puebla y de San Andrés Cholula se deslindaban de responsabilidades, acusándose de negligentes la una a la otra, debido al conflicto territorial que no fue resuelto sino hasta diciembre de 2013, cuando se determinó que toda la zona del CCU y la facultad de comunicación eran parte del municipio de Puebla. Para confirmarlo, el último informe de gobierno de Eduardo Rivera se presentó en el auditorio del Complejo Cultural.

Por otra parte, al ser la Atlixcáyotl la división entre Puebla y San Andrés, se considera que Cúmulo de Virgo es una vía de carácter estatal, ya que une a dos municipios. Así, las obras en dicha calle son responsabilidad de ambos niveles de gobierno.  

A mediados de septiembre de este año, el director de la facultad, Israel León O’Farrill, anunció en el marco de su primer informe de labores, que ya se había hecho una solicitud formal, y que se construiría un puente peatonal sobre Cúmulo de Virgo, nuevamente dando prioridad al automóvil.

Las obras dieron inicio el 18 de septiembre, con trabajadores que llegaron a hacer una exploración del terreno para así hallar el lugar idóneo para colocar esta estructura. Tan pronto lo encuentren darán inicio a su instalación. Aún se desconoce si en este caso trabajan ambos órdenes o sólo uno de ellos.

Los puentes normalmente eran colocados por el propio ayuntamiento, pero desde el 2011 el esquema en Puebla cambió. Felipe Velázquez Gutiérrez, en aquel entonces secretario de Desarrollo Urbano y Obra Pública, señaló que la administración municipal no tenía recursos para su construcción, por lo que la comuna inició el análisis de la posibilidad de concesionar su construcción a privados, que podrían recuperar su inversión a través de contratos de publicidad de hasta por 20 años.

Al principio era poco atractivo aunque, sin prisa, han aparecido más empresarios interesados en el mercado de la publicidad en el espacio público, y ahora vemos una zona de Angelópolis donde los puentes peatonales abundan, incluso en esquinas donde hay semáforos, y todos y cada uno cuentan con espacios publicitarios que han sido utilizados desde la promoción de la imagen de ciertos políticos, hasta la oferta de inmuebles de la creciente industria de bienes raíces en esa parte del área metropolitana de Puebla.

Años después de que diera inicio la expansión de la zona, el número de atropellados aumenta. El ayuntamiento encontró solución ante su insolvencia económica, más no una fórmula que sí funcione para proteger a los peatones.

*Armando Pliego Ishikawa es estudiante de la Facultad de Comunicación en la BUAP. Puedes leer otros artículos suyos en todopuebla.com (http://www.todopuebla.com/gente/armandopliegoishikawa/blogdetail/14938)