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Al Gobernador Rafael Moreno Valle le quedan escasos dos años para cumplir uno de los compromisos claves que hizo en su campaña: invertir en serio para sanear los ríos que alimentan a la presa de Valsequillo y que riegan miles de hectáreas del distrito de  Tecamachalco, en donde se producen alimentos que todos consumimos. Parte de las aguas siguen su camino cargadas de contaminantes cruzando la siempre sedienta  mixteca hasta llegar al mar. Así asquerosa como está, toda el agua de la presa tiene aprovechamientos y es peleada hasta la última gota. Otros gobernadores han hecho antes la promesa de saneamiento y no la cumplieron, solo la simularon: Manuel Bartlett, Melquiades Morales y Mario Marín. Prometieron realizar las acciones necesarias para rescatar el lago de Valsequillo, alimentado por el agua contaminada de más de 50 municipios de Puebla y Tlaxcala, 22 de Puebla, entre los que se incluye la enorme zona metropolitana conurbada con la capital del estado. No olvidemos que lo que se tira al río o al escusado, acaba en tu ensalada.

 

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A Moreno Valle: Atoyac, compromiso pendiente