• Alicia Mastretta Yanes
  • 26 Octubre 2015
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(La autora es Doctora en Biología por la Universidad de East Anglia en Inglaterra. Ha formado parte del grupo de científicos mexicanos y extranjeros que han alzado la voz para denunciar las consecuencias catastróficas que para los bosques de la faja volcánica mexicana supone la decisión del gobierno federal de cambiar la categoría de protección al Nevado de Toluca. La pintura que ilustra la portadilla, Cráter del Nevado de Toluca, es del pintor mexicano Jorge Obregón)

Habrá entre ustedes quienes en el 2013 se enteraron del cambio de categoría del Nevado de Toluca. Algunos más le seguimos la pista muy de cerca. Yo tuve la suerte de colaborar con gente de primera calidad en analizar la propuesta de programa de manejo que hizo la CONANP tras volver al Nevado de Toluca Área para la Protección de Flora y Fauna en vez de Parque Nacional. No voy a contar la historia completa aquí, ni que implica el cambio de una categoría de Área Natural Protegida a otra, pero si quieren saber mi opinión y un resumen de las implicaciones los invito a leer esta entrevista que me hicieron hace un par de meses para la revista Ciencias.

La amenaza sobre el Nevado de Toluca por el cambio de categoría:




La responsabilidad social de un bosque y la recategorización del Nevado de Toluca. Entrevista a la Doctora Alicia Mastretta Yanes.

            Luego no pasó mucho desde Enero de este año hasta hace una semana. Con excepción quizá de que la CONANP nos hizo llegar sus comentarios a nuestras observaciones y argumentos, de nuevo con esa espiralidad y falta de sustento técnico que lleva a que las discusiones sean eternas. Ahí seguían las cosas en papel y correos, por supuesto con otras cosas sucediendo in situ en el Nevado. Como la construcción de un mirador y una casetas nuevas en la parte alta del cráter (sin programa aceptado y dudo que con una manifestación de impacto ambiental o las ecotecnias que se prometió usarían).

 Después, hace unos días me enteré en este artículo que el amparo que Luz Emilia Aguilar Zinzer interpuso desde el 2013 será finalmente sometido a discusión en la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Más discusión legal, pensé. A ver dónde lleva. Lo que no imaginé fue la noticia que recibí poco después en la columna de Luz Emilia en el Excélsior. Cito sus tres últimos párrafos, que lo dicen todo y que me dejan con esa sensación nefasta de tristeza y coraje que tanto estamos sintiendo últimamente:

Hace dos años se decretó la recategorización del Nevado de Toluca en una medida que en lo esencial implica legalizar en ese sitio la presión inmobiliaria, la construcción de infraestructura privada y pública, extracción con fines comerciales de la flora y de la fauna y sentar un precedente para desmantelar por completo un modelo de protección ambiental comprometido con el futuro.

Por considerar que la decisión afecta los derechos esenciales de nuestra colectividad, con la generosa y muy capaz ayuda legal del abogado Fabián Aguinaco, interpuse un amparo contra el decreto presidencial que cambió el estatus del Parque Nacional por Área de Protección de Flora y Fauna. A principios de esta semana se dio noticia de que el amparo será sometido a discusión en la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el próximo miércoles 28.

Coincidente con ese anuncio recibí el aviso antier, de que luego de una década de publicar sin interrupción esta columna, hoy es el último día que aparecerá en este diario. Ante este cese fulminante agradezco la gentileza de los editores con quienes tuve trato cotidiano y la gozosa oportunidad de retroalimentar con los lectores reflexiones sobre nuestro teatro y nuestra realidad. En el contexto de cierre de espacios críticos y de impunidad en que vivimos ¿Cómo interpretar esta forzada despedida?

El Nevado de Toluca es, junto con los otros grandes volcanes del centro de México, una isla en el cielo que funciona como un refugio de largo plazo para la biodiversidad. Ahí las especies vieron ir y venir los períodos glaciales durante el Pleistoceno y se aislan genéticamente de otras poblaciones. Desde un punto de vista evolutivo, estos volcanes son tan únicos como las islas Galápagos, donde Darwin delucidó la teoría evolutiva, por eso abrir el Nevado de Toluca a plantaciones forestales es alarmante y podría llevar a una erosión genética de los bosques que lamentaremos. Otro tema es el del agua, gracias a los bosque del Nevado se recargan los mantos freáticos que abastecen no sólo a Toluca, sino a la propia Ciudad de México. Con ese argumento del agua Miguel Ángel de Quevedo convenció al presidente Cárdenas de que decretara al Nevado de Toluca como Parque Nacional en 1936. Hoy, 79 años después, la nieta de Quevedo, Luz Emilia, interpone un amparo contra el cambio de categoría de Parque Nacional a Área de la Protección de Flora y Fauna y es despedida del periódico donde era columnista.

 “¿Cómo interpretar esta forzada despedida?”, se pregunta ella en su adiós.

¿Y cómo garantizar la protección y conservación de nuestras montañas?, me sigo preguntando yo.




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