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Arnulfo Allende Carrera*

Arnulfo Allende Carrera es un hombre sonriente. La vida lo ha llevado a escarbar las entrañas de la antigua ciudad de Puebla, y tal vez por ello mire el mundo de arriba, el nuestro, con esa mirada irónica que da la de saber que todo es pasajero. Y que las piedras resisten más el paso del tiempo. “Tengo un ángel”, dice él, y la suerte suya, y por ella la nuestra, lo llevó al patio de la Casa del Mendrugo en el año 2009. Los restauradores habían levantado las losas con el propósito original de plantar un firme que permitiera volverlas a acomodar sin que se movieran con el uso, como en las viejas vecindades del centro. Y ahí a un albañil se le perdió la barra, y ahí a su maestro se le ocurrió que algo raro pasaba. Y ahí aparecieron los tepalcates, en el olvidado basurero de la casona colonial.

Arnulfo Allende llegó como investigador del INAH, y con su ángel y su sonrisa dirigió la excavación que derivó en “los hallazgos del Mendrugo”. Este es el relato que hace el arqueólogo de la fortuna del Mendrugo. 

La casa del mendrugo

El paraíso de Chuchita hace tres mil años


Hace varios años, en un aula del Colegio de Antropología Social de la BUAP, escuché por vez primera la inquietante hipótesis de una… no, de tres ciudades prehispánicas bajo nuestra Puebla de Los Ángeles. A partir de esa época, y luego de estudiar Arqueología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, el tema de los antecedentes y las condiciones en torno a la fundación de nuestra ciudad, se convirtió en una de mis líneas de investigación preferidas.
 


Mi obsesión, mi pasión, mi curiosidad, me llevaron a leer todas las fuentes históricas posibles, y la fortuna (mi ángel, puesto que soy poblano) sesgó mi práctica profesional hacia la Arqueología Histórica. Esta clase de arqueología es aquella en que se aplican la metodología y técnicas de la arqueología al estudio de sitios ocupados, o donde están documentados eventos relevantes durante la época posterior a la llegada de los conquistadores y colonos europeos al continente americano. Tal es el caso de nuestra ciudad, fundada el 16 de abril de 1531.



Después de casi 15 años de trabajo, de explorar sitios como el Paseo San Francisco, Profética, La Merced, Analco, Los Sapos…. llegué a la conclusión: si existen sitios prehispánicos dentro de la zona monumental de Puebla, deberían estar en este orden: los sitios del horizonte Preclásico o formativo (1800 a. C. – 150 d. C.) deberían estar situados sobre la rivera del rio Almoloyan o San Francisco, hoy Boulevard 5 de Mayo; los del Clásico (150 d. C. – 650 d. C.) en la línea de lomas que corren desde el Amacueyatepec (cerro de Loreto) hacia los barrios de La Cruz, El Alto, La Luz y Analco; y los del Posclásico (900 d. C. – 1521 d. C.) más bien fuera de la ciudad, en el área que actualmente ocupa la zona de “Angelópolis”.

Mi ángel (porque soy poblano) me condujo en el año 2010 a La Casa del Mendrugo, un inmueble de arquitectura señorial que, después de varias décadas de abandono y ataques vandálicos, se encontraba en proceso de restauración y puesta en valor por parte de una familia poblana que, noble y responsablemente, acudió al INAH dando aviso del hallazgo de “tepalcates”, fragmentos de platos, ollas, tazas, etc.

Acostumbrado a los contextos domésticos de la época virreinal, identifiqué inmediatamente los tiestos de mayólica o Loza Blanca, mejor conocida como Talavera poblana y propuse una cronología aproximada entre los siglos XVII-XVIII. El estudio de estos materiales arqueológicos y la consecuente supervisión a la obra llegaron a un punto en que, al observar que los objetos obtenidos a mayor profundidad eran totalmente distintos a las coloridas mayólicas, nos vimos en la necesidad de suspender por varias semanas el trabajo en una sección de la casa, para explorarla con cuidado, de acuerdo con el proceso general de investigación arqueológica. Lentamente, “con brochita y cucharita”.



Y el hallazgo ocurrió: un muro construido con bloques irregulares de piedra caliza unida con lodo, una superficie empedrada, cientos de tiestos (tepalcates, fragmentos de cerámica) de colores negro, rojo, café y rojo/blanco que nos indicaban formas de ollas, cajetes y cuencos. Por fin, un contexto limpio, sellado, y todo, absolutamente todo, prehispánico.



Todos compartimos la emoción y el pasmo. Aún no terminaba de asimilar la idea de un sitio con ocupación humana prehispánica a escasos 200 metros de la Catedral, cuando fue localizada una olla grande fragmentada y, en su interior, figurillas humanas de cerámica, objetos de concha trabajada, obsidiana, figurillas humanas de piedra verde y espejos de magnetita.





Y tras todo esto un entierro humano.



Dos individuos, uno masculino y uno femenino, este último en un 70% y con estado de conservación bueno. 



Resultó ser una mujer de cerca de 60 años, con una serie de enfermedades y lastimaduras que nos indican que Chuchita, como fue bautizada por el equipo de antropólogos físicos que estudió sus restos óseos, fue, en sus tiempos, una mujer importante, influyente, querida y cuidada durante más de 20 años por un grupo, posiblemente una familia, en lo que probablemente fue una pequeña aldea habitada entre el año 1500 y el 1200 a. C. sobre la rivera poniente del rio Almoloyan.

Por primera vez, hasta hoy mismo, contamos con un contexto conformado por evidencias de arquitectura, objetos arqueológicos y restos de población humana, todo asociado estratigráfica, cronológica y estilísticamente. Esto nos devuelve al principio: ¿existieron una, o tres ciudades prehispánicas donde se asentó la Puebla de Los Ángeles? La respuesta es sencilla: sí y no.

Los hallazgos arqueológicos de La Casa del Mendrugo nos indican una ocupación humana en lo que ahora es el centro de nuestra ciudad alrededor de los años 1500-1200 a.C., entre los horizontes Formativo temprano y medio, es decir, la mítica Cuetlaxcoapan, ciudad posclásica “destruida y ocupada violentamente por los conquistadores y colonos hispanos para fundar su ciudad española junto y sobre sus restos”, que muchos siguen esperando encontrar, simplemente no está. Hasta el momento no tenemos evidencias de ocupación posclásica (de pocos años antes y contemporánea con el contacto español) dentro de nuestra zona monumental. La Hipótesis Centépetl-Cuetlaxcoapan-Teposuchitl ha resultado, hasta el momento, falsa.

Sin embargo podemos hablar de una aldea ocupada por seres humanos emparentados, o influidos por la cultura Olmeca, que impactó estilísticamente a toda Mesoamérica durante el horizonte formativo. Las piezas arqueológica de La Casa del Mendrugo nos muestran una marcada tendencia olmecoide, pero con un estilo muy particular del área central de México. Es totalmente lógico, un valle fértil, abundante en agua, rodeado de frondosos bosques de coníferas, bancos de arcilla y canteras cercanas, tenía que ser ocupado por alguien. El mismo Motolínia, nuestro querido fraile franciscano fundador, lo dice de manera explícita en sus memoriales, este valle, conocido durante el posclásico como Cuetlaxcoapan-Huitzilapan, era un verdadero paraíso. Las autoridades españolas no eran un puñado de tontos, eligieron este sitio por las mismas razones que el pueblo de Chuchita para fundar nuestra ciudad, pero no se dieron cuenta que varios centímetros bajo sus pies estaban los vestigios de ese pueblo indígena.

En resumen: El valle si fue ocupado por seres humanos, pero muchos siglos antes de la llegada de los españoles, así que la Puebla se fundó en un lugar deshabitado.

Quisiera decir que, después de este hallazgo, ya puedo morir tranquilo……… pero no, no puedo. Lo que hemos descubierto en La Casa del Mendrugo nos deja trabajo para muchos años más. Ahora se abre de nuevo el debate, la discusión sobre los orígenes y entorno socio-cultural en que surgió nuestra Puebla, que con estos nuevos elementos se replantea y ve su historia enriquecida, y que cuenta ya con un museo donde podemos vislumbrar su desarrollo cultural desde el formativo hasta el siglo XX. Estamos todos muy felices, nos vamos a divertir mucho.

 

* Arnulfo Allende Carrera/Investigador del Centro INAH Puebla

** Ver Relación de hallazgos en la Casa del Mendrugo: http://tinyurl.com/bsyayaa